Pederastia clerical: al menos tres escándalos sacuden a la Compañía de Jesús
Los casos Pedrajas, Roma y Mestre se hallan bajo investigación en la Fiscalía
Alfonso Pedrajas Moreno, Luis Roma Padrosa y Alejandro Mestre, los curas jesuitas que violaron a niños y adolescentes
Imagen: La Razón-archivo y El País
Los escándalos de pederastia clerical que involucran a la Compañía de Jesús pusieron en evidencia una historia larga y oscura de violencia sexual en centros educativos administrados por esta orden católica. Al menos tres casos sacuden a esta institución.
El primer caso, develado por el diario español El País el 30 de abril de 2023, es el de Alfonso ‘Pica’ Pedrajas Moreno (+), quien dejó escritos sus delitos sexuales contra al menos 85 niños entre 1970 y 2000 en el colegio Juan XXIII, en la ciudad de Cochabamba. Éste fue solo “la punta del iceberg” de una serie de abusos cometidos por jesuitas.
“Me hicieron daño de chico. Y yo hice daño a mucha gente (¿a 85?), a demasiados. Y es ellos, y con ellos, te hice daño a ti”, dice en un mea culpa ante Jesús sobre la violación que perpetró contra niños en Ecuador, Perú y Bolivia, especialmente en el colegio Juan XXII de Cochabamba.
Los altos cargos de los jesuitas, incluyendo a provinciales y directores de colegios, fueron acusados de estar al tanto de estos abusos. Por ello se les apunta de ser cómplices por omisión y comisión, al no tomar medidas adecuadas para prevenir o detener estos crímenes, a pesar de las evidencias claras y las acusaciones reiteradas.
Luego de más de cinco décadas, y por primera vez en la historia de la Iglesia Católica en Bolivia, dos jesuitas, Marcos Recolons y Ramón Alaix, enfrentaron a la Justicia, acusados por del delito de encubrimiento. Tanto Recolons (ahora con 81 años) como Alaix (de 83) aparecen citados por ‘Pica’ Pedrajas en su diario como dos de los siete altos cargos de la orden en Bolivia que le ayudaron a eludir las denuncias de sus víctimas.
Lea: Además de abusos sexuales, víctima del cura Mestre denuncia también abusos físicos
Compañía de Jesús
Así, en marzo de este año, en una audiencia de medidas cautelares, se dictó para ambos curas su detención domiciliaria y arraigo, además del pago de una fianza.
El caso Pedrajas fue solo uno de los escándalos que involucran a la Compañía de Jesús. Pues, el 16 de junio de este año se develó otro diario del también español Luis María Roma Pedrosa (+).
El País publicó el reportaje de Julio Núñez Los manuscritos de Charagua: la investigación que los jesuitas ocultaron sobre el misionero pederasta que registraba sus crímenes. El sacerdote catalán Luis María Roma Padrosa, ‘Lucho’ abusó durante décadas de cientos de niñas indígenas en Charagua, Bolivia. “Las fotografió, las grabó en vídeo y lo recogió todo por escrito, en el segundo diario de un cura pederasta”, develó el diario.
El reportaje cuenta cómo el sacerdote jesuita, fallecido el 6 de agosto de 2019, reunía a las niñas en grupos, se duchaba con ellas y les tomaba fotografía para luego ver las tomas y masturbarse.
“Hoy han sido poquitas, con lo que he podido ser más exclusivo para algunas. Y los dulces me han rendido muchas más. Buscando cómo ganarme criaturas hermosas. Dos niños varones han sido muy cariñosos conmigo”, dice parte del diario de Roma.
Continúa “A M. R. (una víctima) es la primera vez que le pongo mi mano debajo de la falda de una niña. No ha sido del todo… pero con mi mano sentí el muslo de la chiquita. Tampoco duró mucho porque no quise como darle importancia… pero sí la primera vez. Qué rico”, dice otra parte del diario escrito por Roma Padrosa. al que tuvo acceso La Razón.
Datos
Las memorias de “Lucho” fueron bautizadas por los investigadores eclesiásticos locales como “Los manuscritos de Charagua”. Son 75 hojas guardadas en tres carpetas, escritas a mano, cuando era misionero en Charagua, Santa Cruz, localidad del pueblo guaraní, entre 1994 y 2005.
