A pesar de que los incendios están controlados en las poblaciones de Rurrenabaque y San Borja, en Beni, la situación es incierta en esas regiones porque los vientos amenazan con reavivar el fuego.
Esa situación, seguida de la sequía atenta contra la seguridad alimentaria en ambas poblaciones donde día a día se siente la escasez de agua ya que desde hace tres meses no llueve, a pesar de los pronósticos.
“Cuando hablamos de incendios o sequía no se puede dar un dato certero, porque cuando empieza a ventear empieza a reavivarse el fuego» expresó el responsable de relaciones pública de la Alcaldía de Rurrenabaque, Cristhian Agramon, en una entrevista, en La Razón Radio.
Acoró que «(El fuego) sigue arrasando con nuestra Amazonía. Estamos viviendo momentos demasiado angustiosos y tristes. A veces la fuerza del personal voluntario ya no da”,
Informó que de acuerdo con una evaluación preliminar, la pérdida en la producción agrícola es del 80%. Dijo que una mayoría de los pobladores se dedican a la producción de cítricos, yuca, plátano, copoazú y hortalizas.
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“Es lo básico para la canasta familiar y el sustento de las mismas poblaciones campesinas que tenemos en nuestra región”, sostuvo el funcionario.
Además, dijo, que hay un 40% de afectación al turismo, actividad que es otra fuente de ingresos económicos para esa región.
Agramont resaltó el apoyo del Gobierno central a través del Viceministerio de Defensa Civil, que asistió a los afectados con personal y aeronaves para aplacar los incendios.
Del mismo modo, dijo, se hizo llegar donaciones en vituallas y alimentos. Pidió también la solidaridad de la población en medicamentos para los ojos, vitaminas y mochilas para los bomberos voluntarios, entre otros.