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Ficción de un realismo puro

La ciencia, el arte y la fotografía siempre han estado estrechamente unidos, especialmente en el terreno del psicoanálisis. Los conceptos freudianos de subconsciente y fantasía resonaron en la práctica fotográfica surrealista y mantienen su influencia en la creación e interpretación de la fotografía artística.

Una razón por la que la digitalización causa incomodidad entre los observadores es que nos aleja de la realidad para llevarnos al reino de la fantasía, una idea que en principio no parece concordar con un medio aparentemente objetivo y descriptivo. Pero el papel del fotógrafo como mensajero de la verdad o como alguien que muestra una realidad ha sido superado hace tiempo. Las fotografías siempre se han manipulado, sea al momento de hacerlas o en el proceso de revelado; siempre se han usado trucos como empalmes o revelado de negativos dobles. La necesidad que siente el hombre contemporáneo de huir a un mundo de fantasía a través de la fotografía presenta paralelismos con los primeros tiempos de este medio.

Las imágenes creadas por Ingrid Schulze son únicas: la intensidad de sus colores y sus reflejos crean un clima que provoca una atmósfera a veces de ensueño, mezcladas de realidad y ficción. Inicialmente, sus fotografías se pueden apreciar sin mucho esfuerzo. Pero, al mismo tiempo, están cubiertas por una capa visual de belleza que oculta verdades, secretos y misterios que subyacen en cada encuadre. Ahí residen las compulsiones de esta artista, los cuchicheos de su mente con sus enigmas y confidencias.

Desde esta aproximación a la recreación de una realidad que no es, sus fotografías se inscriben en la relectura de algunos géneros tradicionales de la fotografía y al mismo tiempo supone una indagación crítica. La artista construye el espacio narrativo visual recurriendo a elementos más próximos a la literatura y al cine, que provoca un grado de misterio que obliga a una lectura irracional de las imágenes que compone.

Schulze crea imágenes con los lenguajes visuales del magicismo y el exceso realista: ficción o realidad, sueño o vigilia. De esta manera, cuestiona en cada una de sus imágenes el límite entre lo cotidiano y la paradoja de lo espontáneo extraño.

La tensión es máxima en sus fotografías en la que se impone un acto de silencio. La naturaleza se ve alterada por la presencia invasora de animales y otros seres y cada una de estas imágenes incita a una lectura detenida a través de los diversos planos físicos y conceptuales que aparecen entremezclados. Hay un lugar y un momento en el cual los dos mundos se confunden, sin que haya una línea en el pensamiento que los pueda delimitar; es una ficción de un realismo puro, traída del inconsciente óptico de Benjamín; es la capacidad de la fotografía de abrir espacios que antes solo existían en sueños.

Schulze nos recorre por instantáneas de una historia en movimiento. La cámara nos introduce a la óptica inconsciente tal como hace el surrealismo con los impulsos del inconsciente, habitando zonas que constituyen un espejo de luces y sombras de una topología psicoanalítica de la mente. Sus obras resumen una singular mezcla de teatralidad pictórica y realismo fotográfico que hace que incluso las más aparentemente documentales conserven cierto halo de artificio. Sus inquietantes colores evocan un mundo lleno de cadáveres exquisitos y cenicientos que obligan al espectador dejarse perforar la conciencia estéticamente.

PROYECTO. Museo de Papel es una plataforma de difusión que visibiliza a jóvenes creadores bolivianos de diferentes disciplinas artísticas que, más allá del dominio de la técnica, ofrecen una reflexión poética sobre la creación artística. Este museo no exhibe en un espacio físico, ni atesora, consagra o jerarquiza obras; es un dispositivo que amplía la mirada hacia un horizonte mestizo donde conviven lenguas, temporalidades y culturas. Museo de Papel es un proyecto de la Fundación Cinenómada para las Artes. Cuenta con el apoyo del Centro Cultural de España en La Paz, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el periódico La Razón.

INGRID SCHULZE

Mi trabajo parte de una exploración íntima y natural que consta de la fusión de la fantasía y la realidad desde un punto de vista inocente y veraz. El punto de partida de mi creación es una combinación de la imaginación a través de los juegos, de los trazos, de la luz, del movimiento y del ser femenino. La luz y la oscuridad son los ejes donde inician los lineamientos que producen un resurgimiento de mi inconsciente que se materializa en un pilar que me provoca y me lleva a la invención.

En mi fotografía busco texturas, dimensiones e historias que surgen del encanto y el disfrute del momento que nace a través de una provocación mental que vuelve al pasado y toma elementos de los recuerdos para materializarse en una expansión de luz y del movimiento, atrapados en un instante.