El magisterio rural está a punto de firmar un acuerdo, el urbano alista más medidas
El magisterio rural espera el lunes consolidar el acuerdo con el Ministerio de Educación, en tanto que el urbano continúa con las movilizaciones.
El Ministerio de Educación se reunió con ambos sectores. Foto: Ministerio de Educación.
Posiciones opuestas han seguido el magisterio rural y el urbano, mientras que el segundo se prepara para radicalizar sus medidas de presión, el rural se acerca a firmar un acuerdo con el Ministerio de Educación y afirma que agotará las vías del diálogo para conseguir respuestas favorables para su sector.
“Nosotros hemos instalado la mesa de diálogo con el Ministerio de Educación, de manera muy responsable estamos avanzando en nuestro pliego y tenemos respuestas favorables. El cual esperamos que este día lunes, tras levantar el cuarto intermedio, a las seis de la tarde estaríamos firmando ya el acuerdo final”, indicó el ejecutivo del magisterio rural de Bolivia, Ruddy Callisaya.
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En la vereda opuesta se encuentran los maestros urbanos que ha visto insuficientes las propuestas del Gobierno. Pese a los múltiples llamados a dialogar y la entrega de respuestas a su pliego petitorio, el sector no cesa sus medidas de presión e incluso planifica radicalizarlas hasta que se le dé la respuesta que espera.
Para este viernes, los movilizados planifican un ampliado, en el cual definirán las nuevas estrategias para hacer cumplir sus demandas.
MAGISTERIO
“Se va a hacer una evaluación de esta semana de conflicto; y seguramente en esa instancia se va a determinar de qué forma vamos a radicalizar nuestras medidas a nivel nacional”, expresó el dirigente del magisterio urbano, Ludwin Salazar.
Cinco demandas movilizan al magisterio urbano ya por seis semanas. Exige mayor presupuesto, más ítems, realización de un congreso nacional, compensación de carga horaria y suspender la aplicación de la malla curricular actualizada.
El Ministerio de Educación los ha vuelto a convocar al diálogo. “Les pedimos despojarnos de todo interés y aceptar la oferta que les hicimos, al igual que lo hizo el magisterio rural”, indicó el ministro de Educación, Édgar Pary.
Claramente sin unidad, los maestros apuestan por estrategias diferentes. “Respetamos el movimiento del magisterio urbano, como también exigimos el respeto al magisterio rural boliviano; no queremos entrar en polémica, no queremos entrar en el juego provocativo que hacen los dirigentes del magisterio urbano”, afirmó Callisaya.