Lovecraft y ‘El color que cayó del cielo’
El relato fantástico de H. P. Lovecraft, traducido por Liliana Colanzi, es uno de los tres lanzamientos de Dum Dum editora en la Feria del Libro de La Paz.
H. P. Lovecraft (1890-1937) no logró publicar ningún libro en vida; sus cuentos aparecían en revistas “pulp” como Weird Tales. Su fama es enteramente póstuma, y comenzó de la mejor manera, con simples lectores, y luego se difundió entre escritores y críticos. Hoy, su éxito es comercial y crítico: hay consenso en que los dos escritores norteamericanos más importantes de literatura de horror gótico son Poe y Lovecraft.
Lovecraft parecía modesto, pero no lo era. En uno de sus cuentos, La casa evitada, el narrador menciona que, allá por 1840, cuando Poe vivía en Providence y cortejaba a la poeta Mrs. Whitman, le gustaba caminar por Benefit Street, pasar por la iglesia de Saint John y bordear un cementerio con lápidas del siglo XVIII. La “ironía” de todo esto es que Poe, el “gran maestro universal de lo terrible y lo extraño”, pasaba en su acostumbrada caminata por una vieja casa con un jardín descuidado. El narrador escribe: “No parece que él (Poe) haya escrito o mencionado alguna vez esa casa, ni tampoco hay pruebas de que al menos se haya anoticiado de ella. Y, sin embargo, esa casa… iguala o supera en horror la más descabellada fantasía del genio que pasó a su lado sin darse cuenta…”. La casa evitada es, entonces, el cuento que Poe fue incapaz de escribir. El mensaje es contundente: Lovecraft puede ver más lejos y mejor que Poe.
Lo que distingue a Lovecraft es su talento para crear una mitología. Esa es la característica principal de un subgénero que él ayudó a consolidar: “weird fiction”. El “cuento extraño” evitaba concentrarse en el miedo físico o en aquello “mundanamente horrible”, para enfocarse en la “inexplicable amenaza de fuerzas desconocidas y… una suspensión particular y maligna o derrota de aquellas leyes fijas de la naturaleza que son nuestra única salvaguarda ante los asaltos del caos y los demonios del espacio no conocido”. El cuento extraño es literatura sobre el “miedo cósmico”, revitalizada hoy gracias a Jeff VanderMeer, China Mieville y Caitlin Kiernan.
En la mitología de Lovecraft, los dioses que los hombres adoran son seres extraterrestres que viven en nuestro mundo y nos controlan. Lovecraft produce una sensación de soledad cósmica, la de sentirse abandonado en un universo sin trascendencia. A la vez, esa soledad ocurre en un mundo sobrepoblado por seres extraños, shoggoths protoplásmicos. El hombre es un ser ínfimo, una mancha en un tiempo que se alarga a miles de millones de años.
En El color que cayó del cielo, a partir de la llegada de un meteorito a la Tierra, el narrador cuenta la maldición que parece cernirse en torno a un páramo cerca de la mítica ciudad de Arkham: el campo se vuelve estéril, los lugareños enloquecen, las plantas adquieren formas extrañas. Ese color que llega de afuera con el meteorito es un desafío a nuestras formas de entender las cosas.
“Las más antigua y más fuerte emoción de la humanidad es el miedo, y el más antiguo y más fuerte tipo de miedo es el miedo a lo desconocido”, escribió Lovecraft. En El color que cayó del cielo, Lovecraft desarrolla ese miedo a lo desconocido a través de la entidad o entidades del espacio exterior que parecen haber llegado con el meteorito. Nunca son descritas directamente, y sabemos de ellas a partir de los efectos que causan en las cosas, personas o animales que se encuentran a su paso. Lovecraft trabaja el horror a partir de la sugerencia y evita antropomorfizar a la criatura del espacio exterior: esta entidad está tan fuera de nuestros parámetros que es mejor no humanizarla en la representación. De hecho, el horror cósmico —“ese solitario, extraño mensaje de otros universos y de otros reinos de materia, energía y entidad”— se debe precisamente a que somos conscientes de todo aquello que está fuera de nuestros parámetros.
Dum Dum editora: un salto a lo desconocido
Miguel Vargas
Este año, lo fantástico, lo desconocido y la tecnología forman parte de los lanzamientos que tiene Dum Dum editora para la feria del Libro de La Paz. La fascinación por lo que no comprendemos, y la incertidumbre por el futuro son características de las tres obras elegidas y sobre todo del primer lanzamiento: El color que cayó del cielo.
Este cuento de H. P. Lovecraft ha sido traducido por la escritora y editora de Dum Dum Liliana Colanzi, abriendo así la colección Alasitas, que se caracteriza por libros en formato de bolsillo y precio más accesible (Bs 40).
“Queremos una colección con traducciones propias. Bolivia no tiene una gran tradición en la traducción, nos llegan los clásicos u otros autores extranjeros con los tonos y modismos de otros países. Entonces tenemos una sensación de extrañeza, porque algunos giros idiomáticos nos resultan extraños. Con esta colección queremos alentar el ejercicio de la traducción”, explica Colanzi.
La autora cruceña —Nuestro mundo muerto (2010), Vacaciones permanentes (2016), entre otros— se encargó de la traducción del cuento. “Es la primera traducción que hago de un texto de ficción y también fue un ejercicio creativo para mí, yo estaba muy bloqueada con la propia escritura. Recuerdo que cuando le pregunté a una amiga traductora si no le daba un poco de flojera trabajar textos ajenos cuando podía estar haciendo su trabajo creativo, ella me dijo: ‘éste es mi trabajo creativo’. Ahora entiendo perfectamente a qué se refería: el oficio de traducir te confronta a tomar muchas decisiones estéticas, por qué se elige una palabra sobre la otra. Implica meterte en la cabeza de otro autor, es un ejercicio muy interesante y liberador”.
Dum Dum editora nació en 2017 con la novela Eisejuaz, de la argentina Sara Gallardo (1931-1988). Este año, aparte de la obra de Lovecraft, publicará Nefando de Mónica Ojeda y Los cuerpos del verano de Martín Felipe Castagnet.