Han pasado ocho décadas, mil cómics y más de siete películas y la lista podría seguir. El impacto que Batman tiene en nuestra cultura es uno de los más importantes. La evolución del Caballero de la Noche ha permitido que deje las páginas de los cómics para invadir otros medios, mostrando en todo momento que es un héroe capaz de adaptarse a las exigencias de los lectores a lo largo de estas décadas.

Creado por el dibujante Bob Kane y el guionista Bill Finger, el hombre murciélago apareció en Detective Cómics #27 el 30 de marzo de 1939. Batman surge con la intención de repetir el éxito logrado por Superman, casi un año antes. En un principio conocería una próspera carrera paralela a la de su equivalente de Krypton apareciendo además en Detective Comics y un año después en su propia revista. Asimismo, en 1943 llegaría a la prensa por medio de una tira cómica. Cuatro años más tarde Columbia produciría su primer serial cinematográfico.

La multiplicidad de las historias de Batman se vieron enriquecidas con la aparición de personajes secundarios, entre amigos y enemigos, que hicieron más popular al personaje. Quién no conoce a su fiel mayordomo Alfred; a Robin; el comisionado Gordon; al peor de sus villanos, el Joker; El Pingüino; Dos caras; Catwoman y un largo etcétera.

Con los años y tras escasos cambios argumentales y gráficos, las aventuras de Batman derivaron en una monotonía que puso en peligro al personaje, hasta que en 1964 Julius Schwartz y el dibujante Carmine Infantino iniciaron una nueva etapa rediseñándolo, incorporando a Batgirl y creando historias que destacan por su dinamismo y dramatismo.

En 1966, la CBS estrenó una serie paródica de Batman que originó una batmanía en los EEUU y el mundo. Si bien ridiculizaba al personaje, según algunos fans, subió considerablemente la venta de cómics y productos  relacionados. La serie fue cancelada en 1968, pese a los buenos resultados alcanzados en sus emisiones. Las ventas de cómics bajaron nuevamente.

En 1969, Dennis O’Neil y Neal Adams describieron un Batman más apegado a las historias originales, mostrando a un “severo vengador de la noche”, alejado del reflejado en la televisión.

A mediados de los años 80 una nueva reinvención surgió con la novela gráfica Batman: The Dark Knight Returns de Frank Miller, publicada en 1986. Sería uno de los mayores éxitos de la industria, la novela describe el futuro alternativo de Batman a sus 60 años de edad, tras retomar su oficio de superhéroe. Junto a su considerable nivel de ventas, destaca su impacto en el resurgimiento popular de Batman. Ese mismo año, O’Neil se convirtió en el editor responsable de Batman y, aprovechando las influencias de la obra de Miller y la miniserie Crisis on Infinite Earths, hizo de Batman un héroe más sombrío e inquietante, a la par que insufló madurez en su personalidad, marcando un antes y un después en su saga. Así, en Batman: Año Uno Frank Miller y el artista gráfico David Mazzucchelli volvieron a considerar el origen del personaje, a partir de una nueva perspectiva. Alan Moore y el dibujante Brian Bolland siguieron estas pautas en la novela gráfica Batman: The Killing Joke, enfocándose en The Joker e inspirándose en los detalles visuales y narrativos de la edición Año Uno.

La nueva imagen oscura de Batman incidió en la ambiciosa adaptación dirigida por Tim Burton y protagonizada por Michael Keaton, éxito de taquilla. Hubo cuatro películas más hasta finales de los 90, además de Batman: La Serie Animada, que condujo al spin-off cinematográfico Batman: la máscara del fantasma, así como a la creación de otras series situadas en la misma continuidad de la franquicia animada, como Las nuevas aventuras de Batman, Batman del futuro y Liga de la Justicia. En cada producción participó Kevin Conroy prestando su voz para el papel estelar. En 2004, se lanzó la serie animada The Batman, con Rino Romano como Batman, la cual fue reemplazada en 2008 por Batman: The Brave and the Bold, con Diedrich Bader. Le siguió la película Batman: Gotham Knight (2008) y la serie Beware the Batman (2013).

