Thursday 28 Mar 2024 | Actualizado a 09:23 AM

La muerte de un indignado

A sus 95 años murió Sthépane Hessel, inspirador del movimiento de los indignados

/ 3 de marzo de 2013 / 04:00

Stéphane Hessel, el autor del best seller de 32 páginas ¡Indignaos!, que catalizó y originó el nombre del movimiento ciudadano de los indignados en Grecia y España, falleció el martes a los 95 años en París. Antiguo diplomático, miembro de la Resistencia contra los nazis, europeísta convencido y defensor de los Derechos Humanos, Hessel vendió más de cuatro millones de ejemplares de ¡Indignaos! en casi 100 países desde que la obrita se publicó en octubre de 2010.

Nacido en Berlín, en 1917, Hessel se convirtió en ciudadano francés en 1937 después de que sus padres se instalaran en París en 1925. Durante la Segunda Guerra Mundial, se enroló en la Resistencia, fue condenado a muerte, capturado por la Gestapo y deportado en 1944 al campo de concentración de Buchenwald. Tras la guerra inició una larga carrera en la diplomacia, coordinó la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, medió en diversos conflictos  y se convirtió en un referente de la humildad, la humanidad y la justicia social.

Hombre de izquierdas y europeísta de cuna, su libro ¡Indignaos! se convirtió en una suerte de guía para el movimiento español de los indignados nacido de las manifestaciones del 15-M en 2011. Al principio, sus razones para la indignación fueron, sobre todo, la creciente desigualdad entre los ricos y los pobres, la forma en que Francia trataba a los inmigrantes y los ataques contra el medioambiente.

Nacido el año de la revolución soviética, según le gustaba decir, Hessel procedía de una familia judía convertida al luteranismo que se instaló en París en 1925. Su padre, Franz Hessel, y su madre, Helen Grund, los dos artistas, vivieron un trío amoroso con el también escritor Henri-Pierre Roché, que acabaría dando origen a una de las películas más célebres del cine francés, Jules et Jim (1962), que interpretó Jeanne Moreau y Oskar Werner.

Su madre, una mujer libre y dominadora que intentó hacer de su vida una obra de arte; su padre, que tradujo a Proust al alemán con el filósofo Walter Benjamin, y Roché transmitieron al pequeño su amor por la cultura, la poesía y la literatura.

Nacionalizado francés en 1937, Hessel, que hablaba alemán, inglés y francés, se convertiría en un activista precoz siguiendo los cursos de Merleau-Ponti y leyendo a Sartre.

El impresionante éxito de su breve libro  ¡Indignaos! le llenó de alegría y convirtió a Hessel en el principal referente de los movimientos de jóvenes airados en España o Grecia. Con su vitalidad intacta hasta casi el final de sus días, no dejó de viajar, de conceder entrevistas y de dar conferencias. Su europeísmo, su espíritu aventurero, su apertura de mente, su inteligencia apasionada y su amor a la cultura le confirieron un aura mítica, aunque siempre dijo que su tardío éxito entre los jóvenes se explicaba por el momento histórico que vive Europa: “Las sociedades están perdidas, se preguntan qué hacer para encontrarse y buscan un sentido a la aventura humana”.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

La muerte de un indignado

A sus 95 años murió Sthépane Hessel, inspirador del movimiento de los indignados

/ 3 de marzo de 2013 / 04:00

Stéphane Hessel, el autor del best seller de 32 páginas ¡Indignaos!, que catalizó y originó el nombre del movimiento ciudadano de los indignados en Grecia y España, falleció el martes a los 95 años en París. Antiguo diplomático, miembro de la Resistencia contra los nazis, europeísta convencido y defensor de los Derechos Humanos, Hessel vendió más de cuatro millones de ejemplares de ¡Indignaos! en casi 100 países desde que la obrita se publicó en octubre de 2010.

Nacido en Berlín, en 1917, Hessel se convirtió en ciudadano francés en 1937 después de que sus padres se instalaran en París en 1925. Durante la Segunda Guerra Mundial, se enroló en la Resistencia, fue condenado a muerte, capturado por la Gestapo y deportado en 1944 al campo de concentración de Buchenwald. Tras la guerra inició una larga carrera en la diplomacia, coordinó la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, medió en diversos conflictos  y se convirtió en un referente de la humildad, la humanidad y la justicia social.

Hombre de izquierdas y europeísta de cuna, su libro ¡Indignaos! se convirtió en una suerte de guía para el movimiento español de los indignados nacido de las manifestaciones del 15-M en 2011. Al principio, sus razones para la indignación fueron, sobre todo, la creciente desigualdad entre los ricos y los pobres, la forma en que Francia trataba a los inmigrantes y los ataques contra el medioambiente.

Nacido el año de la revolución soviética, según le gustaba decir, Hessel procedía de una familia judía convertida al luteranismo que se instaló en París en 1925. Su padre, Franz Hessel, y su madre, Helen Grund, los dos artistas, vivieron un trío amoroso con el también escritor Henri-Pierre Roché, que acabaría dando origen a una de las películas más célebres del cine francés, Jules et Jim (1962), que interpretó Jeanne Moreau y Oskar Werner.

Su madre, una mujer libre y dominadora que intentó hacer de su vida una obra de arte; su padre, que tradujo a Proust al alemán con el filósofo Walter Benjamin, y Roché transmitieron al pequeño su amor por la cultura, la poesía y la literatura.

Nacionalizado francés en 1937, Hessel, que hablaba alemán, inglés y francés, se convertiría en un activista precoz siguiendo los cursos de Merleau-Ponti y leyendo a Sartre.

El impresionante éxito de su breve libro  ¡Indignaos! le llenó de alegría y convirtió a Hessel en el principal referente de los movimientos de jóvenes airados en España o Grecia. Con su vitalidad intacta hasta casi el final de sus días, no dejó de viajar, de conceder entrevistas y de dar conferencias. Su europeísmo, su espíritu aventurero, su apertura de mente, su inteligencia apasionada y su amor a la cultura le confirieron un aura mítica, aunque siempre dijo que su tardío éxito entre los jóvenes se explicaba por el momento histórico que vive Europa: “Las sociedades están perdidas, se preguntan qué hacer para encontrarse y buscan un sentido a la aventura humana”.

Temas Relacionados

Comparte y opina:

Últimas Noticias