A Toru Takemitsu
1
Vemos
de las nubes del bosque del agua indescifrables
vemos
cómo se agitan
La agitación en las cosas del mundo
su predominio
siempre
súbito
nos conduce
a la meditación
2
Si el agua duerme
su cuerpo es demorado sueño
si danza
innumerables y bellas figuraciones resuenan
El agua respira fuera del conocimiento
3
El cristal del agua se modifica
en su diafanidad
los pasos de la luz
se reflejan
re/pasan por las huellas de un aliento anticipado
acogen el fulgor de una sustancia que latiente
espera
ser derramada
4
Oímos decir el viento atraviesa la vida del fondo
en lo alto su tensión precede a la nieve
y vemos
con las palabras
Arrastrándose
el viento sacude
el umbrío resonar de los troncos
del bosque
juega con la condición lúdica de las alas de los pájaros
y de los pájaros
atrae
el canto
Canta
En el mar
se desplaza cimbreante
como la cola de un pez que se prodiga
insuflado
arenoso
penetra en las fracturadas cavidades
del coral
5
Como el dorso de la mano que a despertar se arriesga
solo una fibra
de esta magnificente expresión marina
se adelanta
un movimiento primitivo cobija su entrega
Repentinas láminas
casi transparentes
vibran
en coro ascienden
irrumpen en el cielo del silencio
La materia busca en el vacío
7
Escuchemos
algo quiere ser visto
desde un estrecho y abrigado centro
se proyecta un don
Las iluminaciones se despiertan
Las iluminaciones son lo que quiere ser visto
Se incorporan
delgados tallos
relucientes se yerguen
Intensiva verticalidad
rebasa sus aparentes contornos
hablando del amor
como las lágrimas
Mi fuego tus dos manos.
Libro
Vilma Tapia Anaya nació en La Paz en 1960. Este poema forma parte de su libro Mi fuego tus dos manos que Plural Editores de La Paz pondrá en circulación próximamente. Es también autora de Luciérnaga de fondo (2003) y La fiesta de mi boda (2006).