La Compañía de Jesús reafirmó este martes que el sobre que el 20 de junio entregó al Ministerio Público, supuestamente con el diario del sacerdote Alfonso Pedrajas (+), “fue tal como llegó de Roma”.
“El sobre fue remitido al Provincial en Bolivia por la Curia General de la Compañía de Jesús en Roma, que a su vez lo recibió del Dicasterio de la Doctrina de la Fe del Vaticano”, dijo la orden religiosa en un comunicado.
En la mañana, la directora de la Fiscalía Especializada en Delitos en Razón de Género y Juvenil, Daniela Cáceres, informó que el documento recibido es “incompleto”, “tachado” y “borrado”. “Hemos recibido ese sobre cerrado, como se ha informado; sin embargo, debemos lamentar que la información que se ha brindado no sea completa”, dijo en conferencia de prensa.
La Compañía de Jesús se apuró en responder la denuncia de la funcionaria y dijo que “no conoce cómo llegó dicho documento al Dicasterio de la Doctrina de la Fe ni si fue entregado completo o en condiciones de total legibilidad”.
Dicasterio
Aclaró que “ese aspecto tendrá que ser informado por dicho dicasterio”.
El 30 de abril, el periódico El País de Madrid, España, informó de la existencia de un diario de Pedrajas, que admitió en ese documento que, en su misión en Perú, Ecuador y, especialmente, Bolivia abusó de decenas de niños.
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“Hice daño a mucha gente (¿85?), demasiada”, citó el rotativo en su reportaje Diario de un cura pederasta, que se basó en 383 páginas de las memorias del cura jesuita escritas en Historia.
El 20 de junio, dicha orden de la Iglesia Católica informó que entregó el documento a la Fiscalía de Coña Coña, en Cochabamba. Entonces, aclaró que se trataba de un sobre cerrado, cuya copia iba a solicitar luego.
‘Transparencia’
“La entrega del diario tal y como fue recibido, sin conocer ni valorar su contenido, ha sido una clara muestra de transparencia y de la voluntad de la Compañía de Jesús de colaborar con la justicia, por el bien de las víctimas de abusos sexuales de Alfonso Pedrajas u otros jesuitas”.
Ocho sacerdotes jesuitas, seis de ellos fallecidos y dos en vida, son investigados en Bolivia por presuntos abusos clericales. Además, otros cinco son señalados como encubridores de Pedrajas o, en su caso, que no atendieron las denuncias de las víctimas.
La mayoría de los niños y niñas abusados por los sacerdotes provenía de centros educativos y de acogida dependientes de la Compañía de Jesús. El colegio Juan XXIII de Cochabamba fue la fuente de esos ilícitos, donde oficiaban o de directores o docentes los curas acusados.