A través de una nota, la Compañía de Jesús rechazó la acusación de José Luis Gareca, abogado de un grupo de víctimas de pederastia clerical, quien presentó un esquema de los curas involucrados en los abusos sexuales al que calificó como “organización criminal”.
Rechazamos “con firmeza la injusta y temeraria acusación que (Gareca) la califica, sin sustento alguno, como una ‘organización criminal’, según declaraciones del abogado de un grupo de exalumnos del antiguo colegio internado Juan XXIII, publicadas en medios de comunicación”, señala el documento.
En pasados días, el abogado dijo que tiene en su poder videos en VHS y cartas con el relato de las víctimas, pruebas que, dijo, las presentará en su momento.
Dice la nota que los jesuitas niegan tener responsabilidad institucional en los casos de abusos que algunos de sus miembros hayan cometido o supuestamente encubierto. “Se trata de responsabilidades personales que cada quien deberá asumir ante la justicia”.
OBRAS
La institución resalta las obras sociales “en las que numerosos jesuitas, con amplio reconocimiento público o de manera silenciosa, han entregado sus vidas en beneficio de cientos de miles de personas a lo largo de la fecunda historia de la orden en el país”.
“La Compañía de Jesús en Bolivia hace un nuevo y vehemente llamado a que se presenten las denuncias y pruebas correspondientes ante el Ministerio Público. Solo de esta manera se podrá coadyuvar real y efectivamente a la investigación de los casos que existan, pues la prioridad es la justicia integral para las víctimas”, dice el comunicado.
Las investigaciones de pederastia clerical continúan. Desde el 30 de abril, cuando se destapó el escándalo”, hasta la fecha se presentaron más casos y más denunciados en torno a este caso.
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El periódico El País, de España, develó el diario del sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas (+) que admitió que su misión en Bolivia, Perú y Ecuador abuso de decenas de niños.
“Hice daño a mucha gente (¿85?), demasiados”, develó en su texto de 383 páginas descubierto por su sobrino, Fernando Pedrajas, quien luego entregó la copia al diario.
El caso ha motivado investigaciones en Bolivia, que apuntan a ocho sacerdotes jesuita como abusadores sexuales (seis de ellos fallecidos) y otros siete, como encubridores.