Nidya Pesántez: ‘Los hombres tienen que levantar un espacio de reflexión’
La representante de la organización, Nidya Pesántez, habló con La Razón sobre el rol masculino en la lucha contra la violencia.
Alcanzar una igualdad sustantiva para erradicar la violencia y que los hombres participen en esta lucha abriendo espacios de reflexión y que se involucren en un proceso de deconstrucción de un sistema patriarcal es fundamental desde la mirada de ONU Mujeres.
La representante de la organización, Nidya Pesántez, habló con La Razón sobre el rol masculino en la lucha contra la violencia.
—¿Por qué los hombres deben ser parte de la lucha contra la violencia hacia las mujeres?
—Porque son ellos los perpetradores de la violencia en contra de las mujeres, son quienes ejecutan la acción violenta, son quienes cometen del delito de violencia en contra de las mujeres.
Finalmente, son ellos quienes tienen que levantar un espacio de reflexión sobre las razones, sobre los motivos, sobre los elementos que les impulsan a cometer un crimen como éste.
Sabemos que hay violencia leve ante la ley que son las contravenciones y una violencia más grave que ya es el delito penal, pero más allá de que sean contravenciones, que sean más leves o que sean más graves, todas las expresiones de violencia son muestra de la relación de poder mal equilibrado que se da entre mujeres y hombres.
—¿Cómo hacer que los hombres se involucren en la lucha contra la violencia?
—Uno de los mecanismos para involucrar a los hombres en reflexiones sobre los temas de violencia es contar con otros hombres que ya han iniciado la reflexión, ese trabajo de hombre a hombre, ese trabajo en el que los hombres no se sienten minimizados, porque hay que recordar que todo lo que es femenino para nuestra sociedad es menos valorado, entonces, los hombres no aceptan nada que sea feminizable, por eso un trabajo entre los hombres es importante para que puedan generar reflexiones sobre las razones.
—¿Cómo se puede llegar a que una mayor cantidad de hombres se sumen a esta lucha contra la violencia?
—Hay muchos métodos, aparte de la relación directa de hombres trabajando con hombres, tenemos toda una propuesta y ahí entra mucho la campaña, tenemos una propuesta comunicacional para que los hombres se sientan convocados y sensibilizados frente al cambio de esta estructura patriarcal en la que vivimos, entonces, por ejemplo, el teatro es un mecanismo con el que se puede poner en la mesa estas formas de masculinidad tóxica para la propia reflexión de quien lo ve, el cine, la literatura, la música son mecanismos que convoque a los hombres y también las redes sociales.
También está la conformación de redes juveniles de hombres y mujeres jóvenes que empiecen a trabajar en una nueva forma de relación.
—¿Usted cree que se ha ido incrementando el rol del hombre en la lucha contra la violencia o está siendo difícil?
—No es fácil hablar de los roles, primero porque a veces se aborda mal, a veces se piensa que la idea es cambiar los roles, entonces, ahora las mujeres harán lo que hacen los hombres y los hombres lo que hacen las mujeres, ese es el primer error, no estamos hablando de una trasposición de roles, sino de una apertura de los roles, esto significa, en última instancia, acabar con los roles de género para construir los roles que tenemos las personas para construir una sociedad digna.
Abordar estos temas en ciertos espacios es clave, pero desde lo positivo de la acción de acabar con los roles, cuando nosotros vemos que los roles que se conocen como femeninos son roles esenciales para el sostenimiento de la especie humana en vez de decir son los roles de las mujeres, decimos y entendemos que son los roles que hombres y mujeres debemos cumplir para que la especie humana siga viviendo y ahí uno puede ver el rol que tienen las mujeres en la sociedad, caso contrario, los hombres no quieren asumir ese tipo de roles porque la sociedad les ha hecho creer que son menos hombres si hacen un tipo de actividades, que son consideradas de mujeres.
—¿Cómo considera que se ve el rol de las mujeres en el ámbito político?
—Otra de las normas sociales que tenemos y que se ha aceptado dentro de la sociedad patriarcal es que las mujeres no son buenas para la política y que sí son los hombres.
Entonces, este es otro rol que hay que romper.
La política no es un rol, no es una actividad para las mujeres o para los hombres, la política es una actividad humana en donde mujeres y hombres tienen algo que decir y en donde mujeres y hombres tienen algo que decidir.
—¿Cómo se debe abordar este tema?
—Hay que poner los ejemplos de los cambios positivos que hemos tenido en este mundo y que vienen justamente de la revolución que han hecho las feministas; primero es una revolución en la que no se ha lanzado una sola bala, no ha matado a alguien no ha sido agresiva ni violenta y, sin embargo, nos tiene a usted y a mí conversando ahora para un medio público que hace unos 50 era imposible, pero ahora estamos en esto porque hemos logrado cambios profundos.
Entonces, mostrar a la sociedad cómo eso nos ha ayudado, por ejemplo, a superar la mortalidad materna, desde que las mujeres están en la política y en espacios públicos, la maternidad se convierte en ámbito de preocupación de los estados.
Ya no es cómo las mujeres toda la vida han dado a luz y van a seguir dando a luz y no pasa nada, sino hay que garantizar que las mujeres tengan un buen embarazo, un buen parto para que los niños y las niñas nazcan lo más saludable posible y que no tengamos la tasa de mortalidad tan alta, entonces, es a raíz de la presencia de las mujeres que esto empieza a sonar.
—¿Cómo se ve desde afuera a Bolivia en el tema de la lucha contra la violencia hacia la mujer?
—Hay dos perspectivas que son interesantes, una es que Bolivia es uno de los países pioneros en el término de normativa.
Por ejemplo, Bolivia fue el primer país en tener una norma y ahora están en camino otros dos países, pero Bolivia fue el primer país que lanzó una norma, una ley específica, la 243 de lucha contra la violencia política contra las mujeres, esta ley dio luz a que en muchos países se tipifique la violencia política como parte de la violencia en contra de las mujeres o que se desarrolle una norma similar.
—¿Cómo se ve a Bolivia en los casos de violencia?
—Lastimosamente, Bolivia está entre los primeros lugares en violencia y en feminicidio, esa es la igualdad sustantiva a la que todavía no llegamos, entonces, Bolivia ha dado un paso importante que es tipificar, contar con una ley, con una ruta de atención.
Pero todavía nos falta este otro paso que todo esto se plasme en la transformación de la vida de las mujeres que sería que se plasme en la erradicación de la violencia y ahí Bolivia pase a los países finales, es decir, que ya no esté entre los cuatro o cinco primeros países por violencia y por feminicidio.
—¿Cuál es el reto de ONU Mujeres en la deconstrucción de estos estereotipos con los hombres?
—Las agencias de las Naciones Unidas, entre nuestros retos, tenemos un trabajo conjunto para aportar en la deconstrucción de estos estereotipos de género.
Entre ellos, abrir los roles para que sean roles humanos, para que sean roles de las personas y no roles de mujeres y hombres.
En esto estamos trabajando para tener una entrada integral e integrada que posibilite aportar a la sociedad boliviana.
Esto en coordinación con entidades, con organizaciones de la sociedad civil.
PERFIL
Nombre: Nidya Pesántez
Cargo: Jefa de Naciones Unidas en Bolivia
Experta
Cuenta con más de 25 años de experiencia en defensa de los derechos humanos, derechos de las mujeres y en la acción por el desarrollo de los pueblos.