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RuPaul’s Drag Race

Cómo amar un reality show cuando se ha jurado que nunca se vería uno.

/ 21 de febrero de 2018 / 06:02

El reality show estadounidense RuPaul’s Drag Race (Carrera de drags) empezó siendo producido por World of Wonder para ser transmitido por Logo, un canal cuyo público meta es la comunidad LGBT, pero desde la novena temporada, la emisora de cable VH1 lo transmite también. VH1 Latinoamérica lo pasó hasta la cuarta temporada  y actualmente en Netflix se encuentran de la segunda a la octava temporada. En resumen: este programa ha ido ganando cada vez un público más heterogéneo y se ha vuelto cada vez más popular y es disfrutado por muchas personas en todo el mundo sin importar su identidad sexual. El programa ha logrado reconocimiento y visibilidad para este arte.

RuPaul’s Drag Race rescata para sus diversos retos y en su jerga la tradición de la cultura Drag retratada ya en el documental Paris is Burning, filmado en la segunda mitad de los años 1980 y dirigido por Jennie Livingston. Este trabajo muestra una labor de drag queen (forma de personificación femenina y transformismo en el que alguien altera su apariencia y sus acciones para crear un personaje, generalmente el de una mujer u hombre caricaturizado) que proviene desde la marginalidad de gente pobre, generalmente gays y personas transgénero, latinos y afroamericanos. El programa de RuPaul presenta esta cultura desde un lugar de empoderamiento, desde el que se celebra la diversidad, jugando con los cánones de belleza y con el género.

 Esta celebración de lo diferente se puede ver en las concursantes y en las ganadoras de cada temporada. En las pasarelas han desfilado propuestas estéticas, artísticas y políticas sobre lo que es bello y lo que es femenino. En cada temporada una concursante es eliminada semanalmente a través de diferentes retos que ponen a prueba su creatividad y talento para la transformación, la comedia, la actuación y algunas veces la danza y el canto, por lo que en cada episodio se muestran diferentes facetas de cada una, no solo en lo artístico, sino también en lo personal.

Las participantes comparten sus historias de lucha, sus fracasos y sus victorias en su viaje a la aceptación y la construcción de sus individualidades. Historias de violencia, adicciones, desórdenes de alimentación y cómo el Drag les ayudó a entender que lo convencional no funciona para todos, que eso está bien y que la felicidad tiene caminos infinitos.

Las ganadoras de cada temporada dejan ver que existe más de un tipo de Drag Queen y que cada artista tiene un sello muy personal que marcó la competencia de manera especial. Por ejemplo, la ganadora de la tercera temporada, Raja, derrocó la idea de que las Drag Queen son estrafalarias y demostró que su trabajo puede ser sofisticado y high fashion. Otra ganadora que marcó un hito en la competencia fue la de la cuarta temporada, Sharon Needles, quien cuestionó la noción de lo que es bello, agradable y sensual. La ganadora de la sexta temporada, Bianca del Río, sin tener looks muy elaborados y sin dejar ver mucha piel, dejó de lado lo sensual y priorizó lo cómico y la actuación, dominando la competencia. Finalmente, la ganadora de la novena temporada, Sasha Velour es quizá una de las participantes con propuesta artística y política más elaborada que se haya visto en el programa. Juré que nunca vería un reality show, pero RuPaul’s Drag Race, simplemente, me hizo amarlo.

La reina de todas las drags: RuPaul

Cuando mostrarse en público como una Drag Queen era impensable, RuPaul Andre Charles — nacida en San Diego, California, el 17 de noviembre de 1960— ya estaba echada sobre el piano de Elton John cantando Don’t Go Breaking My Heart. Años después acompañó a Martha Wash con la canción aclamada en la escena gay It’s Raining Men. Y hoy se erige como la reina de las transformistas en la cultura popular a través de la Tv.

Modelo, actor, cantante, compositor y presentador estadounidense, RuPaul no ha hecho problema de que se refieran a él, o ella, en masculino o femenino. “¡No me importa! Siempre y cuando me llames”, comentó en una entrevista.

Ha compartido escenario con estrellas como Lady Gaga y La Toya y actuó en programas de Tv como Sabrina, la bruja adolescente o Ugly Betty. Grabó nueve álbumes de estudio en solitario, dos recopilatorios y dos especiales de Navidad. Su show de Tv RuPaul’s Drag Race le hizo acreedora del premio Primetime Emmy en 2016 y ha servido de catapulta para cantantes, modelos, blogueras, bailarinas y actrices drag queens.

