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Bolivia crece hacia el oriente y lo urbano predomina

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Los bolivianos se vienen congregando en ciudades

Bolivia tendrá un nuevo censo el próximo sábado 23 de marzo. Será el duodécimo conteo poblacional que se celebrará desde el nacimiento de la República. Las tendencias muestran que los departamentos del oriente serán los de mayor crecimiento.

El oriente boliviano concentra los mayores incrementos en la cantidad de la población a partir de 1950 en adelante. Santa Cruz es el departamento de mayor crecimiento, seguido por Pando y Beni, de acuerdo a la evolución de los datos censales. Se prevé que estas tendencias se verifiquen nuevamente el próximo sábado 23 de marzo, cuando el país encare un nuevo conteo de sus habitantes.

“Las proyecciones revelan que Santa Cruz será el departamento demográficamente más grande del país; con una tasa intercensal prevista entre 1950 y 2024 de aproximadamente el 14.5%, lo que triplica la tasa nacional de 4.6%”, afirma la socióloga cochabambina Marité Zegada. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), actualmente disponibles en su pagina web oficial, la población cruceña estimada para 2024 es de 3,5 millones; esta cifra se verá contrastada cuando se conozcan los resultados oficiales del nuevo censo.

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“Le seguirá muy de cerca La Paz, con aproximadamente 3,1 millones, y por debajo Cochabamba con 2.1 millones, de acuerdo a las estimaciones. El resto de departamentos no alcanzan individualmente al millón de habitantes. En otras palabras, el 71,6% de la población estará concentrada en los tres departamentos del eje central. A nivel de ciudades, la población tiende a concentrarse en La Paz, aunque aparentemente experimentará una caída, El Alto, Cochabamba y sobre todo Santa Cruz de la Sierra”, señala Zegada.

Oriente

Hasta el censo de 1950, los datos muestran que los tres departamentos del oriente, Santa Cruz, Beni y Pando, presentaban un escenario de escasa población. Esto cambió radicalmente luego de la Guerra del Chaco y se aceleró frenéticamente tras la apertura de la carretera entre Cochabamba y la capital cruceña; hecho que se produjo en 1954.

“El oriente, y en particular Santa Cruz, después de un lento crecimiento hasta 1950, experimentó una aceleración muy marcada que respondió al impulso económico que se planteó desde la década de los cuarenta por las observaciones del Plan Bohan. Esto se concretó con la ‘marcha al oriente’ promovida por el gobierno del MNR años después de la Revolución Nacional. Este giro estuvo sostenido en la naciente producción hidrocarburífera (más adelante del gas), y de la agroindustria, que perdura hasta nuestros días”, dice la socióloga y académica.

Zegada prosigue aseverando que “el eje económico de Bolivia dio un giro importante del occidente al oriente. Así, el despegue de Santa Cruz, que continúa en crecimiento, tiene un alcance impredecible”. A partir de las proyecciones actuales del INE, “Santa Cruz, Beni y Pando abarcarían el 34,5% de la población. Esto está muy cerca al eje occidental, que, de acuerdo a las mismas previsiones alcanzarían al 37,3%; nos referimos a los departamentos de La Paz, y por debajo Oruro y Potosí”, afirma.

“El área de los valles, constituido por Cochabamba, Chuquisaca e incluida Tarija, contendrán un 28,2% de la población nacional”, añade Zegada.

historia. En total, de acuerdo a los datos oficiales del INE, en total se han realizado once censos poblacionales en Bolivia desde su conformación como Estado; el primero, data de 1831. “Cuando Bolivia se fundó como República Independiente en 1825, se calculó que contaba con alrededor de un millón de habitantes. Durante las primeras décadas, aproximadamente el 90% vivía en áreas rurales y apenas un 10% en las ciudades más importantes del país. Hacia 1845, en el censo nacional realizado por José María Dalence, la población se había incrementado a 1.4 millones de personas y un estimado de 700.000 ‘indios sin gobierno’”, explica la académica cochabambina.

