La manifestación concreta es una exposición de más de 100 artistas visuales —104 exactamente— en la Casa de la Cultura (Av. Mariscal Santa Cruz y Potosí). Sin embargo, lo que en realidad está pasando en 100 mujeres trabajando, primer encuentro de mujeres artistas es que aquellas que trabajan incansablemente en el arte descubrieron las propuestas de otras creadoras y comienzan a organizarse en diferentes redes.
“Tuvimos una gran respuesta. Y —si bien aún no pensábamos en una segunda versión— nos han contactado ya para la siguiente ”, cuenta Martina Noriega escultora, pintora, docente e integrante de Warmi Nayra, el colectivo responsable de la iniciativa.
Un aspecto que se hizo palpable es que la actividad artística nacional está en permanente movimiento y lo que requiere es hacerse visible. Gran parte de las creadoras exponen constantemente y mediante el encuentro lograron que sus pares conocieran su trabajo. Esto permitió que se articularan contactos entre ellas, para apoyarse mutuamente.
Al principio, se invitó a diferentes artistas reconocidas a que fueran parte de la actividad y después se lanzó una convocatoria, donde se especificó que se requería tener cinco años de trayectoria para participar. No obstante, las organizadoras se dieron cuenta de que muchas jóvenes compensan con calidad y producción lo que les falta en experiencia.
Esto permitió que el encuentro creciera y se transformara en un espacio de confluencia de distintas generaciones. “Muchas artistas noveles se dieron a conocer, mientras que maestras que tal vez ya no producen cotidianamente presentaron obras exclusivas para la muestra”, afirma Noriega.
Warmi Nayra es un colectivo de artistas que viene exponiendo regularmente desde 2014. “Si bien tenemos visiones muy diferentes, hemos logrado congeniar para mostrar lo que hacemos”.
Con la intuición de que la producción de las mujeres artistas requería notoriedad, decidieron presentar el proyecto a la convocatoria de eventos especiales que se lanzó gracias a que La Paz fue escogida como Capital Iberoamericana de las Culturas 2018.
Lo que las sorprendió fue la cantidad de propuestas que recibieron. La principal limitante para no aceptar más obras fue el espacio, ya que incluso sobrepasaron el límite que se habían propuesto.
La exposición congrega diferentes áreas del arte visual nacional: pintura (en diferentes técnicas), dibujo y grabado. Afiche, escultura en cerámica, papel, piedra y digital; además de textiles, arte objeto e instalación.
“Si bien existieron ya diferentes reuniones de mujeres artistas, como la dos versiones de la Bienal de Arte Femenino, este encuentro en uno de los más grandes. En esta ocasión, además de exponer, pudimos discutir sobre qué es para nosotras ser artistas en Bolivia, qué figuras han influenciado el quehacer artístico actual y cuál es el legado que nos dejan”.