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Solo el 38,2% tiene seguro y es ‘martirio’ buscar atención

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Salud. Personas adultas mayores hacen fila en el hospital de Clínicas, en La Paz, por una ficha

Si bien el 38,2% de la población boliviana cuenta con un seguro de salud, según los datos del Viceministerio de Seguros de Salud y Gestión del Único de Salud, el acceso a los servicios de salud “es un martirio”, según testimonios de algunos afiliados.

Los datos, hasta agosto de este año, muestran que el 61,8 % de la población está beneficiada con el Seguro Único de Salud (SUS), en el subsector público.

El SUS entró en vigencia en marzo de 2019, durante el gobierno del expresidente Evo Morales, con un presupuesto inicial de $us 200.000, con la misión de brindar atención “a toda la población”.

Entre el universo de asegurados están los beneficiarios titulares, cuya cobertura llega desde sus fuentes laborales y se extiende, en algunos casos, hasta sus familiares dependientes; es decir, hijos, esposa o esposo. Además, están registrados jubilados, derechohabientes y voluntarios, que aportan de manera individual para el acceso a los servicios de salud.

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Seguro

Algo conocidas y muy recurrentes son las quejas de los asegurados, que denuncian una serie de “desatenciones”. En ese sentido, La Razón pudo recoger algunos testimonios de pacientes que recorrieron un “calvario” para acceder a la atención en sus respectivos seguros.

Miguel, un trabajador dependiente asegurado en la Caja Nacional de Salud (CNS) y que vive en El Alto, contó a este medio cómo “se pasaron la pelotita” entre dos hospitales a los que acudió en busca de atención.

“Estaba con fiebre y fui al policlínico de emergencia y me derivaron al (hospital) Obrero, en La Paz. Cuando llegué, me dijeron que debía ir al hospital (alteño) Santiago II (en la zona del mismo nombre)”, relató, y dijo que en ambos nosocomios le exigieron una prueba de COVID-19, que también se responsabilizaban entre sí.

“(…) Me han hecho ir tres veces de hospital en hospital; me imagino que el motivo era administrativo. Finalmente, no han podido dar con mi diagnóstico. Cuando volví a Emergencias, estaba con temperatura, inflamación en las amígdalas y salpullido en el cuerpo; me diagnosticaron alergia ‘medicamentosa’, por los medicamentos que me daban entra cada ida y venida”, añadió.

En Bolivia “existen 16 entes gestores de la Seguridad Social de Corto Plazo, donde se incluye a los seguros sociales universitarios”, dijo la Autoridad de Supervisión de la Seguridad Social de Corto Plazo (ASUSS) consultada por este medio.

Entre los entes gestores de seguros de salud se encuentran la Caja Nacional de Salud, Caja Petrolera de Salud, Caja de Salud de la Banca Privada, Caja Bancaria Estatal de Salud, Caja de Salud del Servicio Nacional de Caminos y Ramas Anexas, Caja de Salud CORDES, Seguros Sociales Universitarios, Corporación del Seguro Social Militar (Cossmil) y Seguro Integral de Salud.

Atención

No obstante, existen en el país 30 entes gestores delegados, que responden a instituciones específicas, como en los casos de la empresa minera Colquiri o la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco).

Otro de los casos que conoció La Razón es el de Ada, que llegó hasta la unidad de Emergencias del Hospital Obrero, derivada de su policlínico con un cuadro “grave” de infección urinaria. Relató que al llegar a dicha sala le dijeron que debe “conseguirse” una camilla para ser atendida por el personal de turno. Asistida por su esposo, hallaron lo solicitado, pero fue atendida “en el pasillo de atrás”, junto con al menos otros 15 pacientes, entre hombres y mujeres, que esperaban su turno por la asignación de una sala.

“Solo me han puesto suero y me han dicho que espere al doctor o doctora para que me evalúen, aunque ya me habían tomado muestras de sangre y un urocultivo. Me han dicho que los resultados estarían para el lunes (la entrevista era jueves)”.

Y siguió: “Al día siguiente (viernes) llega una doctora y me dice ‘yo la veo bien, tiene que irse a su casa’. Inmediatamente he tenido que reclamar mis derechos de afiliada, ya que soy jubilada aportante, porque la doctora ni siquiera vio mi historia clínica. Cuando la revisó, ni se disculpó, pero ha tenido que admitir lo que decía mi diagnóstico”.

Dos días después, el sábado, informó a La Razón que le asignaron una habitación en el quinto piso de ese hospital. “Por fin”, dijo. Luego de cuatro días conoció sus resultados y recibió su alta médica; la infección había “bajado” y fue derivada nuevamente a su consultorio.

Martirio

El tema administrativo y la “burocracia” que advirtieron varios usuarios, es bastante común. Rocío (60), jubilada, asistió a su médico familiar aquejada por una dolencia en las articulaciones de la rodilla izquierda y el hombro, fue derivada a un traumatólogo.

“Cuando fui a que me programen la cita con el especialista, resulta que mi cita iba a ser en tres semanas. Mientras, ¿qué hago con mi dolor? Tardan mucho y encima que los (trabajadores administrativos) no tiene paciencia para explicarte los procedimientos. Se enojan si (les) pides que te aclaren algo o directamente te tratan mal. Andan muy malhumorados”, lamentó.

“Cuando te dan recetas, es otro suplicio. Para empezar, siempre te dan paracetamol o ibuprofeno; en algunos casos, tienes que pasar por Vigencia de Derechos, hacer fila para que te atiendan; algunos te explican lo que debes hacer, otros te atienden … ¡uf! Y más si eres de la tercera edad. Finalmente, cuando llegas a la farmacia, resulta que no hay tu medicina. ‘Vuelva a la siguiente semana, te dicen’”, reclamó.

Consultado, un paciente en Oruro, donde radica y recibe atención en su seguro, también compartió una de sus experiencias. El adulto mayor relató que acudió a su centro hospitalario cuando debía hacerse algunos exámenes de sangre; sin embargo, el médico que lo trataba lo derivó a un laboratorio privado, para que los resultados “salgan rápido”, pero la sorpresa se la llevó cuando llegó al recinto recomendado: “Era el mismo doctor de mi seguro”.

Dato

Del otro lado de la moneda, varios usuarios destacaron la implementación de la tecnología por parte de algunos entes gestores, como la Caja Petrolera de salud, que puso al servicio una aplicación móvil para que sus afiliados puedan programar una cita médica en sus diferentes filiales.

Lo mismo pasa con la Caja de Seguro de la Banca Privada, el Seguro Universitario de Cochabamba y otros. “Ayuda bastante, te ayuda a optimizar tu tiempo y distribuirlo mejor”, contó.

Consultada, Carmen, madre de familia, destacó “el buen trabajo que cumple el personal que atiende a su bebé, en el policlínico de la zona de Miraflores, en la unidad de Pediatría. “Varias mamás estamos en un grupo de WhatsApp. Ahí nos hacen recuerdo de las vacunas que les toca a nuestros bebés e incluso publican listas de quiénes ya las recibieron y quiénes no. Debe ser harto trabajo, pero nos atienden bien”, contó.

(09/10/2023)