Disidencia en Travestismos públicos
Uno de los tres proyectos seleccionados para El Contenedor, es el propuesto por Christian Egüez, que lo desarrolla en este texto. (marica y
Entendiendo que la radicalidad de una intervención pública en la escena artística hoy es asumida y promovida como una simple y retórica dinámica donde nadie —por así decirlo— sale lastimado, la intención del personaje utilizado para las intervenciones, Marica y Marginal, es revertir esa situación de comodidad en la que se ejerce la intervención pública desde el arte y los artistas.
Travestismos públicos trata de rescatar la experimentación corporal en el espacio público, retomando la sexualidad disidente como una herramienta de provocación y buscando la respuesta a una pregunta urgente para la colectividad marica en este país: ¿Qué lugar ocupamos los maricones y las travestis en el espacio público?, y de esa misma manera, ¿qué lugar ocupamos en el espacio de la democracia, la política y en la vida misma?
Son seis intervenciones llevadas a cabo en diferentes puntos de la ciudad de Santa Cruz, con la colaboración de la artista trans Katia Arnez y el registro de la fotógrafa aficionada Julia D. Mamani. Un recorrido travesti por la selva de cemento más poblada del país con la intención de subvertir el orden establecido, avispar la mirada enrarecida y agitar los comentarios de fondo, entre risas y desprecios.
Una intervención fue realizada en los baños de hombres de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, reconociendo la “U” como un burdel donde los maricones vivimos el placer en la clandestinidad del baño, dejando marcado el amor en un pedazo de pared que gime una y mil veces nombres que ya no recordamos. Otra se hizo en el micro, cuestionando el “TRANSporte” como un espacio de disciplinamiento corporal y condicionante de las más revolucionarias muestras de amor disidente.
Una tercera, dedicada al director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Joaquín Monasterios, que el 1 de febrero declaró ante la prensa, como informe oficial, que el travestismo “es la causa que propaga el VIH”, un letrero frente a la fachada de la Gobernación deja en claro “Sr.
Monasterios, no somos las travestis quienes propagamos el VIH/sida, la ignorancia y el prejuicio, sí”. Una cuarta intervención se dio en un típico parque autonómico, rodeado por mucha vegetación, para recrear un edén habitado por un Adán marica y una Eva travesti, un paraíso ficcionado en un parque municipal donde maricones y travestis existamos sin violencia.
La quinta fue efectuada en la Plaza del Estudiante, frente al Palacio de Justicia, donde un par de travestis llegan a compartir comida popular junto con otras subjetividades que habitan el espacio público entre choripanes y pacumutus de corazón. La última, y desde luego la más pesada, fue una colaboración colectiva entre activistas y travestis de la disidencia sexual, a la que se sumaron la performista chilena Boy Dakota y el artista brasileño Yuno Yuno en el mercado La Ramada, con el objetivo de llegar hasta uno de los contenedores de basura de ese centro de abasto, asumiendo el lugar de repositorios colectivos de la basura social con picardía y placer.
Estas intervenciones constituyen una práctica artística-disidente necesaria y urgente en la agenda cultural cruceña, caracterizada por su higienidad y comodidad para tocar estos temas que tienen que ver con la sexualidad y la identidad, esto no es un intento de activismo para embanderarse cualquier lucha, sino una muestra contundente del ejercicio de un travestismo popular, crítico y creativo.
El Contenedor, arte urbano en Santa Cruz
Miguel Vargas
El colectivo ARTErias Urbanas lanzó la primera estación de El Contenedor, donde presentó los procesos que se llevaron a cabo para consolidar este proyecto que consiste en la creación de un espacio itinerante —un museo móvil que irrumpe en lo público— de largo aliento que recorrerá los principales parques urbanos de Santa Cruz de la Sierra durante los próximos dos años.
Tres son los proyectos ganadores de la primera convocatoria, que derivó en la muestra Especies de Espacios: Travestismos Públicos, de Christian Egüez (Santa Cruz), la instalación comestible y videoinstalación Beleza Pura de Ingrid Cuestas (Bogotá-Colombia) y Presencia–Ausencia de las hermanas Lulhy y Wara Cardozo (Oruro), que combinan en su obra arte gráfico, estética relacional y ecología.
“Buscamos otros mecanismos de gestión, no es lo que se entiende como un proyecto con un orden jerárquico donde estamos supeditados a los intereses de las instituciones que muchas veces precarizan el ambiente artístico. Nosotros partimos de una idea horizontal”, explicó Óscar Soza, parte del colectivo ARTErias Urbanas.
También se mostró el proceso de construcción e instalación de El Contenedor, espacio movible que se adapta a las muestras y actividades.
El Contenedor cuenta con el apoyo de la Secretaría Municipal de Cultura, Patrimonio y Turismo a través del MAC, el centro Simón I. Patiño y la Alianza Francesa. También son parte de las actividades los colectivos Blaue Blume, la Mona Lisa, Wayna Tambo, Parkour Trace, Lino Fotografía, Sonandes, Esencial Corp. y Voluntarios de BKHW.
- Christian Egüez (marica y marginal) es activista de la disidencia sexual