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¿Hay prisión por una pelea de gallos? Sí, una mujer fue condenada en Oruro

Uno de los gallos, víctima de maltrato animal. Foto: POFOMA Oruro

Uno de los gallos, víctima de maltrato animal. Foto: POFOMA Oruro

Luego de cuatro años, y por primera vez en el país, una pelea de gallos derivó en una condena histórica contra una mujer en Oruro.

La principal acusada, Mariel Dueñas, de 32 años, se declaró culpable y se sometió a un juicio abreviado desde 2018.

Ella cumplirá una condena de seis meses de reclusión en el Centro Penitenciario de La Merced, por el delito de tratos crueles, tipificado en el artículo 350 del Código Penal.

El hecho ocurrió en agosto de 2018, en la comunidad Iroco, situada al suroeste de la ciudad de Oruro.

Entonces, la Policía Forestal y de Medio Ambiente (POFOMA) recibió una alerta anónima, en la que se denunciaba que una casa era usada para peleas de gallos.

Ante el hecho, una sargento vestida de civil se dirigió a la zona a constatar los actos ilícitos.

Desentendida, la mujer empezó a preguntar por el negocio a los vecinos del lugar.

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Un hombre salió de una vivienda en el pueblo, donde había decenas de personas y de fondo se oía los cantos de los gallos.  

Él se acercó a la sargento y le preguntó: “¿Está buscando la casa de los gallos?”. La policía dijo que sí, y ahí comenzó el caso.

El hombre se fue, y ella inmediatamente evidenció que en ese lugar perpetraban actos de crueldad animal.

Alertada, la muchedumbre salió despavorida gritando “la policía, la policía”. Incluso, algunos se treparon a las paredes de los vecinos.

Ante la invasión de los implicados, la Policía tuvo que pedir refuerzos de Radio Patrulla 110 y de la Estación Policial Nº 5 de la zona Sud de Oruro.

En la intervención fue detenida Dueñas, propietaria del inmueble, y a otros ocho implicados. 

Además, fueron rescatados 11 gallos de peleas de su sufrimiento en las apuestas para la distracción de los espectadores.

Los animales estaban hacinados en jaulas de maderas, en condiciones de sufrimiento, con heridas expuestas y, en algunos casos, desplumados.

La Ley 700, Para la Defensa de los Animales Contra la Crueldad y el Maltrato, prohíbe “el uso de animales en prácticas de instrucción militar u otras en las que se provoque la muerte o sufrimiento del animal”.

Éste es el primer caso de peleas de gallos que en el país alcanza sentencia.