Junior Arias: ‘El periodista siempre está en el lugar donde no le invitan y no lo quieren tener’
En un diálogo sincero, el periodista cruceño habló sobre su trayectoria, su familia y el deterioro en la relación que tuvo con el gobierno transitorio de Jeanine Añez por las denuncias realizadas en 2020.
El periodista Junior Arias en una entrevista con el programa Piedra, Papel y Tinta, de La Razón.
Imagen: Oswaldo Aguirre
Tras casi dos décadas de trabajo en la red Gigavisión, el periodista Junior Arias visitó el estudio de Piedra, Papel y Tinta de La Razón para hablar sobre sus inicios, trayectoria y los nuevos proyectos a consolidar.
El periodista relató que sus inicios en el periodismo fueron desde muy joven, a la edad de 13 años, en el canal televisivo que había iniciado su padre en el departamento de Santa Cruz.
“Mi padre fue despedido, luego de estar 13 años en la televisión. Un día mi madre nos reunió a mis hermanos y nos dijo ‘desde ahora ya no van a llevar recreo a la escuela y los sándwich les prepararé yo’. Mi padre vendió los dos autos que tenía e hipotecó la casa para iniciar con su canal de televisión”, recordó Arias.
Sobre su trabajo en esta área, señaló que el periodista que ejerce con pasión y entrega, es muy difícil que pueda optar por otra ocupación o carrera. “A mí me encanta el trabajo que he realizado. Para mí el periodismo es mi pasión, no me veo mirando detrás de la televisión, algo que lo hemos hecho siempre y es parte de nuestra cuna. Mi padre empieza, sigo yo, aunque te soy sincero no quiero que mis hijos sean periodistas. Es una profesión muy dura e ingrata”.
Indicó que el oficio del periodista no es uno de los más agradables, porque siempre está en el lugar donde no lo invitan, y donde casi no lo quieren tener porque incomoda al poder, incomoda con su investigación y sus denuncias. “Es un oficio bastante complicado y a la vez ingrato”.
Se refirió también sobre los cuestionamientos que recibió en la gestión de la presidenta transitoria Jeanine Añez y el entonces ministro de Gobierno Arturo Murillo respecto a las denuncias que había hecho sobre los vuelos irregulares por parte de la hija de la exmandataria en época de pandemia, como de los respiradores españoles con sobreprecio.
“La guerra con Arturo Murillo era declarado. El momento que se deteriora la relación con el Ministro de Gobierno fue cuando salgo a denunciar sobre cómo era posible que un narcotraficante buscado por la DEA sea Director de Desarrollo y Tierras”, mencionó.