Volvamos al cómic. En 1993 el señor de la noche protagonizó el crossover Batman: Knightfall. En su incursión, el villano Bane hirió a Bruce Wayne, por lo cual Azrael (cuya identidad secreta es Jean-Paul Valley) lo sustituye. En 1994, Hora Cero: Crisis en el tiempo creó una nueva interpretación de Batman al describirlo más como leyenda urbana que como un héroe real, introduciendo además a Joe Chill (el asesino de los padres de Bruce, quien había desaparecido del canon) nuevamente en el contexto.

En 1999 se lanzó el crossover Batman: No Man’s Land, en donde se describieron los efectos de un gran sismo en Gotham City, y en 2003 Jeph Loeb y Jim Lee crearon Batman: Hush, donde se concentraron en el villano Hush, recuperando finalmente la alianza entre Batman y Robin.

All Star Batman and Robin the Boy Wonder fue el resultado de la colaboración de Jim Lee, siendo la publicación más vendida en 2005. La prensa especializada críticó al texto por presentar a un Batman violento, cruel y psicópata, excitado por su propio sadismo hacia los criminales. Ese mismo año, el héroe apareció también en las series limitadas Crisis de Identidad y Crisis Infinita. En 2006, Grant Morrison y Paul Dini, como editores responsables de Batman y Detective Comics, crearon una nueva temática en torno al héroe que sufría alucinaciones bajo la influencia de gases que alteraban su conciencia y de una serie de restricciones sensoriales. Los trabajos de Morrison alcanzaron un punto clímax con Batman R.I.P, en la que Batman enfrenta a la organización Black Glove que, en última instancia, provoca la locura del superhéroe.

En la saga Final Crisis (2009), Batman muere a manos de Darkseid. El mismo año, en la serie Batman: Battle for the Cowl, Dick Grayson se convierte en el nuevo Batman, mientras que Damian Wayne (hijo de Bruce) asume el papel de Robin.​

Al año llegó la serie Batman: The Return of Bruce Wayne, en que el hombre murciélago viaja por distintas épocas hasta regresar a la actualidad para reclamar el manto del murciélago. Es un periodo caótico, pues Grayson sigue ocupando su lugar como el Caballero de la Noche con permiso de Wayne, mientras éste actuó contra el crimen a un nivel más global, el eje de Batman Inc.

Pero cinco años antes, Christopher Nolan dirigió la cinta Batman Begins, cuya trama significó el reinicio en la franquicia fílmica, con el actor Christian Bale. Su secuela, The Dark Knight (2008), tuvo el récord de la película con mayores recaudaciones en su primer fin de semana de exhibición en EEUU, obteniendo un aproximado de $us 158 millones. El cierre de la trilogía fue con The Dark Knight Rises, que se estrenó a mediados de 2012.

En 2011 aparecióThe New 52, nueva línea temporal en donde DC Comics reinició varias de sus franquicias y sus personajes principales. Batman no fue la excepción, aunque la mayoría de la cronología y de su historia ha sido preservada sin modificaciones importantes, a no ser de que Wayne es desde entonces el único Batman oficialmente reconocido por la editorial.​ A mediados de 2016, durante el denominado DC Rebirth, la editorial relanzó todos sus títulos publicados hasta el momento. La serie Batman se reinició con un primer ejemplar de un solo capítulo y comenzó a distribuirse en junio del mismo año. En esta edición colaboraron el escritor Tom King y los ilustradores David Finch y Mikel Janín. Los cambios supusieron también el reinicio en la numeración de las historietas publicadas hasta el momento.

Batman se ha convertido en un ícono de la cultura popular, siendo reconocido en todo el mundo. La presencia del personaje se ha extendido más allá de sus orígenes en los cómics. El Caballero de la Noche es una figura empañada por la interminable reinvención que conlleva la cultura de masas. Es al mismo tiempo ícono y artículo de consumo: el artefacto cultural perfecto para el siglo XXI. El personaje está en videojuegos, juguetes​ y otros productos más.

Son 80 años de historia que no caben en estas páginas, ocho décadas de juntar logros y derrotas dentro y fuera de los cómics, ocho décadas de un gran personaje que muestra que puede traer cosas nuevas a un género que parece estar sobreexplotado en nuestros tiempos. Batman funciona porque todo encaja en él: su traje, sus orígenes. Es difícil saber qué es lo que le espera, pero toda su historia ha demostrado que sea lo que se le ponga enfrente, él ya tiene un plan para vencerlo.