Thursday 25 Apr 2024 | Actualizado a 11:06 AM

Pedro Costa,

Solange, tôaberta! (¡Solange, estoy abierta!) es la apuesta artística queer de funk carioca del artista brasileño Pedro Costa. La obra se presentará en el Museo de Etnografía y Folklore y la Virgen de los Deseos, el centro de Mujeres Creando. El público podrá acercarse a una de las corrientes artísticas más provocadoras de la vertiente posfeminista, pospunk y pospornográfica.

Pedro Costa es un artista multifacético que utiliza en sus obras herramientas del teatro, la danza contemporánea, la capoeira, las artes visuales, la fotografía, el videoarte y la performance. Todos estos elementos se nutren de corrientes académicas —Costa es también cientista social— como los estudios poscoloniales, antropológicos, de género y del arte performativo. Todo ello, a su vez, se traduce en reivindicaciones interpeladoras a la heteronormatividad, la condena a las diversas manifestaciones de la homofobia, la misoginia y la invisibilidad a la que son condenados los “cuerpos immigrantes”.

Pedro Costa nació en Salvador de Bahía, pero actualmente radica en Berlín. Esta condición le ha permitido conjugar sus raíces brasileñas con las corrientes artísticas de la contracultura —hipismo, punk, drag queer, posporno— y también con las propuestas teóricas del posfeminismo, la poscolonialidad y los estudios queer. El resultado son propuestas performativas capaces de transcender las fronteras idiomáticas y las diferencias culturales.

La obra Solange, tôaberta! se desarrolla con sonoridades de capoeira, una herencia africana traducida en arte marcial brasileño, que combina la danza, la música y la acrobacia con el funk, el legado de músicos afroamericanos que en los años 60 fusionaron jazz con soul, ritmos latinos y ritm & blues. Así, el funk es una explosión danzante catártica y política que amplifica las luchas reivindicativas de las últimas décadas sobre la sexualidad, los géneros o las identidades. Cuestiona también los estereotipos judeocristianos que desde hace milenios ensalzaron la heteronormatividad como paradigma fundamental de la sociedad patriarcal y machista.

Solange, tôaberta! tiene su génesis en las favelas de Río de Janeiro. Sus protagonistas develan la violencia contra las personas estigmatizadas como marginales, la acción policial, el narcotráfico, la desigualdad social y el crimen. Pero también el sexo y la condena de las religiones en una suerte de revelación de esa elusiva realidad. Así, revelada por la crudeza artística, esa realidad se transforma en una herramienta política de interpelación que resignifica, precisamente, la capoeira y el funk, ritmos y bailes de fuertes raíces machistas.

Solange, tôaberta! surgió también como respuesta a los prejuicios homofóbicos y a la violencia ejercida contra los cuerpos y sus identidades. Se ha convertido en una obra emblemática de las reivindicaciones del discurso queer, porque en medio de la crudeza sonora amplifica la cotidiana indiferencia ante las diversas formas de discriminación, la segregación clasista y las diferencias raciales o étnicas.

Queer en su lengua original, el inglés, se utilizaba como insulto. Sin embargo,  desde el siglo pasado se reivindica lo queer para incorporarlo como un componente político del anticapitalismo y de la lucha antipatriarcal. Lo queer se expresa con una retórica revolucionaria de cambio social real, desde lo más profundo del ser humano: la sexualidad. Solange, tôaberta!, más allá del sarcasmo, la anarquía o la ironía, es una defensa de la libertad sin los formatos sociales propios de la herencia patriarcal, judeocristiana y capitalista.

Los versos de las canciones que acompañan a la obra de Costa hablan del travestismo, cuestionan los dogmas católicos y las relaciones binarias de género. Solange, tôaberta! forma parte de un conjunto de obras de Pedro Costa cuya intención es cuestionar, deconstruir y denunciar situaciones, costumbres, comportamientos y discursos adoptados por diferentes sectores de la sociedad.

