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Los Soprano, un antes y un después en las series de televisión

Cuando estamos a unos meses para el estreno de la temporada final de Juego de tronos (Game of Thrones) los seguidores de todo el mundo califican a esta exitosa serie como un ícono que cambió la forma de ver la televisión. Retrocediendo 20 años, estas mismas palabras empezaron a sonar con la aparición de otra serie que curiosamente también fue emitida por HBO.

Los Soprano salió al aire el 10 de enero de 1999, y se transmitió de forma ininterrumpida hasta su desenlace, el 10 de junio de 2007. La idea fue del productor David Chase. La trama de la serie gira en torno al mafioso de Nueva Jersey Tony Soprano (James Gandolfini) y las dificultades que enfrenta tanto en su hogar como en la organización criminal que dirige. A su vez, esta producción también va girando en otras historias de personajes cercanos a Tony, especialmente su esposa Carmela (Edie Falco) y su sobrino y protegido Christopher Moltisanti (Michael Imperioli).

En 1995 David Chase buscaba el financiamiento para un largometraje sobre un mafioso en terapia que tiene problemas con su madre. Ese mismo año logró un contrato con la compañía de producción Brillstein-Grey y escribió el guion original del episodio piloto, basándose en gran medida en su vida personal y en sus experiencias creciendo en Nueva Jersey. En gran medida, la historia de la serie está inspirada en la auténtica familia criminal DeCavalcante, que se convirtió en la principal familia del crimen organizado de su ciudad. El nombre de Los Soprano proviene de unos amigos suyos del instituto.

Una vez se tuvo el guion en la mano, tanto Chase como el productor Brad Grey ofrecieron la serie a varias cadenas. Los ejecutivos de FOX mostraron interés, pero decidieron rechazar la propuesta hasta que finalmente el director de contenidos de HBO, Chris Albrecht, que reconoció la originalidad y el potencial de Los Soprano, decidió financiar el rodaje de un episodio piloto. Éste se terminó de filmar en 1997 y tras mostrarlo a los directivos de HBO, la serie quedó a expensas durante un año, hasta que finalmente se decidió producir una temporada completa de 13 episodios.

En este punto es bueno recordar que a lo largo de los años 1990, la producción de series de televisión en EEUU estaba construida en torno a las cuatro grandes cadenas generalistas (CBS, ABC, FOX y NBC), con una estructura económica dependiente totalmente de los anunciantes y de las audiencias.

Así, en esa década se creó un paradigma donde al estrenar una serie, ésta debía buscar complacer a la mayor cantidad de público posible. Una de las mayores preocupaciones por parte de las cadenas en aquella época era que los espectadores rechazaran al protagonista de una serie porque no les caía bien, o porque no les parecía correcto (a su juicio) lo que hacían y dejaran de verla.

Antes de Los Soprano, el defecto en los protagonistas solo tenía cabida en el género de la comedia (pensemos, por ejemplo, en el cascarrabias de Al Bundy el padre de la disfuncional familia de Matrimonio con hijos), pero todo cambió con la llegada de Tony Soprano.

Por esta razón HBO será recordada como la cadena que dio luz verde a una serie protagonizada por un mafioso, un asesino y un hombre brutalmente violento que siempre intentaba satisfacer sus impulsos más primarios, era algo simplemente impensable. En Los Soprano seguimos el punto de vista del que sería el villano en cualquier otra historia.

La existencia de Tony Soprano fue la que hizo posible que después conociéramos a los célebres Walter White (Breaking Bad), Dexter Morgan (Dexter), Don Draper (Mad Men) o Vic Mackey (The Shield). Son ejemplos de una masculinidad que marcó una época: la del antihéroe.

El éxito de Los Soprano demostró que, dentro de esa masa informe, había una audiencia dispuesta a dejar entrar en sus hogares historias adultas que cuestionaran su escala de valores.

Los guionistas comenzaron a darse cuenta de que el público no requería constantes giros de guion para mantener el interés, porque la conexión principal con la serie eran sus personajes, sus conflictos y su evolución. David Chase y su equipo supieron retratar la complejidad y contradicciones del ser humano a través de los protagonistas de sus historias.

Gracias a Los Soprano, las ficciones (la mayoría) en la actualidad miran a su público sin condescendencia. Con esta serie no bastaba con que alguien te contara qué había pasado en el episodio anterior si te lo habías perdido, porque el espectador había aprendido que cada hora tenía tantas capas, que lo que parecía una simple mirada o un silencio, podía resignificarse tres o cuatro semanas después. Un ejemplo claro, en la actualidad, de esto se produjo en la séptima temporada en The Walking Dead donde más de 17 millones de espectadores vieron su estreno en los Estados Unidos (y solo contando a quienes lo vieron en su emisión en el canal AMC). Otra de las influencias de Los Soprano en las ficciones posteriores es la pérdida del temor a romper las expectativas del público.

A simple vista, la serie parecía un relato sobre la mafia contemporánea, pero a quienes buscaban solo la representación de la violencia, fueron sorprendidos con largas conversaciones de Tony y su psiquiatra, con un amplio desarrollo de sus conflictos domésticos, con escenas llenas de subtexto y simbolismo, y con episodios oníricos.

Su escena final influyó en la forma en la que otras series han decidido abordar sus cierres, como ocurrió con Mad Men o The Leftovers. Y también educó al televidente. Ahora, es normal aceptar finales abiertos sin que nadie crea que hubo un fallo técnico.

Esta serie ha recibido varios premios y reconocimientos, entre ellos, 21 Premios Emmy y cinco Globos de Oro. En 2009 fue elegida la mejor serie de los años 2000 por la publicación The Hollywood Reporter. Además de los elogios y los premios, la Writers Guild Association la seleccionó como la serie mejor escrita de la historia en el top de “Las 101 series mejor escritas de la historia de la Tv”. En septiembre de 2016, la revista Rolling Stone elaboró la lista de “Las 100 mejores series de Tv de todos los tiempos”, donde Los Soprano ocupó el primer lugar.

Así también Hollywood comprendió que la Tv era un medio en el que actores, directores y guionistas de renombre tenían libertad creativa. Fue un cambio en el manejo del lenguaje narrativo. Las series permitieron que se pueda hacer evolucionar personajes e historias por un largo periodo que, sencillamente, no es posible en el cine.

Este 2019, ya recordándose 20 años de su estreno se habla de la película The Many Saints of Newark, precuela que adaptará la ya mítica serie a la gran pantalla. Y donde actuará Michael Gandolfini, el hijo del icónico actor que encarnó a Tony Soprano.

Son varios los motivos por los que Los Soprano marcó el inicio de una nueva era. Se suele identificar su estreno como el inicio de lo que hoy se conoce como la Edad Dorada de las series de televisión. Este breve análisis nos permite volver a afirmar que fue la primera gran serie del siglo XXI, que hizo posible el cambio de manera global, naciendo la televisión que disfrutamos en la actualidad.