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Teatro Nuna, cinco años de creatividad

Luis Daniel Iturralde —director general del Teatro Nuna— sueña ya con ampliar su espacio escénico con un estudio de grabación y producciones audiovisuales. Estos sueños se alimentan del trabajo que logró instaurar este espacio como uno de los núcleos culturales más importantes de la zona Sur y de toda La Paz, en cinco años.  

Mientras estos planes se van concretando, el teatro y aquellos que lo habitan cotidianamente —Diego Ayala, René Mendoza, Mariela Jordán, Ramiro Núñez y Esteban Giavarini, entre otros— se acercan rápidamente a cumplir los 1.000 espectáculos montados. Con la excusa de este aniversario, artistas de diferentes géneros narran sus experiencias y dan su opinión sobre su importancia en el circuito cultural paceño.

Javier Soria: ‘Lo más lindo es el trato humano’

(Actor y comediante)

Es un lugar donde tuve shows muy buenos, el espectáculo con menos gente tuvo 60 personas. Además de las condiciones, lo más lindo es el trato humano. Los técnicos se brindan con mucha energía, que es lo que más me gusta.

Para el tipo de presentaciones que hago (stand up comedy) el formato  —donde uno puede comer o tomar algo— funciona muy bien, que es algo que otros teatros no tienen.

Ahora, en la zona Sur es el máximo exponente cultural. Logró captar un público que no siempre podía ir al centro. Y se ha transformado en un oasis de cultura. Deberían haber más Nunas —creo que funcionaría—, pero es el que está y es clave mantenerlo y apoyarlo.

Juan Andrés Palacios: ‘Puedes planificar conciertos de otra manera’

(Músico y director de la orquesta Rodolfo Laruta y la Sonora Final Los Andes)

Es una de las primeras opciones para nuestros conciertos, sobre todo cuando tenemos propuestas poco usuales. Tiene todos los equipos necesarios, por ejemplo, sonido propio, que es una ventaja lindísima. La forma de armar el escenario es versátil, con lo que se puede ser más creativo y como la orquesta es grande, hay pocos lugares en los que nos sentimos así de cómodos.

Creo que no había alternativas de salas de conciertos en la zona Sur hasta antes del Teatro Nuna. No necesitas convocar tanta gente como para llenar el Teatro Municipal (Alberto Saavedra Pérez) y puedes planificar conciertos de otra manera, más íntima y menos formal.

No solo está preparado para conciertos de música, sino para todo. Su ubicación es muy buena y es accesible, a diferencia de los escenarios de algunos colegios, que son más burocráticos y están más a trasmano. Le tengo mucho cariño porque hemos tocado ahí casi desde que se abrió.

Leonardo Acosta: ‘Lo que rescato es el trato profesional’

(Director del Ballet Folklório de Bolivia “Manuel Acosta”)

Desde la primera vez que nos presentamos en este espacio —hace ya tres años— nuestra intención fue captar un público diferente al que asiste a los teatros del centro de la ciudad. Y lo que más rescato es el trato profesional de todo el equipo, liderado por Luis Daniel. Como consecuencia de esa experiencia, ahora nos presentamos dos o tres veces al año.

Hubo varios intentos de montar teatros medianos, pero el formato de este espacio, con mesas para que la gente pueda tomar una copa de vino, da comodidad, junto al profesionalismo de un teatro grande.

Otros espacios son muy requeridos por academias con gran cantidad de alumnos. El Nuna no trabaja así, escoge espectáculos de buen nivel, con la idea de captar un público interesado, que los aprecie. Todo eso le da mucho valor.

Eduardo Calla: ‘Se ha vuelto fundamental’

(Teatristra y productor de Teatro Punto Bo)

Ha logrado ser un espacio generoso. Línea que parte de Luis Daniel y que se traduce en la llegada al público, que lo siente y valora. He trabajado de manera muy estrecha con todo el equipo, intentando levantar una programación permanente de estrenos de obras de teatro y mi experiencia es la mejor. Ellos apostaron junto con nosotros y que haya funcionado tan bien, habla de una estructura que redobla su trabajo.

Es un escenario que reúne buenas condiciones y además puede reajustarse a cada planteamiento de escena. Es alternativo, cómodo y logró tener su propia línea de programación, con todo tipo de propuestas. Se ha vuelto fundamental para muchos de los artistas que circulan por sus tablas. Es el tipo de espacio que La Paz necesita y ojalá siga creciendo.