En Bolivia, el consumo de sal llega a los siete gramos por persona al día, lo que supera los cinco gramos recomendables para la salud. La ingesta excesiva de cloruro de sodio, conocido como sal, puede ocasionar presión arterial alta, problemas en los riñones, infarto y hasta cáncer de estómago.
El cuerpo humano precisa cinco gramos de sodio, que se encuentra en la sal, para sus funciones vitales, según estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El sodio es parte de las funciones celulares y metabólicas del cuerpo, y ayuda a regular la hidratación, pérdida de fluidos y en la transmisión electroquímica de nervios y músculos.
“Para que una persona pueda tener una vida normal precisa cinco gramos de sodio, que puede obtener de frutas, verduras y carne fresca”, señaló Dennis Rada, de la Fundación Interamericana del Corazón, en Bolivia.
El espacialista agregó que mucha gente confunde el cloruro de sodio o sal de mesa como única fuente para obtener este elemento, lo cual es contraproducente para la salud.
“Hay alimentos naturales, sal de mesa y alimentos procesados (panes, pasteles, frituras y conservas) como fuentes de sodio. Los dos últimos aportan el 70% de la sal que ingerimos a diario, cuando los alimentos naturales deberían darnos el sodio que necesitamos”.
Los productos con más sal de la dieta boliviana son la marraqueta, papitas, chisitos, galletas, palitos, nachos, entre otros, según Rada.
Por su parte, Sandra Villalpando, responsable del programa de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud, señaló a La Razón que “en el país se consume hasta siete gramos de sal, por lo que se deben realizar controles”.
Según datos de la OPS, la meta es que países miembros lleguen a un consumo menor a los cinco gramos diarios por persona adulta para evitar enfermedades.
Según Rada, en el caso de los bebés deben ingerir el máximo de un gramo y los niños, tres gramos diarios.
políticas. En la región, uno de los países con mayor consumo de sal es Argentina, donde por día se consumen 12 gramos. Le sigue Brasil, que llegó a los 10 gramos, pero ambos desarrollaron políticas para disminuir el exceso.
“Argentina tiene políticas de salud pública con campañas para reducir el consumo de sal en la población; por ejemplo se quitaron saleros de los restaurantes porque añadir más sal a la comida es nocivo”, indicó Rada.
Mientras que en Brasil se llegó a un acuerdo con los panaderos para que en la elaboración se reduzca la cantidad de sal que se usaba en la masa.
Las consecuencias del excesivo consumo de sal son la presión arterial, hipertensión, ataque al corazón, piedras en los riñones, accidentes cerebrovasculares, obesidad, entre otros.
Para tener una dieta saludable se debe reducir la ingesta de sal. “Durante la preparación de los alimentos se les hecha sal; lo recomendable es no aumentar este producto una vez servidos los platos”, agregó Rada.
Para que la sal no se torne un enemigo, también se puede visitar a un nutricionista que amplíe la información.
Control nutricional de sodio
meta
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) apunta a reducir el consumo internacional a cinco gramos de sal hasta 2020.
enfermedad
La presión arterial es la principal causa de muerte en el mundo, según la OPS. Este problema de salud se presenta por la excesiva ingesta de sal.
Envasados carecen de información nutricional
La falta de una tabla nutricional en productos procesados como pan, empanadas, frituras y otros es un riesgo para la salud ya que no se conoce la cantidad de sal que se ingiere.
“Cuando comemos una salteña o empanada no tenemos idea de cuánta sal tiene”, sostuvo Dennis Rada.
El especialista aseveró que es importante que los productos elaborados artesanalmente o industrialmente lleven una tabla nutricional con los valores de sal.
“Todo producto debería mostrar el grado de sal que lleva y en el caso de las salteñas o empanadas deberían estar embolsadas y llevar un papel que indique los gramos de sal”. Agregó que sería una medida de prevención y políticas públicas.
“En el caso de tener un producto, como las conservas, que tienen tabla nutricional, como máximo nos fijamos las calorías, pero no la cantidad de sal”.
En el Ministerio de Salud se estudia la posibilidad de realizar acciones preventivas para la baja en consumo de sal.
“Hay una contradicción porque se promociona el consumo de más sal yodada y a la par buscamos reducir el consumo excesivo”, explicó Sandra Villalpando, responsable del programa de Enfermedades no Transmisibles.
La funcionaria indicó que se va a llevar adelante campañas en conjunto con el Programa de Nutrición y Promoción de la Salud para ver la forma de reducir el consumo de sal.
Salud anuncia control para el consumo de sal
No se conocen datos oficiales del impacto de la sal en la salud pública
El Ministerio de Salud anunció un mecanismo para normar el consumo de sal en Bolivia, ante los efectos nocivos por la ingesta excesiva del producto. Además se buscan alternativas para yodar otros alimentos.
“Hay que normar el consumo de sal en el país, según las recomendaciones de la OPS se vio por conveniente que la ingesta debería ser menor a cinco gramos”, explicó Sandra Villalpando, responsable del Programa de Enfermedades no Transmisibles del Ministerio de Salud (PET).
La sal en exceso, más de seis gramos al día, es la principal causante de hipertensión, infartos, piedras en los riñones e incluso cáncer de estómago.
“En cuanto al manejo de sal, lo que nosotros cuidamos en salud pública es controlar que la sal que se comercializa sea yodada para evitar el bocio, problemas mentales y control del peso”, indicó Gustavo Marconi, director del Sedes (Servicio Departamental de Salud).
El funcionario precisó que el excesivo consumo de sal puede atentar contra la salud y que si bien hay controles para que la sal sea yodada, no se tiene estudios que den información del impacto de la ingesta excesiva. En el país se comercializa sal yodada bajo registro sanitario como una medida preventiva contra el bocio y el retraso mental.
“Por el tema de yodo se recomienda consumir sal yodada. Vamos a trabajar en la cantidad que debe ser normada para el consumo y prevenir enfermedades”.
Villalpando agregó que se estudia la posibilidad de yodar otros alimentos para evitar el ingesta excesiva de sal.
“El yodo es muy importante para las personas que están en etapa de crecimiento para el buen funcionamiento de la tiroides, desarrollo físico y psíquico”, enfatizó Jaime Quisbert, médico del PET.
Labores. El PET trabaja en coordinación con el Gobierno Municipal de La Paz para controlar que la sal comercializada tenga yodo y registro sanitario, pero no existen políticas específicas para normar la ingesta de sal.
En Bolivia aún no se tiene datos ni estadísticas del impacto del consumo excesivo de sal en la salud pública, indicó Quisbert a La Razón.
“El exceso de sal puede generar problemas de salud, pero no contamos con cifras al respecto”.
El especialista refirió que en los países vecinos como Brasil, Argentina y Chile se identificaron cifras y datos de enfermedades causadas por la ingesta elevada del producto, lo que sirvió para definir políticas nacionales de salud pública.