Wednesday 24 Apr 2024 | Actualizado a 09:22 AM

Lugares impropios

Santiago Contreras ha montado una corta exposición de fotografía y video

/ 18 de agosto de 2013 / 04:00

Santiago Contreras nos presenta en esta oportunidad la muestra denominada Lugares impropios. Quisiera referirme a los lugares impropios, a la construcción mental que genera el estudiar la obra, se puede hacer de ella una psicología definida de lo que me transmiten sus fotografías y videos.
Mientras más simple es la imagen de un espacio, más grandes son los sueños.

Uno de los primeros valores de la obra es la inmovilidad, la conciencia de estar en paz en ese lugar, porque la inmovilidad irradia, construye un armazón imaginario alrededor de nuestro cuerpo, que se cree que está oculto de quienes lo habitan. Es cuando estos espacios o lugares generan imágenes irreales, las sombras que generan ya no son muros. Donde un mueble es una barrera, donde un estante es un techo, habrá que pensar pues en el ser interno del espacio que la habita.

Poco a poco me acercaba a mi lugar, a mi espacio con mucha paz. Cada vez que daba un paso sentía su presencia y de pronto estaba allí, mi lugar, mi espacio estaba frente a mí, con su lámpara de kerosene aferrada, ¡¡era irreal!!… Casi palpable en mí, ya estaba arrinconado a él, las contraventanas, las cortinas, los cajones del armario, la tapa del caldero viejo, las hendiduras en los muros, el develar, el dejar fluir el construir y el destruir, el apresurar a la muerte, todas ellas como seres…  Cuando me sintieron, se cerraron, huyeron.

El ser del lugar se revela en el momento en que sale de aquel rincón de la mente.
En tal ejemplo, el lugar se revela en la fotografía y el video de Contreras, porque en ellos está inscrito el hilo conductor, la función orbital, pues todos los lugares o espacios están irremediablemente encantados, es decir, habitados. Este recurso es el que te otorga una infinidad de cosas dignas, y menciono una, el solo hecho de ocupar el espíritu en la eternidad.

Los lugares impropios pueden llegar a reconocernos no importa la dimensión, la lejanía, la materia con la cual están hechos, mientras haya seres vivos que llenen espacios vacíos, las imágenes de estos espacios siempre las habitan.

El mecanismo contemporáneo ha creado, según parece, objetos cercanos al individualismo del artista, aproximándose a una producción filosófica que explora el contexto intrínseco, fuere cual fuere el contexto en el que se encuentre.

La obra, por lo tanto, establece un estudio de sinfonías, formas consonantes y arquitecturadas, con base en pleonasmos, ofrecidas en el manejo del tiempo y el espacio con imágenes estáticas y movimientos performáticos, tales elementos creados no están abandonados a las fuerzas de la naturaleza, ni estos últimos se someten a las primeras. Ocurre pues una unión, que se conjuga en una nueva figura: la figura híbrida del lugar impropio.

(La exposición Lugares impropios se realizó en La Casa Hermanos Manchego, de martes al viernes de esta semana.)

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Lugares impropios

Santiago Contreras ha montado una corta exposición de fotografía y video

/ 18 de agosto de 2013 / 04:00

Santiago Contreras nos presenta en esta oportunidad la muestra denominada Lugares impropios. Quisiera referirme a los lugares impropios, a la construcción mental que genera el estudiar la obra, se puede hacer de ella una psicología definida de lo que me transmiten sus fotografías y videos.
Mientras más simple es la imagen de un espacio, más grandes son los sueños.

Uno de los primeros valores de la obra es la inmovilidad, la conciencia de estar en paz en ese lugar, porque la inmovilidad irradia, construye un armazón imaginario alrededor de nuestro cuerpo, que se cree que está oculto de quienes lo habitan. Es cuando estos espacios o lugares generan imágenes irreales, las sombras que generan ya no son muros. Donde un mueble es una barrera, donde un estante es un techo, habrá que pensar pues en el ser interno del espacio que la habita.

Poco a poco me acercaba a mi lugar, a mi espacio con mucha paz. Cada vez que daba un paso sentía su presencia y de pronto estaba allí, mi lugar, mi espacio estaba frente a mí, con su lámpara de kerosene aferrada, ¡¡era irreal!!… Casi palpable en mí, ya estaba arrinconado a él, las contraventanas, las cortinas, los cajones del armario, la tapa del caldero viejo, las hendiduras en los muros, el develar, el dejar fluir el construir y el destruir, el apresurar a la muerte, todas ellas como seres…  Cuando me sintieron, se cerraron, huyeron.

El ser del lugar se revela en el momento en que sale de aquel rincón de la mente.
En tal ejemplo, el lugar se revela en la fotografía y el video de Contreras, porque en ellos está inscrito el hilo conductor, la función orbital, pues todos los lugares o espacios están irremediablemente encantados, es decir, habitados. Este recurso es el que te otorga una infinidad de cosas dignas, y menciono una, el solo hecho de ocupar el espíritu en la eternidad.

Los lugares impropios pueden llegar a reconocernos no importa la dimensión, la lejanía, la materia con la cual están hechos, mientras haya seres vivos que llenen espacios vacíos, las imágenes de estos espacios siempre las habitan.

El mecanismo contemporáneo ha creado, según parece, objetos cercanos al individualismo del artista, aproximándose a una producción filosófica que explora el contexto intrínseco, fuere cual fuere el contexto en el que se encuentre.

La obra, por lo tanto, establece un estudio de sinfonías, formas consonantes y arquitecturadas, con base en pleonasmos, ofrecidas en el manejo del tiempo y el espacio con imágenes estáticas y movimientos performáticos, tales elementos creados no están abandonados a las fuerzas de la naturaleza, ni estos últimos se someten a las primeras. Ocurre pues una unión, que se conjuga en una nueva figura: la figura híbrida del lugar impropio.

(La exposición Lugares impropios se realizó en La Casa Hermanos Manchego, de martes al viernes de esta semana.)

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