 “El predominio de la explotación minera, primero de la plata y más adelante del estaño, concentró contingentes poblacionales  alrededor de la zona andina, además vinculada al agro valluno y al comercio en ciudades como La Paz. En ese sentido, de acuerdo a los datos censales del siglo XIX la región de occidente (La Paz, Oruro y Potosí) concentraban el 57% de la población mientras el oriente daba cuenta a penas del 7,8% de los habitantes”, sintetiza Zegada.

Población

Avanzando en el tiempo, un siglo después, en el censo realizado en 1950, la población ascendió a 2.7 millones de personas. A partir de entonces, el crecimiento poblacional intercensal, eventos que se han ido realizando últimamente aproximadamente cada 12 años, ha sido regular y fue de aproximadamente 2 millones de personas entre periodos. Así, en 1976 se registraron 4.6 millones de habitantes; en el censo de 1992, esta cifra ascendió 6.4 millones; en 2001 la población boliviana subió a 8.2 millones; y en el último censo realizado el 2012 se registraron un poco más de 10 millones de bolivianos y bolivianas. La proyección del INE a 2024 consigna una población de 12,3 millones.

“Ahora bien, hay dos datos relevantes sobre los cuales es preciso llamar la atención. En primer lugar, la tendencia irreversible de la migración del campo a la ciudad. En el censo que se realizó en 1950, se estimaba que el 72% de las personas económicamente activas radicaba en la agricultura, es decir habitaban áreas rurales, mientras un grupo minoritario en las principales ciudades. Esta proporción varió drásticamente en el siglo XXI. En el censo de 2012 casi el 70% de la población habitaba más bien en áreas denominadas urbanas, mientras el 30% se encontraba en áreas rurales. Con seguridad, y de acuerdo a proyecciones esta tendencia aún será mayor en el próximo censo 2024. La migración hacia las grandes urbes, pero sobre todo a ciudades intermedias de Bolivia, responde sobre todo a la depresión de la actividad agrícola, la desertización del agro y la búsqueda de mejores condiciones de vida”, sostiene Zegada.

El oriente sigue con baja densidad poblacional


Hasta el censo de 1950, los tres departamentos del oriente, Santa Cruz, Beni y Pando, tenían menos de un habitante por kilómetro cuadrado (km2). Si bien el porcentaje de población que contienen se viene equilibrando con los tres de tierras altas, La Paz, Oruro y Potosí, su densidad de habitantes sigue siendo la más baja.
Bolivia tiene un territorio que totaliza 1.098.581 km2, de los cuales el 59% está contenido en Santa Cruz, Beni y Pando. La Paz, Oruro y Potosí representan el 27,8%, en tanto que el área del valle, Cochabamba, Chuquisaca y Tarija, abarcan el 13,2%. De acuerdo a las proyecciones del INE para 2024, el 34,5% de la población boliviana vive en el primer grupo señalado; en el segundo radica el 37,3%; en tanto que en el tercero lo hace el 28,8%.
Con todo, la evolución de los datos acaba reflejando la historia del país en sus diversos momentos y su gesta territorial.
Ahora bien, es llamativo el hecho de que la mayor densidad poblacional la acumule, por mucho, el departamento de Cochabamba. De acuerdo a los datos del censo de 1950, éste ya era el más denso, con 8,13 habitantes por km2; seguido por La Paz, con 6,37; y Chuquisaca con 5,06.
Las previsiones del INE para 2024 señalan que Cochabamba tiene 39,14 personas por k2 y le siguen La Paz, con 23,2 y Tarija, con 16,47. En contraste, los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando tienen respectivamente 9,57, 2,51 y 2,57 habitantes por km2.
Consultada al respecto, la socióloga Marité Zegada apunta al lugar geográfico que ocupa Cochabamba para explicar esta marcada concentración poblacional. Ilustra este punto indicando que “por ejemplo, en los 16 días de bloqueo que hubo a principios de año, las barricadas estaban sólo en los alrededores de Cochabamba y esto bastaba para afectar al país entero”.

(18/03/2024)