Icono del sitio La Razón

Nicobis, el reto pasa a los jóvenes

Nicobis —productora que creó el noticiero PICA (Programas Inteligentes Con Adolescentes), entre otros— logró ampliar su “mirar profundo”, renovar y ahondar en los espacios de reflexión que construye desde hace 36 años, gracias a que una nueva generación asumió como suyo el reto de seguir cuestionando la realidad boliviana desde el trabajo audiovisual. Esa es la percepción de sus fundadores, Alfredo Ovando y Liliana de la Quintana.

Su experiencia primero en el celuloide y después en el video les ha mostrado lo importante que es la formación del talento de niños y adolecentes, cuyos frutos recogen ahora que están en un proceso de transición en el que han decidido dar un paso al costado para brindar espacio a nuevos creadores, liderados por sus hijos: Tatiana, Geraldine y Mauricio.

Su primera obra, realizada en el Taller de Cine de la UMSA, se tituló Aguatiris (1979) y retrató la vida de los niños que vivían en el Cementerio General de La Paz. Tanto este primer cortometraje como el segundo —Abramos la muralla (1980)— tuvieron como personajes principales a niños, inquietud que apareció intermitentemente en su filmografía, hasta la entrada de Nicobis en la animación infantil. “A finales de 1989 volvimos nuestra mirada a los niños y realizamos un taller para producir Cañoto, un videoclip basado en una canción de Jenny Cárdenas. Ese fue nuestro primer dibujo animado, hecho con una técnica mixta, es decir, usando gráficos en acetatos y la computadora”, recuerda Liliana de la Quintana.

 

Los fundadores de Nicobis en la actualidad.

Otro dibujo animado importante fue Pintemos el mundo de colores (1991), que tuvo como protagonistas a un pez y un pajarito. “Fue un video producido con nuestros propios medios, que después fue parte de una campaña a nivel nacional. Para hacerlo reclutamos a un grupo de dibujantes y los capacitamos en animación”.

Con este programa la productora comenzó a sensibilizar y educar sobre el medio ambiente y los daños que estaba sufriendo, junto a un equipo de trabajo bastante amplio. Cergio Prudencio colaboró y fue su primera incursión en música para animación infantil. Pintemos el mundo de colores tuvo mucho éxito: fue premiado en festivales internacionales y como no incluyó ningún parlamento o texto, se difundió en más de 180 países.

Durante la década de 1990, el trabajo de Ovando y De la Quintana pasó por una etapa de experimentación en contenido y técnica audiovisual, paralela a otras actividades, que derivó en dos eventos importantes: la creación del brazo editorial de Nicobis (1997) y la organización del Primer Encuentro Multicultural de Niños Indígenas Semillas del arte en 1999. “Sacamos la serie Mitología indígena para niños, la colección Wawalibros, sobre identidades culturales y después otros libros sobre cómo hacer cine, por ejemplo”, cuenta De la Quintana, quien admite que la debilidad de este emprendimiento fue la distribución, razón por la cual no ha sido lo suficientemente difundido.   

Liliana de la Quintana revisa fotogramas  en una imagen de archivo.

“En los viajes que hicimos conocimos los enormes valores y talentos que tenían los niños en los diferentes lugares de Bolivia y Liliana tuvo la gran iniciativa de juntarlos aquí en La Paz. Había músicos, tejedores, ceramistas… Fue ahí donde se dio a conocer y causó un gran impacto la Orquesta Juvenil de Urubichá, con música barroca y guaraya. Ese fue nuestro aporte a las actividades que se realizaban ese año (1999), porque La Paz era Capital Iberoamericana de las Culturas”, complementa Ovando.

Nicobis recibió el cambio de milenio con una gran cantidad de experiencias acumuladas y entró en una etapa de transición. Primero produjo varios programas para el show de televisión Api video boliviano, que expuso el material documental sobre los pueblos indígenas que los cineastas habían generado durante dos décadas. Luego organizó un taller de animación que dio vida al corto Abuela Grillo, con el apoyo del Centro para la Cultura y el Desarrollo (Dinamarca) y la coproducción de Reynaldo Lima.

