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El cineasta ‘maldito’

José Mojica Marins es uno de esos cineastas a los que califican de creadores malditos. El brasileño apostó por realizar películas de terror, lo que lo catapultó como uno de los exponentes más importantes de este género con el oscuro personaje Zé do Caixao.

Calificado como el anticristo del cine sudamericano, nació un viernes 13 de marzo de 1936 en Sao Paulo.

Pasó la mitad de su infancia dentro de una sala de cine, donde su padre fungía de gerente y su madre era la encargada de la tienda de dulces.

La labor de sus progenitores y su infancia ligada al séptimo arte, le hicieron concebir su futuro profesional como director de cine.

Vestido siempre de negro, con una capa larga, sombrero de copa y las uñas de las manos muy largas, —similar al personaje de cómics Mandraque— Mojica creó y encarnó a Zé do Caixao en todos sus filmes.

La formación tradicional nunca le cuadró del todo, por ello optó por filmar de manera empírica y crear mundos surrealistas del terror.

En principio su arte no era bien recibido por sectores tradicionales del cine, pero su constancia y talento lo hicieron despegar a la fama.

Fiel admirador de Luis Buñuel y declarado apasionado de lo oscuro, tétrico y del gore —tipo de cine centrado en la violencia gráfica— Mojica filmó películas en formato 8 milímetros con recursos bastante limitados, pero con mucho entusiasmo.

Una vida austera, aunque prolífica fue la que llevó Mojica Marins porque los recursos que generaba con la exposición de una película, eran inmediatamente reinvertidos en un siguiente proyecto cinematográfico.

La sangre, la violencia, el suspenso, la oscuridad, el placer y la locura son algunos elementos que adornan los guiones de este cineasta, que por su contenido fueron censuradas y hoy son obras de culto.

En Brasil, el oscuro personaje Zé do Caixao fue tan relevante que Mojica aceptó que se hicieran canciones, homenajes y hasta historietas del llamado ‘Drácula sudamericano’.

Entre sus películas, desde que empezó a filmar en 1960, destacan: Encarnación del demonio, Adolescencia en trance, Exorcismo negro, Mundo-mercado de sexo, El hijo del sexo explícito, El vampiro de la cinemateca, Perversión, Esta noche yo poseeré tu cuerpo, El fin del hombre, entre otras más.

Mojica fue excomulgado por la  Iglesia Católica por el contenido de sus filmes, sin embargo esta situación no lo frenó para seguir haciendo cine.

El pasado noviembre, el cineasta fue el invitado especial y homenajeado del Festival de Cine Pachamama-Cinema de la Fronteira en Río Branco, Brasil, donde se exhibieron sus películas y compartió con sus seguidores.

Enfundado en su atuendo lúgubre de Zé do Caixao, con las uñas afiladas de los pulgares y acompañado de un escenario tétrico; el director brasileño fue reconocido como un de los exponentes más importantes de terror tanto en Brasil como en América Latina.