Comienzo citando algo que dijo un personaje de la arquitectura actual cuando le pedí que describiera nuestra contemporaneidad en la práctica de la misma. Con la contundencia que lo caracteriza, aclaró: “La arquitectura ha desaparecido del marco de referencia social, sustituida por una práctica inmobiliaria basada en el despilfarro y el propósito de sorprender. La novedad ha reemplazado a la calidad y el espectáculo, al arte”. Esta afirmación me conmovió sobremanera, puesto que particularmente llevo años tratando de hacer y enseñar arquitectura, así como otros colegas arquitectos del medio. Quise entender por qué esta persona, que además es profesor hace más de 30 años en distintas universidades del mundo y profesional hace más de 50, hace este tipo de afirmaciones que podrían desmotivar a cualquiera que pretenda hacer de la arquitectura una actividad propia. Sentencia de muerte para ella e incertidumbre para los arquitectos.

La persona que hizo esta afirmación es el doctor Helio Piñón Pallares, el mismo que fundó y fue miembro del consejo de redacción junto a otros arquitectos de la talla de Rafael Moneo, Oriol Bohigas y Lluis Doménech, de la revista Arquitecturas Bis, que estuvo vigente desde 1974 hasta 1985, publicando en 52 números la mejor arquitectura concebida en el mundo hasta esa época. Cerró porque simplemente no había qué publicar, no digo que no había obra para hacerlo, sino que la seriedad y consecuencia de sus miembros decidió que la crisis de la arquitectura que había entrado en moda ya no lo permitía. Piñón, asociado a Albert Viaplana desde 1974 hasta 1997, realizó proyectos y obras importantes en Europa que le permitieron, por más de 20 años, saborear el agridulce de la profesión. Es ese que posee más de una veintena de libros asociados a la teoría del sentido estético y la vigencia de la arquitectura moderna, que es catedrático de proyectos en la Universidad Politécnica de Catalunya desde 1979 y miembro de la real academia de doctores de España, el mismo que dio conferencias en: Inglaterra, Alemania, Suiza, Uruguay, Chile, Brasil, Portugal, Argentina, Italia, Venezuela, Colombia, Ecuador, México, Paraguay y Bolivia. El arquitecto estuvo en La Paz del 11 al 15 de marzo dictando el workshop internacional Arquitectura de la Ciudad Moderna, taller llevado a cabo en anteriores versiones en: La Plata, Buenos Aires, Córdoba, Cuenca y Sao Paulo, entre otras ciudades latinoamericanas.

El workshop Arquitectura de la Ciudad Moderna buscó ser un espacio de trabajo y reflexión intenso para los participantes: estudiantes de último año, profesionales y docentes de varias universidades públicas y privadas del país.

No se entienda que se refiere a la reflexión superficial teórica de la ciudad, sino más bien a la reflexión visual y a la recuperación de la mirada para aprender Arquitectura, a la que hoy se tiene olvidada. En cambio se ha adquirido una muletilla teórica metafórica para encarar los proyectos que nos ha llevado hasta donde estamos, dejando de lado solamente 35 siglos de tradición. El título muy sugerente puede darse para una confusión un poco (mucho) a propósito, puesto que podría pensarse en algún caso que se estudian los edificios de la ciudad, o también que se refiere a la estructura urbana de la misma, pues es mucho de todo eso.

A través de mirar arquitectura referente de gran calidad se pretende ordenar una parcela del centro de La Paz.

Con esta afirmación tal vez alguien pueda creer que estas referencias vendrán de fuera. En este caso, atípico de un taller internacional, un profesor extranjero nos hará redescubrir algo nuestro: el edificio Petrolero de Luis Villanueva Sáenz construido en los años 60 sobre la avenida 16 de Julio, arquitecto respetado en esos años y parte de la segunda generación de la modernidad local (predecesor de los Hermanos Iturralde entre otros), formado en Santiago de Chile, presidente del Colegio de Arquitectos de Bolivia pero sobre todo arquitecto importante olvidado en estos días.

Es innegable que posterior a este curso se deberá revisar la historia para reivindicar a los locales que hicieron en otros años arquitectura valorable. Para hablar del Petrolero debemos decir que encontramos un criterio universal de ordenamiento urbano en su planteamiento, lo explica el doctor Piñón en su publicación digital Ciudad discontinua pero ordenada que invito a mirar (https://helio-pinon.org/proyectos/det-ciudad_discontinua_pero_ordenada_i75789) ahí encontrarán, como no podía ser de otra manera, un texto, pero sobre todo un proyecto. Esperamos que los asistentes al taller no solo hayan entendido su lógica práctica, con el apoyo del marco teórico que sirvió para respaldar la actividad, pero sobre todo esperamos que se haya aprendido a mirar.