“Veníamos dando pequeños cursos, ya sea con el apoyo de la Embajada de Dinamarca, cuando en 2009 se consolidó en un taller de formación más grande, de donde nació la Abuela Grillo. Este corto está basado en uno de los libros que escribí a principio de los 90 sobre una leyenda del pueblo ayoreo, que rebasó cualquier expectativa de difusión. Acabamos de volver de Perú y muchos conocen este dibujo animado, gracias a la web”, afirma la comunicadora sucrense. De esta forma Nicobis inauguró su presencia en internet y tuvo un éxito inesperado, lo que direccionó el cambio generacional que venía construyéndose.

PICA nació en 2011 bajo la invitación de la red internacional de noticias KNN (Kids News Network) y Free Press Unlimited, de Holanda. Ambas instituciones buscaban una contraparte en Bolivia que pudiese hacer un noticiero dedicado a los niños, reconocieron el trabajo que Nicobis había hecho sobre este tema y decidieron darles apoyo para la realización de este programa.

 Alfredo Ovando en la mesa de edición.

“Mientras que yo pasé a ser reportero, Liliana fue la primera editora en jefe. Al principio se emitió una o dos veces por semana y después todos los días. Trabajamos mucho en que no fuera un noticiero en el que se hicieran entrevistas a los adultos, pero sí tratamos temas fuertes, diversidad sexual, cultural o la primavera de los países árabes. Tiene un fuerte contenido social y político. Pusimos todo el archivo de Nicobis a disposición e investigamos qué es lo que opinaban los chicos al respecto”, explica Ovando.

A partir de 2011 se acentuó la presencia de jóvenes en el equipo, que además empezaron a asumir roles de mayor importancia. Propusieron una presencia continua primero en el portal web y luego en las redes sociales, que complementa y hace interactivo todo el contenido generado por el noticiero. Actualmente PICA se maneja por Facebook y YouTube.

“La cabeza de PICA, después de Liliana, fue Emiliano Longo, que lo sigue siendo. Y a partir de una convocatoria, reclutamos un equipo muy joven de reporteros, editores, productores y jefes de prensa, que se entusiasmó mucho con el proyecto y con el que seguimos hasta el día de hoy”, dice Geraldine Ovando de la Quintana, gerente general de Nicobis desde 2013.  

Con PICA se creó una página web, un canal de YouTube, una revista, un programa de radio y varios videojuegos. Así la producción audiovisual se diversificó y transformó a Nicobis en una casa creativa transmedia, que ahora ha dejado al noticiero para jóvenes en manos de La Casa de la Tv Inteligente, de Emiliano Longo, y vuelve a retomar otro de los temas que ha estado presente permanentemente en su trabajo: el medio ambiente.

“Lo que empieza a fortalecerse en el último tiempo es el trabajo en el tema miedoambiental. Nicobis cuestiona el modelo de vida actual y se propone apoyar plataformas, agrupaciones, colectivos e instituciones que estén trabajando con esta temática y con derechos humanos. Así nace otra forma de activismo desde los medios, cuya propuesta se difunde no solo a través del audiovisual, sino que toma la radio, redes sociales, prensa y web”.

Geraldine Ovando, parte de la nueva generación, y Emiliano Longo, a cargo de ‘PICA’.

Entre las actividades actuales de Nicobis está el apoyo a la creación de jóvenes directores como Diego Revollo, con  Sol Piedra Agua y dos largometrajes —Algo quema de Mauricio Ovando y Los hijos del fin del mundo de Emiliano Longo y Geraldine Ovando— que saldrán el próximo año.

Como homenaje al trabajo hecho por sus fundadores en más de tres décadas, Nicobis organiza una serie de proyecciones y mesas redondas en la Cinemateca Boliviana (c. Óscar Soria 100), que revisa los temas más importantes de su trayectoria. El 17 de octubre el tema será cine y mujeres; el 24, cine y etnografía, y el 26, cine e infancia. Este día habrá un pequeño acto para conmemorar el continuo esfuerzo de un equipo pionero en la creación, producción y formación del audiovisual en Bolivia.