Un diagnóstico realizado por el Observatorio Plurinacional de Calidad Educativa (OPCE) develó que solo 3 de 100 estudiantes del sexto de secundaria aprobaron una evaluación en la asignatura de Matemática; la cifra de aprobados en Química es similar y solo 2 en Física.
El estudio realizado por el Observatorio, dependiente del Ministerio de Planificación, también develó que 43 de 100 estudiantes rindieron de manera satisfactoria una prueba de lectura; vale decir que el nivel en comprensión lectora es bajo.
Y en Educación Integral de la Sexualidad siete lograron aprobar.
El diagnóstico se realizó a finales de 2023 a 3.600 estudiantes de sexto de secundaria en Bolivia; con una muestra de 152 unidades educativas a nivel nacional en los nueve departamentos; de las cuales 118 eran fiscales, 15 de convenio y 19 privadas.
El director ejecutivo del OPCE, Jiovanny Samanamud, dijo a La Razón que este diagnóstico permitió tener una idea de lo que sucede en el país respecto del aprendizaje y la retención de los estudiantes en esas asignaturas; ya que la evaluación abarcó todo lo aprendido en los seis años de escolaridad secundaria.
El funcionario señaló que el diagnóstico es claro y que muestra que el grado de retención de aprendizaje en los estudiantes es “demasiado bajo”.
“Este diagnóstico ha demostrado que los niveles de conocimiento en estudiantes, en esas asignaturas, está demasiado bajo. Habría que definir qué es lo que espera Bolivia que debería tener como base un bachiller de retención. Es un primer elemento que tiene que ser discutido para, sobre la base de ello, hacer modificaciones o mejoras en el currículo educativo”, señaló el director.
Asimismo, se realizó un relevamiento de datos sobre la situación socioeconómica de los estudiantes; lo que develó que más del 50% trabaja más de seis horas; es decir que al nivel de sexto de secundaria en Bolivia hay un alto índice laboral de los estudiantes.
“Entonces, es obvio pensar que demasiada carga laboral impide a los estudiantes la retención de lo que aprenden en sus colegios. Entonces, tenemos esa hipótesis de que la falta de retención es la dependencia sobre el tema económico”, consideró Samanamud.
Otro elemento identificado en el estudio, dijo el director, es que existe “demasiada flexibilidad” de parte de los educadores que aplican formas de evaluación extracurriculares. Entre los ejemplos citó la participación en horas cívicas y actividades de otro tipo a través de las cuales obtienen “puntos” extra.
“Hay muchas formas de evaluación que están ligadas a otras actividades como horas cívicas, fiestas, actividades de otro tipo. Cuando hemos hecho la evaluación encontramos que los estudiantes aprueban la materia; pero el desempeño es bajo. Obviamente se debe a la organización del sistema educativo; pues su método de evaluación no toma en cuenta el desarrollo de los contenidos sino actividades extracurriculares”, mencionó.
Al analizar los puntajes alcanzados según la dependencia de las unidades educativas; es decir entre los colegios privados, fiscales y de convenio, se observó mayores diferencias en el rendimiento de las asignaturas.
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Por ejemplo, se pudo determinar que los estudiantes de unidades educativas privadas alcanzan con mayor frecuencia puntajes arriba de los 40 puntos; en comparación de las escuelas fiscales y de convenio. Mientras que casi el 30% de los estudiantes de colegios particulares alcanzan puntajes entre 40 y 60 puntos; cerca del 10% alcanza los mismos resultados en los fiscales. Además, en las privadas se puede encontrar cerca de un 5% de estudiantes que alcanzaron puntajes de 60 puntos o más; en tanto que en los otros tipos de escuelas del nivel secundario el porcentaje de estudiantes que alcanza estos puntajes es prácticamente inexistente (menos del 1%).
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Casi el 20% de los estudiantes de sexto de secundaria que participaron en la prueba diagnóstica preliminar de Matemática obtuvieron entre 0 y 20 puntos; los cuales son puntajes por debajo de la media nacional.
Poco más de un 40% de los estudiantes alcanza entre 21 y 30 puntos, y el restante 40% alcanza puntajes de 31 puntos o más. Sin embargo, menos del 5% alcanza resultados satisfactorios: Solo el 3% de los estudiantes de sexto de secundaria obtienen un puntaje de 51 puntos o más, que es el puntaje mínimo de aprobación el sistema educativo.
Además, se muestra que los resultados de la prueba evidencian que los temas con un menor porcentaje de respuesta correcta son: límites, la recta, la elipse y la hipérbola (geometría analítica). Estos tres temas alcanzan cerca del 20% de respuesta correcta, que está por debajo del porcentaje de los demás. El componente temático con los resultados más bajos es el de Geometría Analítica. En este componente el porcentaje de respuesta correcta va de 21% a 27%. Le sigue Cálculo diferencial, cuyos porcentajes de respuesta correcta va del 19% al 33% respectivamente.
En la asignatura de Física, los resultados más bajos entre los contenidos de cuarto, quinto y sexto de secundaria, tienen menos del 20% de respuesta correcta. La unidad temática más baja es Dinámica con 12% de respuesta correcta y corresponde al quinto de secundaria. Le sigue Circuitos de Corriente Eléctrica con 19% de respuesta correcta y Energía y Potencia Eléctrica con 20% de respuesta correcta, ambas de sexto de secundaria.
En la asignatura de Química, el diagnóstico develó que en general, todos los contenidos específicos alcanzan entre 25% y 30% de respuesta correcta.
Los contenidos específicos con un mejor porcentaje de respuesta correcta pertenecen a cuarto de secundaria y es con el conocimiento de la Tabla Periódica, con más del 40% de respuesta correcta, y Reacciones Químicas, que alcanzaron a 34%.
En cambio, los contenidos con un menor porcentaje de respuesta correcta son Enlaces Químicos, de cuarto de secundaria y Fundamentos de estequiometría, de quinto de secundaria. Ambos con 23% de respuesta correcta. Los resultados de los contenidos de sexto de secundaria rondan el 30% de respuesta correcta de manera estable.
Respecto de la lectura, los datos del diagnóstico reflejan que el porcentaje de estudiantes, según puntajes obtenidos, muestran que la mayoría de estudiantes se concentra en el rango de 31% a 60% de respuestas correctas, con muy pocos estudiantes en los rangos superiores.
El 14% alcanza un nivel superior al 61% o más de respuestas correctas y tan solo un 5% llega a un 71%. También muestra que solo un 19% puede responder correctamente menos del 30% de la prueba. Los resultados indican un segmento superior de rendimiento muy reducido, un segmento mayoritario con un rendimiento medio o bajo y un segmento considerable, cercano al 20%, de estudiantes con serias dificultades de lectura.
En tanto, la comprensión satisfactoria se logra únicamente por una mínima parte de estudiantes; mientras que la gran mayoría presenta una comprensión media o baja, con diversas dificultades. Si se establece un corte de aprobación en el 50%, solo 3 de cada 10 estudiantes aprueban la evaluación de lectura.
En esta área se verificó que los estudiantes que poseen libros en sus hogares tienen un mejor rendimiento alcanzado. La diferencia llega a 14 puntos porcentuales, entre los que más libros poseen y los que tienen menos de diez o ninguno.
“Esto indica la importancia de generar políticas que permitan solventar la falta de acceso a libros de los estudiantes. En esta línea, una posible política de mejora de los aprendizajes en lectura, de estudiantes de familias con bajos ingresos, es la dotación de libros, tanto personales, como de bibliotecas escolares”, señaló Samanamud.