Intercambio de Letras
La Feria del Libro borrará las fronteras entre los países, entre los lectores y los autores y tomará el pulso al mundo editorial nacional e internacional.
No ha pasado ni un año y La Paz ya va a disfrutar de otra Feria Internacional del Libro (FIL), la número 22. La pasada se celebró, excepcionalmente, en septiembre, por lo que la espera ha sido esta vez más corta. Quien se acerque por el recinto ferial Chuquiago Marka del 2 al 13 de agosto se va a encontrar con muchas obras, muchas actividades y mucha gente pero, sobre todo, va a conocer mejor América Latina porque esta vez es todo el continente, y no solo un país, el invitado. También tendrán un protagonismo especial la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB) y el escritor, historiador y periodista Mariano Baptista Gumucio, a quien se le rendirá homenaje por una vida dedicada a la cultura.
Las fronteras entre los países latinoamericanos impiden que los libros circulen como debieran. El director de ferias de la Cámara Departamental del Libro de La Paz (la organizadora de la FIL), Fernando Barrientos, alaba “el trabajo de las editoriales independientes, que han aportado mucho a estrechar las relaciones en los últimos 15 años y han sacado a la luz a muchos autores interesantes”. Por eso se ha invitado al Frente Editorial Latinoamericano, una asociación de editoriales independientes de Venezuela, México, Perú, Ecuador, Uruguay, Chile y Argentina, que anima las relaciones entre unos y otros, tiene sede en Buenos Aires, acaba de participar en la feria del libro de Lima y que después de La Paz se presentará en la feria de Guadalajara, en México.
También llegarán escritores, editores y gente del mundo de la cultura latinoamericana. 22 personas que han sido contactadas gracias al Grulac Cultural, la asociación de los agregados culturales de las embajadas latinoamericanas en Bolivia. Entre ellos destacan los brasileños, este año seis, más que nunca, lo que es algo “muy importante” para la gerente general de la Cámara, Tatiana Azeñas, pues “siempre hubo una distancia por el problema del idioma que ahora se está salvando porque ya hay muchos textos traducidos al español y que queremos que lleguen a Bolivia”.
Una gran novedad consiste en que, por fin, después de varios años de intentarlo y no lograrlo, “la Cámara garantiza que en la FIL va a haber ejemplares de los libros de los escritores extranjeros que se presentan y el público va a poder comprarlos hasta que se acaben”, anuncia Azeñas. Estos autores extranjeros se han seleccionado para subrayar la importancia de los intercambios entre países. Bob Chow se convirtió en la revelación argentina del año pasado con una novela ambientada en Samaipata. La chilena Arelis Uribe que debutó también el año pasado con mucho éxito y un cuento de dos chicas que viajan de mochileras a La Paz. Asimismo vendrá el muy premiado Carlos Franz, otro chileno. El español Antonio Jiménez Morato además de novelista, es un experto en literatura latinoamericana contemporánea. A Alberto Salcedo Ramos se le considera el mejor cronista de Colombia y Gabriela Winer, una peruana residente en España, publica en los más importantes medios de comunicación del mundo. Y es ese espíritu de intercambio el que ha llevado a la FIL a juntar a Cristina Rivera Garaz, quien escribió una novela sobre la vida de Juan Rulfo, con el colombiano John Naranjo, cuya editorial ha publicado con un editor colombiano que tiene una novela gráfica también sobre Rulfo.
Con todos ellos el programa cultural de la FIL “está atento a lo que está pasando ahora mismo, cuando tradicionalmente al público paceño las novedades de afuera siempre le llegaron tarde”, dice Barrientos. Y de lo nacional va a haber de todo. Los 150 expositores darán una muestra completa de lo que ofrece el mundo editorial boliviano. De entre ellos destaca la BBB, a la que también se considera un invitado especial y por eso contará con un gran espacio en el que mostrar todo lo que ha producido hasta el momento. Presentarán varios de sus libros, como la Antología del cuento boliviano, de Manuel Vargas, y Literatura contemporánea y grotesco social en Bolivia, de Javier Sanjinés.
La BBB tendrá pues un protagonismo especial, incluso en el homenaje a Baptista. Los actores Percy Jiménez, Patricia García y Carlos Ureña ofrecerán una versión teatral de Cartas para comprender la historia de Bolivia, uno de los numerosos libros de Baptista, a quien se dedicará un acto ideado por Alfonso Gumucio y en el que se mostrará un video sobre su vida y su obra. Esta celebración es una de las más de 450 actividades culturales que se tienen previstas en la feria y que también se subrayan el intercambio. Como en el ciclo Nuestros autores en vivo, que permitirá a los lectores dialogar con el poeta a Jorge Campero, el crítico y académico Luis H Antezana y las escritoras Allison Spedding y Gaby Vallejos. Otras iniciativas van a ser más lúdicas y educativas, como las dedicadas a los niños —quienes contarán con más espacios que nunca— las que animan a los lectores a compartir sus libros y diversos talleres de varios días sobre fomento de la lectura y sobre diseño gráfico editorial.
Con todo ello la FIL pretende acercar al público a los libros y tomarle el pulso al sector editorial boliviano, viendo qué tendencias artísticas se apuntan y qué funciona en el mercado y qué no. Casi dos semanas en las que se escuchará a grandes autores pero en las que ni ellos, ni los libreros ni los editores serán los protagonistas. Quienes ocuparán el centro de la escena son los visitantes, los lectores y “los que viene a pasearse”, dice Barrientos, pero que tal vez aprovechen la oportunidad y dejen que los libros cambien su vida.