El comité de la noche (Random House Mondadori, 2014), que recibió el Premio Otra Mirada de la librería Cálamo, es la onceava novela de la escritora española Belén Gopegui (Madrid, 1963), quien visitará La Paz en la Feria Internacional del Libro que se llevará a cabo del 1 al 12 de agosto.

Ella es también autora de las novelas La escala de los mapas (Premio Tigre Juan y Premio Iberoamericano de Primeras Novelas Santiago del Nuevo Extremo), Lo real (Finalista Premio Rómulo Gallegos, Finalista Premio Fundación José Manuel Lara, Finalista del Premio de Crítica), Deseo de ser punk (Premio Dulce Chacón) y la más reciente Quédate este día y esta noche conmigo.

Si algo destaca en el pulso de la escritura de Gopegui es la adopción de, en principio, una postura clara: la mejor literatura no es aquella que simplemente busca entretener. La literatura es un campo de batalla, parece decirnos esta escritora española, el lugar donde las ideas se enfrentan.

En El comité de la noche se narra la historia de dos mujeres: Álex y Carla. A ellas las une la crisis española, pero también un conflicto moral: se encuentran en Eslovaquia cuando un laboratorio corrupto, a través de diversas tretas, buscará que se legalice la venta libre de sangre.

A Álex la crisis la ha dejado sin trabajo y, con Mariana, su hija, a cuestas, tuvo que volver a la casa de su madre. Carla, hematóloga, en cambio, ha tenido que aceptar un trabajo más allá de las fronteras de su país. En la casa de su madre, Álex divaga e indaga, quizás motivada por el silencio del paro, y de una manera de la que podría decirse incluso que es ensayística, sobre los acontecimientos de su vida, sobre los absurdos de la que se ve rodeada y de su pertenencia a una organización clandestina. Carla, en cambio, ya habiendo retornado a España tras su experiencia eslovaca, contrata los servicios de un redactor de memorias, quien, aunque podría creerse lo contrario, tiene bastante trabajo, hay mucha gente que necesita practicar el ejercicio de la confesión. A él le cuenta cómo fue que entró en contacto con la organización a la que pertenece Álex.

¿Qué es la sangre si no vida? Pues también es negocio. ¿Es malo que una persona quiera vender su sangre? ¿Es ético permitir que esta forma de la vida se convierta en un producto para quienes puedan comprarlo? ¿Y si este negocio permite salvar muchas vidas? Pero, ¿qué habría detrás de un conglomerado económico de estas características? Los más pobres serían quienes vendan, los más débiles, y, debido a su vulnerabilidad, podrían ser víctimas de mafias que quisieran enriquecerse. ¿O no necesariamente? Son varias las preguntas —muchas de ellas con tantas respuestas— que propone esta novela que también podría leerse como un ensayo.

Carla encuentra un amor bastante fuerte, uno de aquellos a los que no se puede renunciar, después de conocer a Michal, su novio eslovaco. Él tiene una sobrina pequeña, Elenka, que necesita un trasplante de hígado para seguir con vida. Debido a las bajas probabilidades de que sobreviva a la operación, no tiene un lugar destacado en la lista de espera. Elenka y Carla se hacen grandes amigas. La hematóloga trabaja para Laboratorios Pharmen, uno de los más importantes de Eslovaquia. El laboratorio requiere que ella desperdicie las bolsas de sangre donada para exigirle al Gobierno una ley que permita la venta de sangre y, a cambio de su complicidad, harán que Elenka reciba su trasplante antes que otra persona. Ella, por amor, accede. En el transcurso, conoce a Álex, que pertenece a una organización que trabaja clandestinamente para evitar la legalización de la compra y venta de sangre. Entonces, todos los dilemas morales afloran.

El comité de la noche también es una novela sobre la soledad. Gopegui disecciona a sus personajes y nos muestra sus entrañas. Todos luchan por el otro a pesar de vegetar como entes, en el fondo, vacíos. La crisis económica, los problemas filosóficos con el comercio de la sangre, incluso el amor, son todos elementos de un laberinto en el que es imposible escapar de las ausencias.