Pedro Costa, además, ha apoyado la despenalización del aborto, las reivindicaciones de los migrantes en distintos contextos, de los movimientos de lesbianas, homosexuales, bisexuales, travestis o transexuales y de todos los sectores marginados por la sociedad.

La obra de Pedro Costa ha sido aclamada por los seguidores del arte contemporáneo no sólo en Brasil sino, sobre todo, en Alemania. Pero para alcanzar el sitial que hoy tiene, Costa y su obra han tenido que sortear en muchas ocasiones la censura, la polémica mediática y, sobre todo, la condena religiosa. A pesar de ello, Solange, tôaberta! se ha consolidado firmemente en la corriente del arte y la cultura queer.

El movimiento queer, con sus diferentes manifestaciones artísticas y académicas, está activo desde mediados del pasado siglo. Entre sus influencias históricas se destacan Willam Burroughs, Kate Millet, Jacques Lacan, Monique Witting, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gayle Rubin, Donna Haraway, Judith Butler y otras destacadas figuras. Entre sus influencias artísticas están personajes emblemáticos como Andy Warhol, Kenneth Anger, Derek Jarman, Rober Mappelthorpe, Freddy Mercury o los famosos Villages People, entre muchos artistas que emergieron en los años 70.

En América Latina el movimiento artístico queer tiene algo más de una década de historia. Entre sus influencias más notables está la obra de Judith Butler y los estudios poscoloniales. Las expresiones de este movimiento han acompañado al activismo de diversos movimientos reivindicativos de derechos y reconocimiento, articulados en redes de alcance global contra la homofobia y toda forma de discriminación. El movimiento queer, desde espacios autónomos, ha levantado sus voces, pero también se ha asentado  en los ámbitos académicos.

Solange, tôaberta! se presentará el miércoles 16 de octubre a las 19.00 en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Ingavi 916). El jueves 17, también a las 19.00, habrá un diálogo y debate con el artista en la Virgen de los Deseos (Av. 20 de Octubre entre Aspiazu y J. J. Pérez).

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Pedro Costa,

Solange, tôaberta! (¡Solange, estoy abierta!) es la apuesta artística queer de funk carioca del artista brasileño Pedro Costa. La obra se presentará en el Museo de Etnografía y Folklore y la Virgen de los Deseos, el centro de Mujeres Creando. El público podrá acercarse a una de las corrientes artísticas más provocadoras de la vertiente posfeminista, pospunk y pospornográfica.

Pedro Costa es un artista multifacético que utiliza en sus obras herramientas del teatro, la danza contemporánea, la capoeira, las artes visuales, la fotografía, el videoarte y la performance. Todos estos elementos se nutren de corrientes académicas —Costa es también cientista social— como los estudios poscoloniales, antropológicos, de género y del arte performativo. Todo ello, a su vez, se traduce en reivindicaciones interpeladoras a la heteronormatividad, la condena a las diversas manifestaciones de la homofobia, la misoginia y la invisibilidad a la que son condenados los “cuerpos immigrantes”.

Pedro Costa nació en Salvador de Bahía, pero actualmente radica en Berlín. Esta condición le ha permitido conjugar sus raíces brasileñas con las corrientes artísticas de la contracultura —hipismo, punk, drag queer, posporno— y también con las propuestas teóricas del posfeminismo, la poscolonialidad y los estudios queer. El resultado son propuestas performativas capaces de transcender las fronteras idiomáticas y las diferencias culturales.

La obra Solange, tôaberta! se desarrolla con sonoridades de capoeira, una herencia africana traducida en arte marcial brasileño, que combina la danza, la música y la acrobacia con el funk, el legado de músicos afroamericanos que en los años 60 fusionaron jazz con soul, ritmos latinos y ritm & blues. Así, el funk es una explosión danzante catártica y política que amplifica las luchas reivindicativas de las últimas décadas sobre la sexualidad, los géneros o las identidades. Cuestiona también los estereotipos judeocristianos que desde hace milenios ensalzaron la heteronormatividad como paradigma fundamental de la sociedad patriarcal y machista.

