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Obsesiones sinfónicas: Mozart y Tchaikovsky

El centrarse en la interpretación de obras de un solo compositor, la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) y el público que la acompaña descubren matices emotivos y musicales que no podrían identificar de otra manera, explica el director Weimar Arancibia.   

El año pasado se interpretaron las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven. En 2018 se decidió seguir este camino con un ciclo parcial que toma en cuenta las obras más representativas de Pyotr Ilyich Tchaikovsky.

“En la cuarta sinfonía vimos un mundo muy conflictivo. Cuando la música está en su momento más ligero, como si quisiera elevar a volar a quien la escucha, llega una fanfarria —que le llaman la fanfarria del destino— que corta el ritmo y lleva hacia tonalidades menores; es un encuentro negativo con el destino, que se entiende por las confrontaciones que estaba pasando el compositor en esa etapa de su vida”, desarrolla.

La quinta sinfonía es mucho más esperanzadora y optimista, hecho que se puede interpretar como una superación de la turbulencia que inspiró la obra previa. Y si bien la orquesta está ansiosa por ver qué les depara la sexta, harán una pausa para presentar uno de los programas más interpretados a nivel mundial: el Réquiem de Mozart.

Los conciertos serán el 27 y 28 de junio a las 20.00, en el Centro Sinfónico Nacional (c. Ayacucho 366, casi esq. Mercado). En este caso, Arancibia plantea un concierto que tratará de estar lo más cerca posible de lo que el compositor planteó para su último trabajo.

“Queremos ser fieles a la idea que tenemos de lo que fue el estilo de Mozart, con una versión fidedigna a la partitura, tocada por una orquesta reducida, similar a una de la época. Contaremos con los solistas Diana Azero, Alejandra Wayar, Fernando Flores, Marcelo Aguilar y la Sociedad Coral Boliviana, dirigida por el maestro Mateo Barrientos”.

Con ya siete programas presentados este año, el repertorio universal comparte espacio con la creación nacional de compositores de música clásica como Marvin Sandi. Uno de los conciertos más esperados en lo que resta del año es el estreno de una de las sinfonías de Alberto Villalpando.

Además, gracias al éxito del concierto didáctico —que se realizó en la Noche del Patrimonio Cultural, durante la Larga Noche de Museos, el 19 de mayo— la OSN propondrá repetir esta actividad, para acercar a jóvenes y niños a la música y enseñar en qué consiste y cómo funciona una orquesta.