Un correo electrónico, enviado por el consejero superior general de los jesuitas y asistente regional para América Latina, Claudio Paul, y que ordena ocultar el diario de Roma Padrosa, es otra muestra del encubrimiento de la Compañía de Jesús ante los hechos de abuso sexual clerical.
El País publicó en julio de este año detalles de este correo electrónico que ordena, además, la reparación de las víctimas y hacer público el nombre completo del cura pederasta, pero no revelar sus escritos ni la investigación interna.
Este mail, escrito el 25 de febrero de 2020, dirigido al provincial Ignacio Suñol, máximo cargo de la congregación en el país latinoamericano, ordenaba seguir los pasos luego de concluir la investigación que se había comenzado en 2019 en contra del español ‘Lucho’ Roma.
Estas investigaciones confirmaron los abusos sexuales cometidos por el cura entre 1982 y 2002 a al menos un centenar de niñas. “Estimado Ignacio, retomando nuestra conversación de ayer: 1. Reparación de víctimas. (…) preparar un plan de reparación para atender las posibles demandas. Se trataría fundamentalmente de ofrecer la posibilidad de terapia psicológica a víctimas que se presentarán (…)”.
Víctima
Ordena también establecer “con claridad” quiénes se ocuparían de recibir a la víctima “preferencialmente no un jesuita” y establecer con ella el tipo de reparación.
Respecto de la información, Paul ordena que, una vez que esté establecida la reparación a las víctimas, “habría que enviar información, explicitando el nombre del P. Luis Roma Padrosa (no solo iniciales)”.
“Sobre la investigación y el diario del P. Roma se deben conservar en la Curia con mucho cuidado (información clasificada)”, ordena Paul.
Estos manuscritos solo abarcan el periodo que ‘Lucho’ Roma pasó en Charagua.
“Sin embargo, los jesuitas bolivianos desoyeron todas las instrucciones menos una, la de ocultar la existencia de las memorias de Lucho Roma, bautizadas como Los Manuscritos de Charagua por el pueblo donde escribió estas memorias cuando era misionero y abusaba de sus víctimas.”, señala el reportero Luis Núñez, de El País, en su reportaje.
Más
Otro caso de encubrimiento apunta a tres sacerdotes: Osvaldo Chirveches, Bernardo Mercado e Ignacio Suñol, quienes, de acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, tenían conocimiento del delito en que incurrió el exarzobispo Alejandro Mestre.
En una nota de prensa, la Fiscalía detalló que Mestre Descals, fallecido en 1988 sin ser investigado, cumplió funciones en un establecimiento educativo en La Paz y “violó a un niño en dos oportunidades” en 1961.
La víctima, entonces de 12 años, contó a la Fiscalía que también sufrió abusos físicos de parte de Mestres, quien fue arzobispo de La Paz y secretario general de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).
Sobre este caso, La Razón intentó obtener una posición de parte de la Compañía de Jesús. Una fuente dijo que mientras no sea notificada, no dirá nada.
La Compañía de Jesús de Catalunya, que regenta los colegios de los jesuitas, admitió que tuvo 44 abusadores sexuales en sus filas e hizo público el nombre de 14, entre ellos figura Luis Tó Gonzáles, Francesc Peris y Francesc Roma Padrosa, hermano de Luis Roma.
Tó
Luis Tó González tenía 25 denuncias en su contra; fue destinado a Bolivia pese a que tenía una condena por abusar de una niña en España en los años 90, cuando era profesor.
Tó tenía prohibido ser docente o pastor; sin embargo, colaboró en el Centro de Multiservicios Educativos de los jesuitas y en las escuelas populares de Fe y Alegría. “Los jesuitas mentían”, el sacerdote continuaba agrediendo sexualmente a menores y sus superiores tuvieron constancia de todo ello, según la denuncia interna el 2001 de un miembro de la orden que fue expulsado. Tó falleció en 2017.
El sacerdote jesuita Francesc Peris, apodado ‘Chesco’, fue enviado a Bolivia por la Compañía de Jesús en Catalunya en 1983. Pero solo estuvo ahí un año, durante el que ejerció de profesor en el colegio Juan XXIII de Cochabamba.
Finalmente, Francesc Roma también abusó sexualmente de niños indígenas en Bolivia.
En la lista no figuran muchos otros que cometieron abusos sexuales y violaciones en el país.
(19/08/2024)