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Cómo amar un reality show cuando se ha jurado que nunca se vería uno.

/ 21 de febrero de 2018 / 06:02

El reality show estadounidense RuPaul’s Drag Race (Carrera de drags) empezó siendo producido por World of Wonder para ser transmitido por Logo, un canal cuyo público meta es la comunidad LGBT, pero desde la novena temporada, la emisora de cable VH1 lo transmite también. VH1 Latinoamérica lo pasó hasta la cuarta temporada  y actualmente en Netflix se encuentran de la segunda a la octava temporada. En resumen: este programa ha ido ganando cada vez un público más heterogéneo y se ha vuelto cada vez más popular y es disfrutado por muchas personas en todo el mundo sin importar su identidad sexual. El programa ha logrado reconocimiento y visibilidad para este arte.

RuPaul’s Drag Race rescata para sus diversos retos y en su jerga la tradición de la cultura Drag retratada ya en el documental Paris is Burning, filmado en la segunda mitad de los años 1980 y dirigido por Jennie Livingston. Este trabajo muestra una labor de drag queen (forma de personificación femenina y transformismo en el que alguien altera su apariencia y sus acciones para crear un personaje, generalmente el de una mujer u hombre caricaturizado) que proviene desde la marginalidad de gente pobre, generalmente gays y personas transgénero, latinos y afroamericanos. El programa de RuPaul presenta esta cultura desde un lugar de empoderamiento, desde el que se celebra la diversidad, jugando con los cánones de belleza y con el género.

 Esta celebración de lo diferente se puede ver en las concursantes y en las ganadoras de cada temporada. En las pasarelas han desfilado propuestas estéticas, artísticas y políticas sobre lo que es bello y lo que es femenino. En cada temporada una concursante es eliminada semanalmente a través de diferentes retos que ponen a prueba su creatividad y talento para la transformación, la comedia, la actuación y algunas veces la danza y el canto, por lo que en cada episodio se muestran diferentes facetas de cada una, no solo en lo artístico, sino también en lo personal.

Las participantes comparten sus historias de lucha, sus fracasos y sus victorias en su viaje a la aceptación y la construcción de sus individualidades. Historias de violencia, adicciones, desórdenes de alimentación y cómo el Drag les ayudó a entender que lo convencional no funciona para todos, que eso está bien y que la felicidad tiene caminos infinitos.

Las ganadoras de cada temporada dejan ver que existe más de un tipo de Drag Queen y que cada artista tiene un sello muy personal que marcó la competencia de manera especial. Por ejemplo, la ganadora de la tercera temporada, Raja, derrocó la idea de que las Drag Queen son estrafalarias y demostró que su trabajo puede ser sofisticado y high fashion. Otra ganadora que marcó un hito en la competencia fue la de la cuarta temporada, Sharon Needles, quien cuestionó la noción de lo que es bello, agradable y sensual. La ganadora de la sexta temporada, Bianca del Río, sin tener looks muy elaborados y sin dejar ver mucha piel, dejó de lado lo sensual y priorizó lo cómico y la actuación, dominando la competencia. Finalmente, la ganadora de la novena temporada, Sasha Velour es quizá una de las participantes con propuesta artística y política más elaborada que se haya visto en el programa. Juré que nunca vería un reality show, pero RuPaul’s Drag Race, simplemente, me hizo amarlo.

La reina de todas las drags: RuPaul

Cuando mostrarse en público como una Drag Queen era impensable, RuPaul Andre Charles — nacida en San Diego, California, el 17 de noviembre de 1960— ya estaba echada sobre el piano de Elton John cantando Don’t Go Breaking My Heart. Años después acompañó a Martha Wash con la canción aclamada en la escena gay It’s Raining Men. Y hoy se erige como la reina de las transformistas en la cultura popular a través de la Tv.

Modelo, actor, cantante, compositor y presentador estadounidense, RuPaul no ha hecho problema de que se refieran a él, o ella, en masculino o femenino. “¡No me importa! Siempre y cuando me llames”, comentó en una entrevista.

Ha compartido escenario con estrellas como Lady Gaga y La Toya y actuó en programas de Tv como Sabrina, la bruja adolescente o Ugly Betty. Grabó nueve álbumes de estudio en solitario, dos recopilatorios y dos especiales de Navidad. Su show de Tv RuPaul’s Drag Race le hizo acreedora del premio Primetime Emmy en 2016 y ha servido de catapulta para cantantes, modelos, blogueras, bailarinas y actrices drag queens.

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