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Marcos Puña, pasión por la guitarra clásica

Se ha puesto la camiseta de su nuevo disco. El músico Marcos Puña lleva en el pecho la imagen de Andrés Segovia Torres —nacido en Linares Jaén (España), el 21 de febrero de 1893 y fallecido en Madrid, el 2 de junio de 1987— el gran maestro guitarrista clásico español al que le dedica su más reciente trabajo discográfico —Segovia—, así como una gira en la que recorrerá ocho ciudades bolivianas y lo llevará a Argentina.

El Conservatorio Plurinacional de Música (Reyes Ortiz 56) es su casa y ahí recibe a Tendencias. “Parte importantísima de lo que hago es enseñar. Estoy aquí desde hace 12 años, dirijo la Orquesta de Guitarras y el Departamento de Guitarra, somos 10 maestros para 120 alumnos”, cuenta en una de las salas donde da clases.

Su encuentro con la guitarra fue casual, pues fue el instrumento que había en casa. Congeniaron desde un primer momento. “Empecé a los 13 años, en los círculos exigentes dirían que fue tarde. Mi hermano tocaba y cantaba música de Silvio Rodríguez y trova y me gustaba. Vivíamos en Cochabamba, y al segundo mes de clases en una academia, me decidí por la guitarra clásica. Tuve varios mentores bolivianos que me dieron consejos importantísimos. A los 18 me fui a Uruguay. La más grande bendición ha sido estudiar con el maestro Abel Carlevaro: ha sido toda una revolución, un avance técnico y analítico de la guitarra. Él fue alumno de Segovia, que estuvo en el continente de 1937 a 1946, por la guerra. De hecho, Segovia tocó en Bolivia en dos ocasiones. En esos 10 años, Carlevaro fue su discípulo, aunque después tomó otros caminos e hizo un avance fundamental en la evolución técnica de la guitarra”. En Montevideo, Puña también fue alumno de Eduardo Fernández.

Con el paso de los años, Marcos Puña necesitó una sazón diferente en su sonido, por lo que estudió guitarra flamenca, donde las manos funcionan de otra manera y el sonido y la estética son muy diferentes. “Hice dos posgrados, uno de Flamenca y otro de Clásica, en el Conservatorio del Liceo en Barcelona, becado por la Fundación Carolina”. Allí su principal maestro fue Guillem Pérez-Quer.

Hoy combina su vida de enseñanza en el Conservatorio con su desarrollo artístico. Por ello esta gira y disco son muy importantes, pues proponen el primero de cuatro homenajes que hará a gigantes de la guitarra. “Ellos son Andrés Segovia, Agustín Barrios, Abel Carlevaro y Narciso Yepes. Segovia es el más importante guitarrista clásico en el siglo XX. Su labor ha avanzado por muchos flancos para darle el prestigio de instrumento de concierto y proponer una estética de guitarra de música clásica. Su estrategia ha sido dar cátedra en las ciudades del mundo y motivar a compositores geniales para escribir para guitarra. Estos frutos son muy importantes, son como un brazo dentro de la guitarra con todo el repertorio que fue creado. Influyó en el compositor de zarzuelas Federico Moreno Torroba (1891-1982), que le dedicó mucha música a Segovia y en el mexicano Gabriel Ponce, al que le pedía piezas en muchos estilos: barroco, español, clásico”.

En el disco también se toca Segovia Op. 29, del francés Albert Roussel, que describe la personalidad del guitarrista homenajeado en un vals de tres minutos. En la placa también destacan algunos barrocos del italiano Domenico Scarlatti (1685-1757) —Sonata K. 322 y Sonata K. 11— y Minueto Op.11 Nº 6 del español Fernando Sor (1778-1839), pues es la música que Segovia interpretaba en esa época.

La gira nacional de Marcos Puña comenzó el 24 de abril en Santa Cruz. En La Paz se presentará el 9 de mayo a las 19.00 en el Ministerio de Culturas (Ayacucho casi esq. Potosí) y el 10 estará en el Conservatorio, a la misma hora. El recorrido continuará por Sucre, Potosí, Cochabamba, Oruro, Tarija y El Alto (31 de julio). El guitarrista nacido en Oruro también brindará conciertos en Argentina.

“El homenaje a Segovia que Marcos Puña ha plasmado en este trabajo está centrado exclusivamente en el repertorio elegido y no en el estilo interpretativo ni en el tipo de sonoridad empleados por el guitarrista. En efecto, de las 14 obras interpretadas, solo tres no fueron grabadas previamente por el maestro español. Pero de esas tres, una fue compuesta por él mismo y otra (la Marcha del Ballet Cendrillon, de Sor) pertenece a un autor al que sí se ocupó Segovia  —y mucho—, a lo largo de su carrera”, destaca el músico uruguayo Alfredo Escande en su reseña sobre el disco.

Ahora que la guitarra clásica está en crecimiento en nuestro medio, este trabajo ofrece una nueva mirada a la obra de Segovia. El disco se vende en las agencias Discolandia y en marcospunaguitarra.blogspot.com. Desde agosto estará también disponible en las diferentes plataformas web.