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Ringo el Beatle que se revaloriza con el tiempo

El músico, que vivió a la sombra de sus compañeros, destaca como compositor y cantante cuando ya es un septuagenario

/ 12 de julio de 2015 / 04:00

El batería de los Beatles, Ringo Starr, fue desde siempre el miembro más infravalorado del cuarteto de Liverpool, tanto por el público como por buena parte de la crítica especializada. Le trataban como a un chico simpático pero no muy brillante, un mero acompañante de sus tres amigos, los Beatles de verdad. Pero el tiempo le ha ido haciendo justicia a Ringo y al cumplir esta semana 75 años su estatus como icono de la música y su categoría como artista ya quedan fuera de toda duda.
Richard Starkey —ese es su verdadero nombre— celebrará su cumpleaños en el legendario edificio Capitol Records de la ciudad de Los Ángeles, lugar muy ligado a la historia de los Beatles. Historia a la que se incorporó Ringo en 1962 al sustituir a Pete Best en la banda creada dos años antes por John Lennon, Paul McCartney y George Harrison, que después se convertiría en la más influyente de todos los tiempos.
Starr, nacido el 7 de julio de 1940 en Liverpool, al noroeste de Inglaterra, siempre estuvo a la sombra de Lennon y McCartney y, en menor medida, de Harrison. En su contra jugaron el descomunal talento de Paul y John, su propia personalidad, su aspecto físico y, para rematar, su faceta de batería, el que siempre está al fondo del escenario tapado por platillos y tambores.
Se han hecho decenas de chistes sobre su supuesta inferioridad intelectual respecto a otros músicos. Ringo repitió varios cursos en la escuela de primaria porque pasó largos periodos hospitalizado y abandonó pronto su formación académica para incorporarse al mercado laboral, lo que contribuyó después a reforzar todos los falsos estereotipos sobre el batería.
Aunque antes de fichar por los Beatles Ringo ya era un músico conocido y admirado en Liverpool por sus trabajos con la banda Rory Storm and the Hurricanes, nunca acaparó los focos como sus tres compañeros. Ellos sí reconocieron siempre su importancia para el sonido beatle, según escribe en la revista británica The Spectator el autor del libro The Story of The Beatle’s Last Song (La historia de la última canción de The Beatles), James Woodall: “Fue un genio. El mundo está empezando ahora a aceptar esa idea. En mayo por fin entró en el Salón de la Fama del Rock and Roll, el último beatle en hacerlo. Ya era hora”.
Solo 21 artistas en todo el mundo pueden presumir de haber sido admitidos en dos ocasiones en el Salón de la Fama. Ringo ingresó en este olimpo como parte de los Beatles en 1989, y ahora lo ha hecho con su propio nombre, en reconocimiento de una interesante carrera en solitario en la que ha destacado como compositor, cantante y actor. En 2011, los lectores de la prestigiosa revista Rolling Stone consideraron que Ringo ocupa el quinto puesto en la lista de los mejores baterías de la historia, a pesar de las carencias técnicas que él mismo reconocía tener. El ex baterista y líder de Genesis, Phil Collins, ha asegurado que su talento e influencia han sido “infravalorados”.
Woodwall sostiene que no le ayudó a mejorar su carisma “ser Ringo”, es decir, mantener un aire “chiflado, triste y extraño”, y en las pocas ocasiones en que tomó más protagonismo como cantante solista no llegó a enamorar con su voz “nasal y melancólica”. Starr solo compuso dos canciones para los Beatles, Don’t Pass Me By y Octopus’s Garden, y colaboró en la creación de What Goes On y en el tema instrumental Flying. “No era espectacular; fijaba el ritmo y mantenía el tempo, compensando su falta de técnica con sus característicos rellenos, golpecitos rápidos y fogonazos dados sobre los tambores entre las letras y las frases musicales”.
Starr, quien, con McCartney, es el único beatle vivo, tras el asesinato de Lennon en 1980 y la muerte por cáncer de Harrison en 2001, se ha mostrado prolífico en los últimos años, y ha publicado cinco discos desde 2005. En marzo presentó el álbum Postcards from Paradise (Postales desde el paraíso), que incluye once temas originales y en el que canta y de toca la batería, el teclado y la guitarra.
Desde 2005 el artista de Liverpool pide a sus seguidores el día de su cumpleaños que se unan a su llamamiento de “paz y amor” en las redes sociales. Él cuelga una foto suya con la etiqueta #PeaceandLove en la que aparece con los brazos en alto y haciendo con los dedos de las manos la señal de la victoria, una imagen ya icónica.

