Conferencia Episcopal, indignada por la parodia de la Última Cena exhibida en los JJOO
En un comunicado, señaló que la muestra refleja una clara vulneración al derecho de libertad religiosa
La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) mostró su ferviente indignación por la parodia de la Última Cena exhibida durante la inauguración de los Juegos Olímpicos París 2024.
En un comunicado, señaló que la muestra refleja una clara vulneración al derecho de libertad religiosa, el respeto y la fe. así, se sumó a diferentes organizaciones, personalidades y entidades que expresaron su enfado por lo expuesto en la gala de apertura de los Juegos.
“La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana lamenta, a través de un comunicado, la parodia de la Última Cena, durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, París 2024, considerándolo una vulneración a la libertad religiosa y una ofensa a la fe cristiana”, señala la nota emitida por sus canales oficiales.
Además, replica lo difundido por los cristianos de todo el mundo al manifestar que refuta la parodia. Exhorta a la sociedad creyente a expresar su rechazo contundente pero pacífico: “Debemos mantenernos firmes en lo que creemos”, añade el comunicado.
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Última Cena
Cinco días después, la polémica no cesa en torno a la ceremonia de inauguración de los Juegos de París, que incluyó a drag Queens (hombres que se disfrazan de mujeres). Que fue denunciada por líderes políticos como el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, como un ataque al cristianismo. Calificada de «vergonzosa» por el expresidente estadounidense Donald Trump.
Lo que desató la polémica fue la actuación del cantante francés Philippe Katerine desnudo, excepto con un taparrabos, el cuerpo pintado de azul. Y con un ramillete de flores en la cabeza, delante de una alargada mesa que podría recordar a la Última Cena de Jesucristo y sus apóstoles.
Thomas Jolly, el director artístico de las ceremonias de inauguración y clausura de los Juegos, intentó justificar lo exhibido en París. «Nunca he tenido una voluntad de burlarme, de denigrar nada ni nadie», enfatizó.
La jerarquía eclesiástica francesa también se declaró ofendida. El hombre más rico del mundo, Elon Musk, también dijo que el espectáculo fue “tremendamente irrespetuosos para los cristianos”.
Algunas cadenas televisivas que retransmitían la ceremonia en directo para todo el mundo cortaron apresuradamente esos planos. Que ya generaban rabia entre los presentes a la gala olímpica.