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Miko Art Gallery: un año de fe y trabajo

El 7 de diciembre de 2017 abrió un nuevo espacio cultural en La Paz. Una semana después, el artista Armin Kuljiš —director general de Miko Art Gallery, con sedes en México y Estados Unidos— junto a ocho colegas presentaban una exposición colectiva de título premonitorio: Creer es crear. Así, creyendo y creando, el espacio ha cumplido un año albergando a cerca de 50 exposiciones, varias de las cuales se han abierto de forma simultánea en las tres sedes. Para celebrar habrá una gran exhibición, llamada Plus Ultra, que abrirá el 12 de febrero a las 19.00 en los salones Arturo Borda y Antonio González Bravo de la Casa Municipal de la Cultura Franz Tamayo (Av. Mariscal Santa Cruz esquina Potosí).

Si hay una escena de persecución célebre en el cine boliviano es la de American Visa —de Juan Carlos Valdivia— en el mítico y patrimonial pasaje Kuljis, ese que une a las calles Comercio y Genaro Sanjinés, en el centro de  La Paz. El nieto del dueño de la casona es el artista Armin Kuljiš, quien decidió revitalizar el pasaje que se había convertido con los años en un rincón donde había prostitución o drogas; incluso sus rincones oscuros servían de baño improvisado. “El arte cura”, dice el gestor, y así fue: en alianza con la librería Prisma, ubicada en este pasaje, así como con otros negocios de la zona y los vecinos, se reacondicionó el lugar y se ha habilitado un espacio bien iluminado, con plantas, murales y que hoy es frecuentado por turistas y amantes del arte.

“El 80 o 90 por ciento de nuestro público es joven. No es el tradicional público de galerías, es un centro cultural en constante renovación”, define Salvador Saavedra, responsable del área de fotografía en el estudio de Miko, que abre a las 11.00 y cierra… pues según el tiempo que se necesite para producir. “Solemos estar hasta la medianoche trabajando en los proyectos, pintando, con música, fotografía y siempre aprendiendo”, agrega Kuljiš.

El reto inicial fue tener una exposición semanal, con inauguraciones cada jueves (ahora son los viernes). A veces hubo seis espectadores en un evento, pero sin desfallecer, fueron formando un público constante. “Estamos entrando al mapa de culturas de La Paz. Hay mucha gente que viene a ver la muestra según los temas; también hay mucho turista interesado en ver alguna exposición”, explica Leo Calisaya, director de Miko Art Gallery Bolivia.

Las exposiciones se organizan por tópicos que se definen cada mes. Los temas han sido tan variados que van desde homenajes al arquitecto Juan Carlos Calderón, al escritor Víctor Hugo Viscarra o al artista Arturo Borda (con exposición de obras originales) hasta arte digital, erotismo, Alasita o la Papaya Salvietti.

“Estamos abiertos a todo y a todos. Es interesante cómo el amor al arte une. Nos interesa conocer el proceso de los otros, porque siempre aprendemos. Aquí, lo importante es que no haya un problema de egos. El arte no es una competencia, nadie es mejor que otro; cada artista tiene una diferente perspectiva”, sentencia Kuljiš.

El punto de inflexión de este primer año ha sido la Noche Larga de Museos. Tras lanzar una convocatoria, recibieron más de 100 propuestas que no entraban en la pequeña sala que destinan a las muestras: Tuvieron que tomar todo el pasaje para recibir a centenares de asistentes.

Es así que surgió el interés en revivir esta experiencia cada primer viernes de mes. Arte en el Centro es el nombre de este nuevo emprendimiento que busca alianzas con negocios y centros culturales para dar nueva vida a la zona. La primera versión fue este 1 de febrero e incluyó arte en vivo y presentaciones en las galerías y cafés desde la plaza Riosinho hasta el pasaje Kuljis.

“Este es un colectivo hermoso, realmente se trata de que crear es creer. Combinamos nuestros aportes, nos apoyamos entre todos y no hay ningún egoísmo”, comenta la artista Leyda Bautista.

En la exposición del 12 de febrero en la Casa de la Cultura —que estará abierta hasta el 28— se presentará un resumen de lo expuesto durante 2018, con más de una docena de artistas y colectivos. “Son dos salones para mostrar el arte de Miko Art Gallery; hay también obras de México, EEUU y Chile. Es un año en que hemos ido cultivando la cultura, un reflejo del movimiento de lo que es arte contemporáneo, en que el artista está aportando su forma de mirar el mundo”, explica Calisaya. Justamente, Miko es el acrónimo de Movimiento Independiente Kontemporáneo.

“Óleo, acuarela, fotografía, música… es una fiesta del arte. Estamos superemocionados y felices de todo lo logrado, no vamos a parar. Vamos a abrir más espacios a más artistas”, promete Kuljiš muy convencido de su lema: “crear es creer”.