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Ringo el Beatle que se revaloriza con el tiempo

El músico, que vivió a la sombra de sus compañeros, destaca como compositor y cantante cuando ya es un septuagenario

/ 12 de julio de 2015 / 04:00

El batería de los Beatles, Ringo Starr, fue desde siempre el miembro más infravalorado del cuarteto de Liverpool, tanto por el público como por buena parte de la crítica especializada. Le trataban como a un chico simpático pero no muy brillante, un mero acompañante de sus tres amigos, los Beatles de verdad. Pero el tiempo le ha ido haciendo justicia a Ringo y al cumplir esta semana 75 años su estatus como icono de la música y su categoría como artista ya quedan fuera de toda duda.
Richard Starkey —ese es su verdadero nombre— celebrará su cumpleaños en el legendario edificio Capitol Records de la ciudad de Los Ángeles, lugar muy ligado a la historia de los Beatles. Historia a la que se incorporó Ringo en 1962 al sustituir a Pete Best en la banda creada dos años antes por John Lennon, Paul McCartney y George Harrison, que después se convertiría en la más influyente de todos los tiempos.
Starr, nacido el 7 de julio de 1940 en Liverpool, al noroeste de Inglaterra, siempre estuvo a la sombra de Lennon y McCartney y, en menor medida, de Harrison. En su contra jugaron el descomunal talento de Paul y John, su propia personalidad, su aspecto físico y, para rematar, su faceta de batería, el que siempre está al fondo del escenario tapado por platillos y tambores.
Se han hecho decenas de chistes sobre su supuesta inferioridad intelectual respecto a otros músicos. Ringo repitió varios cursos en la escuela de primaria porque pasó largos periodos hospitalizado y abandonó pronto su formación académica para incorporarse al mercado laboral, lo que contribuyó después a reforzar todos los falsos estereotipos sobre el batería.
Aunque antes de fichar por los Beatles Ringo ya era un músico conocido y admirado en Liverpool por sus trabajos con la banda Rory Storm and the Hurricanes, nunca acaparó los focos como sus tres compañeros. Ellos sí reconocieron siempre su importancia para el sonido beatle, según escribe en la revista británica The Spectator el autor del libro The Story of The Beatle’s Last Song (La historia de la última canción de The Beatles), James Woodall: “Fue un genio. El mundo está empezando ahora a aceptar esa idea. En mayo por fin entró en el Salón de la Fama del Rock and Roll, el último beatle en hacerlo. Ya era hora”.
Solo 21 artistas en todo el mundo pueden presumir de haber sido admitidos en dos ocasiones en el Salón de la Fama. Ringo ingresó en este olimpo como parte de los Beatles en 1989, y ahora lo ha hecho con su propio nombre, en reconocimiento de una interesante carrera en solitario en la que ha destacado como compositor, cantante y actor. En 2011, los lectores de la prestigiosa revista Rolling Stone consideraron que Ringo ocupa el quinto puesto en la lista de los mejores baterías de la historia, a pesar de las carencias técnicas que él mismo reconocía tener. El ex baterista y líder de Genesis, Phil Collins, ha asegurado que su talento e influencia han sido “infravalorados”.
Woodwall sostiene que no le ayudó a mejorar su carisma “ser Ringo”, es decir, mantener un aire “chiflado, triste y extraño”, y en las pocas ocasiones en que tomó más protagonismo como cantante solista no llegó a enamorar con su voz “nasal y melancólica”. Starr solo compuso dos canciones para los Beatles, Don’t Pass Me By y Octopus’s Garden, y colaboró en la creación de What Goes On y en el tema instrumental Flying. “No era espectacular; fijaba el ritmo y mantenía el tempo, compensando su falta de técnica con sus característicos rellenos, golpecitos rápidos y fogonazos dados sobre los tambores entre las letras y las frases musicales”.
Starr, quien, con McCartney, es el único beatle vivo, tras el asesinato de Lennon en 1980 y la muerte por cáncer de Harrison en 2001, se ha mostrado prolífico en los últimos años, y ha publicado cinco discos desde 2005. En marzo presentó el álbum Postcards from Paradise (Postales desde el paraíso), que incluye once temas originales y en el que canta y de toca la batería, el teclado y la guitarra.
Desde 2005 el artista de Liverpool pide a sus seguidores el día de su cumpleaños que se unan a su llamamiento de “paz y amor” en las redes sociales. Él cuelga una foto suya con la etiqueta #PeaceandLove en la que aparece con los brazos en alto y haciendo con los dedos de las manos la señal de la victoria, una imagen ya icónica.

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