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Un señor muy peligroso

La orden de aprehensión lanzada contra Al-Azar por las policías secretas de tres continentes —a la que este reportero tuvo acceso de una manera que nunca (pero nunca) revelará así lo acusen de traición a la patria— advierte que se trata de un señor muy (pero muy) peligroso.

El documento policial hace alusión al “extraordinariamente bien desarrollado olfato” del que hace gala el señor Al-Azar. Este atributo le permite descubrir instantáneamente dónde se cuecen habas. Nunca falla. Hoy Palestina, ayer Ucrania y pasado mañana la plaza Murillo. No importa qué disfraz utilice, Al-Azar siempre descubre al Poder y evidencia sus andanzas. Lo coge del rabo o de las orejas y lo expone al público. Es para matarse de risa.

El infalible olfato del señor Al-Azar está en directa relación con otro de sus peligrosos atributos. Es un señor muy buenito, pero de ninguna manera ingenuo. No ignora que el Poder es la pulsión que domina a los seres humanos. “La política, la filosofía, la religión y la educación —dice— quieren que los seres humanos sean de cierta manera, de la que les conviene para dominarlos. Ése es su juego.” Por eso desconfía de los discursos normativos. “En cambio —indica— el arte no busca dominar a nadie, más bien a veces puede expresar la libertad”. Pero no todo lo que parece arte es arte —recordemos que el señor Al-Azar no tiene ni un pelo de ingenuo—. Sabe cuando está frente a una verdadera obra de arte y cuando frente a una consultoría.

El peligroso señor Al-Azar es buscado por aire, mar y tierra. Su pluma —afirman— es más afilada que un bisturí. Un bisturí, en todo caso, que cada día traza líneas más simples, más directas y más eficaces. Y eso ocurre porque es un consumado dibujante, un obsesivo buscador de las formas.     

Cada mañana, el señor Al-Azar saluda al Illimani desde la terraza de su estudio, riega sus plantitas y da de comer a sus innumerables conejos. Después pone música y se sienta en la mesa. Entonces dibuja sus afiladísimas caricaturas. Más de un centenar de ellas han sido compiladas en un libro que lleva por título Mundo Al-Azar. El día de la Patria, el miércoles 6 de agosto, el libro será presentado en la Feria Internacional del Libro (campo ferial de Següencoma), a las 20.00, en el salón Jesús Urzagasti. El mismo día, desde las 18.00, el autor estampará su peligrosa firma en los ejemplares de su libro que se adquieran en el stand 22 de los Diseñadores Gráficos Bolivianos.