La mirada de Enrique Arnal
Matías Arnal presentará un filme en el que la voz de su padre, el pintor Enrique Arnal, guía una reflexión sobre su vida.
Si bien vivió en Argentina, Francia, Perú y Estados Unidos, entre otros destinos, el potosino Enrique Arnal (1932-2016) pintó Bolivia. Ahora, el documental titulado Enrique Arnal, el mundo en su memoria, narra la historia de su vida, y mediante ella, la de su país a través de sus ojos. Así lo entiende el director Matías Arnal, su hijo menor.
La película cuenta, cronológicamente, la vida del artista. Comienza con su nacimiento en el centro minero de Catavi, en 1932, y culmina con su detención, durante un par de meses, por uno de los gobiernos militares de finales de la década de 1970. Además, también se muestran reflexiones del creador sobre su trayectoria pictórica.
El documental nació como una forma de utilizar las cintas que Luis Arnal Larraidy, padre de Enrique y abuelo de Matías, filmó en Catavi. En ellas se muestra el campamento minero durante la infancia del artista, tomadas con una de las pocas filmadoras que había en el país, en aquel tiempo.
Además, la Fundación Enrique Arnal contaba con entrevistas que hizo Alejandra Echazú en 2010 y con material audiovisual adicional —realizado por Édgar Pomar y Alberto Villalpando— que Matías encontró en la Cinemateca Boliviana. Gracias a estas fuentes, la película está narrada en primera persona por el mismo creador.
En el documental se retrata también La Paz, donde terminó sus estudios y conoció a Marcelo Quiroga Santa Cruz, quien fue su gran amigo. Además de aquellos países donde vivió y se formó académicamente.
“Un lugar especial para él fue Machu Picchu, donde tuvo su ‘segundo nacimiento’. Vivió por un tiempo cerca de las ruinas en una comunidad indígena. Fue una experiencia que lo marcó y de la cual nace su primera exposición en Cusco, 1954”, comenta su hijo y el principal promotor del documental.
El guion fue el aspecto más dificultoso, ya que si bien la estructura es lineal, todo lo recolectado no tuvo ese orden desde el principio. La producción comenzó poco antes de que Enrique Arnal falleciera, en abril de 2016. Y si bien no se pudo crear elementos especialmente hechos para la película, sí estuvo involucrado en el origen del proyecto.
Esta es la primera producción cinematográfica de Matías Arnal, quien no es cineasta, pero encontró en este arte un espacio de experimentación y relación con su padre.
“Siempre he tenido una cámara conmigo y es algo que él alimentó en mí. Se daba cuenta de cuánto me gustaba, así que me introdujo a grandes como Fellini o Kurosawa. Fue a través del cine que se acercó y fortalecimos nuestros lazos”.
n cuanto a la narración, el punto culminante es la detención y encarcelamiento de Arnal por uno de los gobiernos militares. La razón por la que se escogió este final es que este evento habría influenciado la creación de obras importantes.
“Fue apresado solo por ser amigo de Marcelo Quiroga, sin haber tenido participación política alguna. Creo que eso dice mucho sobre la lógica absurda que gobernó nuestro país durante esa época”.
Si bien el creador vivió fuera de Bolivia por muchos años, durante diferentes etapas de su vida, su creación se ancló en estas tierras. Sus tópicos y la técnica que desarrolló se direccionaron a los paisajes y elementos con los que convivió desde niño. En diferentes partes de la película se muestra al artista reflexionando sobre su obra y haciendo manifiesta esta influencia en su discurso crítico y reflexivo.
El estreno de Enrique Arnal, el mundo en su memoria, será el 12 de abril —dos días después de que se cumplan dos años de su muerte—, en la Cinemateca Boliviana (C. Óscar Soria 100) a las 19.00. Luego de la proyección habrá un conversatorio en el que participarán el director, el crítico Claudio Sánchez, la literata Alejandra Echazú, el arquitecto Carlos Villagómez y la artista María José Rodríguez. Del 13 al 18 serán las funciones abiertas al público, a las 19.00.