Villalpando, la geografía hecha música
La OSN estrenará la segunda sinfonía de uno de los compositores más importantes de la música contemporánea boliviana.
En el aire de navegación de las montañas” es un verso del escritor paceño Jaime Saenz —contenido en el poemario Aniversario de una visión— y el subtítulo que el compositor Alberto Villalpando escogió para acompañar su segunda sinfonía, síntesis poética que explica el viaje etéreo que construye esta obra del compositor potosino, que se estrenará el 29 y 30 de agosto, a las 20.00, en el Centro Sinfónico Nacional (C. Ayacucho 366).
El debut de esta obra implica un reto importante para los músicos, así como para el público, que aún siente ajeno el lenguaje de la música contemporánea, comenta Weimar Arancibia, director de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), encargada de interpretar esta sinfonía.
“Cuando Bach estrenaba sus obras era música contemporánea, cuando Tchaikovsky estrenó su sexta sinfonía era una locura, porque escribió un vals en un compás de cinco por ocho, cuando tradicionalmente se compone en uno de tres por cuatro. El reto de tocar música con una propuesta nueva, como la de Villalpando, ha sido constante en el desarrollo de la música de tradición escrita, y para mí es fascinante revivir ese reto”, explica el maestro.
La incorporación de piezas de música contemporánea es una premisa personal de Arancibia, quien se considera un apasionado de ella. En este caso, además, es un homenaje a uno de los compositores más influyentes de la música en Bolivia.
“No encontramos mejor manera para retribuirle todo el trabajo que ha hecho, de forma, además, bastante solitaria”, afirma Arancibia, quien fue también su estudiante.
Esta sinfonía se escribió específicamente para ser interpretada por la OSN y está estructurada en seis movimientos. Los dos primeros son similares en sonido y longitud, mientras que los cuatro siguientes son breves y aluden a “visiones fugaces y abstractas relacionadas con el Altiplano”, comenta Villalpando, quien se formó primero en su natal Potosí y después en el Conservatorio Nacional de Buenos Aires y en el Instituto Torcuato Di Tella (Argentina).
La música contemporánea, desde la segunda mitad del siglo XX, se caracteriza por una explosión experimental de lenguajes, que en su momento fueron muy provocadores. Lo que propone el compositor nacional difiere y se transforma en algo mucho más evocador, detalla Arancibia. “El núcleo de mi trabajo se centra en darle atención a los paisajes sonoros y a la geografía, búsqueda que ha guiado toda mi música”, complementa el autor de la obra.
Además, la OSN tocará la sexta sinfonía de Tchaikovsky, una obra dramáticamente cargada —el compositor murió una semana después del estreno, en un presunto suicidio—, que pretende generar un diálogo entre diferentes piezas de música clásica.