Solange, tôaberta! tiene su génesis en las favelas de Río de Janeiro. Sus protagonistas develan la violencia contra las personas estigmatizadas como marginales, la acción policial, el narcotráfico, la desigualdad social y el crimen. Pero también el sexo y la condena de las religiones en una suerte de revelación de esa elusiva realidad. Así, revelada por la crudeza artística, esa realidad se transforma en una herramienta política de interpelación que resignifica, precisamente, la capoeira y el funk, ritmos y bailes de fuertes raíces machistas.

Solange, tôaberta! surgió también como respuesta a los prejuicios homofóbicos y a la violencia ejercida contra los cuerpos y sus identidades. Se ha convertido en una obra emblemática de las reivindicaciones del discurso queer, porque en medio de la crudeza sonora amplifica la cotidiana indiferencia ante las diversas formas de discriminación, la segregación clasista y las diferencias raciales o étnicas.

Queer en su lengua original, el inglés, se utilizaba como insulto. Sin embargo,  desde el siglo pasado se reivindica lo queer para incorporarlo como un componente político del anticapitalismo y de la lucha antipatriarcal. Lo queer se expresa con una retórica revolucionaria de cambio social real, desde lo más profundo del ser humano: la sexualidad. Solange, tôaberta!, más allá del sarcasmo, la anarquía o la ironía, es una defensa de la libertad sin los formatos sociales propios de la herencia patriarcal, judeocristiana y capitalista.

Los versos de las canciones que acompañan a la obra de Costa hablan del travestismo, cuestionan los dogmas católicos y las relaciones binarias de género. Solange, tôaberta! forma parte de un conjunto de obras de Pedro Costa cuya intención es cuestionar, deconstruir y denunciar situaciones, costumbres, comportamientos y discursos adoptados por diferentes sectores de la sociedad.

Pedro Costa, además, ha apoyado la despenalización del aborto, las reivindicaciones de los migrantes en distintos contextos, de los movimientos de lesbianas, homosexuales, bisexuales, travestis o transexuales y de todos los sectores marginados por la sociedad.

La obra de Pedro Costa ha sido aclamada por los seguidores del arte contemporáneo no sólo en Brasil sino, sobre todo, en Alemania. Pero para alcanzar el sitial que hoy tiene, Costa y su obra han tenido que sortear en muchas ocasiones la censura, la polémica mediática y, sobre todo, la condena religiosa. A pesar de ello, Solange, tôaberta! se ha consolidado firmemente en la corriente del arte y la cultura queer.

El movimiento queer, con sus diferentes manifestaciones artísticas y académicas, está activo desde mediados del pasado siglo. Entre sus influencias históricas se destacan Willam Burroughs, Kate Millet, Jacques Lacan, Monique Witting, Michel Foucault, Jacques Derrida, Gayle Rubin, Donna Haraway, Judith Butler y otras destacadas figuras. Entre sus influencias artísticas están personajes emblemáticos como Andy Warhol, Kenneth Anger, Derek Jarman, Rober Mappelthorpe, Freddy Mercury o los famosos Villages People, entre muchos artistas que emergieron en los años 70.

En América Latina el movimiento artístico queer tiene algo más de una década de historia. Entre sus influencias más notables está la obra de Judith Butler y los estudios poscoloniales. Las expresiones de este movimiento han acompañado al activismo de diversos movimientos reivindicativos de derechos y reconocimiento, articulados en redes de alcance global contra la homofobia y toda forma de discriminación. El movimiento queer, desde espacios autónomos, ha levantado sus voces, pero también se ha asentado  en los ámbitos académicos.

Solange, tôaberta! se presentará el miércoles 16 de octubre a las 19.00 en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Ingavi 916). El jueves 17, también a las 19.00, habrá un diálogo y debate con el artista en la Virgen de los Deseos (Av. 20 de Octubre entre Aspiazu y J. J. Pérez).

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