La primera novela de J. K. Rowling para adultos, The Casual Vacancy, muestra el panorama social de una pequeña ciudad inglesa. Describe a una próspera familia de médicos indios, un padre que pega a su mujer y sus hijos en privado, un portavoz político tan poderoso como grueso y cuatro adolescentes que se rebelan contra la rigidez del mundo burgués. A sus 47 años, Rowling es una de las mujeres más ricas del mundo. Los siete volúmenes de su serie de Harry Potter se han traducido a 72 idiomas y han vendido alrededor de 450 millones de ejemplares en todo el mundo.

— En su novela no hay nada de magia ni brujería. ¿Lo ha echado de menos?

— He agotado verdaderamente lo mágico. Fue muy divertido mientras duró, pero lo he dejado atrás por el momento. Si existe alguna relación entre Harry Potter y mi novela nueva es mi interés por los personajes.

— Después del último volumen de Harry Potter, ¿pensó alguna vez en dejar de escribir?

— No, ni se me pasó por la cabeza. Llevo escribiendo toda mi vida y escribiré siempre. Pero a veces sí me he dicho a mí misma que no estoy obligada a publicar nada más. El éxito de Harry Potter me dio mucha libertad. Ya puedo pagar mis facturas…

— La hipocresía de la clase media es un tema importante del libro. ¿Por qué le interesa?

— En las relaciones humanas existe una tendencia desagradable que es que sentimos cada vez menos empatía entre nosotros. Juzgamos todo el tiempo a personas a las que no deberíamos juzgar, porque no las conocemos lo suficiente. En mi opinión, la falta de empatía es la base de muchos problemas, y creo que está perturbando nuestra sociedad.

— ¿Cuál es el motivo?

— En una época de dificultades económicas, la gente está menos dispuesta a ayudar a los demás. Estos no son buenos tiempos para la empatía.

— En su nuevo libro, la clase media tampoco tiene una vida muy feliz.

—A veces me deprimía escribir el libro. Es una novela sobre cómo nos engañamos a nosotros mismos. Sin embargo, algunos personajes están firmemente convencidos de que todo lo hacen bien, y eso también resulta divertido. En la clase media existe mucha ambición, mucha competitividad y mucha hipocresía, por lo que es un terreno bastante fértil para un escritor.

— Hasta el día de la publicación de su novela, sólo habían visto el manuscrito unas 30 personas en todo el mundo. ¿Por qué le resulta tan importante mantener todo ese control?

— Al final, la publicación de los libros de Harry Potter despertaba una expectación enorme, que acabó descontrolándose y me producía mucho estrés. Esta vez, quería que las cosas fueran un poco más normales.