Pálido de rostro y cabello, Geralt de Rivia es una figura amenazante como pocas. Su corpulencia, la rapidez de sus reacciones, sus ojos amarillos y de pupilas verticales como la de los gatos y, sobre todo, las dos espadas que lleva, ya sea en su espalda o en su montura, delatan que es un brujo, un guerrero mutante que enfrenta a los monstruos que depredan a la humanidad en el mundo ideado por el escritor polaco Andrzej Sapkowski.
La saga de Geralt de Rivia cuenta las aventuras de este fantástico personaje a lo largo de siete libros —dos de cuentos y cinco novelas— escritos por Sapkowski, que desde hace cinco años han captado la atención de los lectores americanos gracias, en parte, a la publicación de tres videojuegos basados en esas historias.
Ahora, los amantes de la fantasía épica, concretamente del subgénero de espada y brujería, pueden conocer al brujo en las editoriales Bibliópolis y Alamut (España), que venden sus libros en versiones digitales en español e inglés a través del portal Amazon.
Los dos primeros libros —El último deseo y La espada del destino— nos introducen a los personajes principales: Geralt, un huérfano que es sometido a procesos mágicos que lo convierten en un ser sobrehumano que caza monstruos por dinero; Yennefer de Vengerberg, una poderosa hechicera y el gran amor de la vida del protagonista; Cirilla de Cintra, una niña al cuidado de Geralt y Jaskier, bardo de gran fama y el mejor amigo del cazador de monstruos.
Estos libros están formados por relatos que difieren de tono entre sí. Algunos se leen como cuentos de hadas, otros como relatos de juglares y otros con un lenguaje más moderno. Sapkowski bebe profundamente del cuento tradicional y las leyendas del este de Europa, y se limita específicamente a esta zona. Los monstruos que describe van desde el tradicional vampiro y hombre lobo de la tradición de la Europa Medieval hasta los elfos, enanos y medianos que remiten al universo de Tolkien.
TRADICIÓN. Otra fuente importante de inspiración son los tradicionales cuentos de hadas aunque, en un mundo donde los seres humanos son presas y depredadores de todo ser sobrenatural que exista, las historias son distorsionadas, a veces con efectos humorísticos como el del Hermano Cuervo, la Sirenita o la Bella y la Bestia. Pero las más, se sujetan a lo trágico y terrorífico.
La saga de Geralt de Rivia transita entre la fantasía épica —Señor de los anillos, La rueda del tiempo— y la baja fantasía —Canción de hielo y fuego, Berserker—. El protagonista ve y experimenta cosas fantásticas, se codea con elfos, dríadas y magos. Pero vive en un mundo donde el progreso de la humanidad significa que las rariesposas quedan atrapadas en bosques, los elfos esperan su muerte, los dragones son animales en vías de extinción y la magia un bien cada vez más escaso.
Gracias a esta saga Sapkowski se ha convertido en uno de los escritores más internacionales de Polonia y uno de los más vendidos en su país y en Europa Central, con más de un millón de ejemplares en la década de los 90, según confirmó el mismo autor en la Feria del Libro de Madrid en 2004. Es así que el escritor y su protagonista han pasado a actuar como importantes embajadores culturales de su país. Cuando el presidente de EEUU, Barack Obama, visitó Polonia en mayo de 2011 el primer ministro, Donald Tusk, le regaló el juego The Witcher 2 y un par de libros de la saga firmados por Sapkowski.
La serie literaria, traducida a 18 idiomas, ha derivado en tres videojuegos —diseñados en Polonia y cuya última entrega es una de las mejores de este año en su campo— una versión en cómic, la superproducción cinematográfica polaca, Wiedzmin (Marek Brodzki, 2001), y una serie de televisión. El autor ha ganado los premios Zajdel (cinco veces), Polityka’s Passport, David Gemmell Legend, Ignotus, el galardón de la Sociedad Europea de Ciencia Ficción y, en 2012, recibió en su país la medalla al Mérito Cultural.