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El Desnivel se llena de vida

La incorporación de nuevos artistas al equipo de gestión de El Desnivel —después de un momento de dificultad por el que se consideró la posibilidad de cerrarlo— renovó la energía del espacio con actividades nuevas, como algunas fiestas o una feria de Navidad, que le permiten acceder a otro público.    

Ahora está gestionado por la compañía de teatro Tabla Roja, Toto Torres, Gabriela Gemio, Kike Gorena y Proyecto Border, además de Miguel Ángel Estellano y Cristian Mercado —sus fundadores—, que seguirán esta línea, para sostener el trabajo de investigación y formación artística que la sala ha venido desarrollando.

“Queremos crear una relación con el barrio y los jóvenes. Vamos a seguir haciendo estas actividades, no demasiado, porque no es el fin de El Desnivel, pero son maneras de buscar otros públicos, porque lo escénico puede ser muy restrictivo”, explica Estellano.

El espacio comenzará el año con tres talleres: fotografía para niños y adolescentes, danza contemporánea y teatro de máscaras. A propósito, el actor comenta que una de las apuestas más grandes será la creación de una escuela de formación teatral, que tendrá cursos permanentes, desde marzo.

Otro evento importante que sigue la línea formativa será la residencia Inmaterial —acreedora del Fondo Iberoamericano de Ayuda Iberescena— organizada por los componentes de Proyecto Border, Juan Carlos Arévalo y Elena Filomeno, y Gabriela Claros.

La convocatoria para participar se lanzó en 2017. Abrió 20 cupos para que artistas nacionales tengan la oportunidad de desarrollar un proyecto artístico. Durante el mes de abril los participantes elegidos contarán con la guía de tres invitados internacionales: el teatrista chileno Luis Moreno, la coreógrafa española Cuqui Jerez y la performer brasileña Elionora Fabiao.  

“Nuestra iniciativa nace de una necesidad de volver a reflexionar sobre los procesos de investigación artística. Estamos llegando a un ritmo de creación que solo se enfoca en sacar un producto artístico. Queremos brindar un espacio para la profundización, que además pueda generar una comunidad en la que todos  colaboren en los proyectos de los otros”, explica Juan Carlos Arévalo.

El proceso de selección de propuestas culminará el 15 de enero y será publicado mediante las redes sociales. El Desnivel será uno de los espacios de trabajo que utilizará Inmaterial, durante las tardes, mientras que el Centro Cultural de España en La Paz será la sede, por las mañanas. 

La sala también presentará una propuesta innovadora de Javicho Soria, comediante y actor paceño, que hará un show de comedia, cada semana, con público en vivo, que será transmitido después por las redes sociales.

“Queremos que el programa sea 90% humorístico. Tendremos monólogos, también invitados y entrevistas, que tocarán siempre un tema polémico distinto. El primero hablará del machismo en nuestro país”, adelanta Soria.

El piloto se grabará en febrero y la entrada será gratuita. Si bien aún no tiene una fecha definida, el espectáculo se filmará un día de la semana, posiblemente jueves, y se difundirá luego por internet.

“No recurrimos a canales de televisión, porque queremos evitar todo tipo de censura, nuestra elección de temas va a ser siempre controversial, así como todo nuestro material. Esperamos que el resultado atraiga a auspiciadores a nuestra propuesta, pero que sepan que no podrán poner condiciones a nuestro contenido”.

Todos estos proyectos son el resultado de una reflexión tras la crisis que se generó luego de nueve años de trabajo. “Después de casi una década de autosustentar y autogestionar este proyecto, veíamos un panorama cultural muy empobrecido y con pocos apoyos institucionales.

Además, al fin y al cabo, una sala es un servicio a la población, la vemos como un nexo entre el público y los artistas. Por eso era coherente incorporar a otras personas interesadas”,  argumentó Estellano.

Ahora el grupo apuesta por un espacio que aún deja en segundo plano lo comercial y que tiene como prioridad la generación de obras desde reflexiones que requieran investigación y colaboración. “Lo que permite El Desnivel es tener dónde preparar una obra por seis meses o un año.

Que no tengamos que hacer obras como fast food. Se está asentando más claramente que hay una propuesta un poco más comercial dentro del ámbito paceño, que está muy bien, y si bien algunas veces están muy bien hechas, a veces comienzan a hacer que el público huya de las salas.

Por eso, es bueno que haya ese tipo de propuestas, pero también otra, una más investigativa en términos formales y de lenguaje”.