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The Matrix: 20 años de cambiar nuestra realidad

La icónica cinta de las hermanas Lana y Lilly Wachowski marcó un hito en la ciencia ficción

/ 17 de abril de 2019 / 04:00

Vengo a enseñarles un mundo sin reglas, sin controles, sin fronteras… donde todo es posible. ¿A dónde vamos después? Es una decisión que les dejo a ustedes”, decía Neo. La respuesta a esta pregunta surgió hace 20 años en la película Matrix que supuso una revolución en el cine de ciencia ficción. El trasfondo de su guion interpeló a toda una generación sobre la necesidad de revisar profundamente el concepto de realidad.

El 31 de marzo de 1999. En pleno miedo informático al efecto 2000, las hermanas Wachowski (Lana y Lilly), inauguraron un estilo original de rodar las escenas de acción y demostraron su increíble habilidad para sustentar carreras, saltos y patadas, sobre unos sólidos pilares filosóficos, culturales e incluso religiosos. Al mezclar influencias como el animé, las artes marciales y el cine de acción de Hong Kong con un estilo cyberpunk.

La película plantea que en el futuro casi todos los seres humanos han sido esclavizados, tras una dura guerra, por las máquinas y las inteligencias artificiales creadas. Éstas los tienen en suspensión, y con sus mentes conectadas a una realidad virtual que representa el final del siglo XX, Matrix. Los seres humanos son usados por las máquinas para obtener energía, y las pocas personas que no están suspendidas o que han sido liberados viven en la ciudad Zion y tienen naves que se mueven por el subsuelo, entrando de forma clandestina a este mundo irreal para liberar a otras personas conectadas.

Morfeo (encarnado por Laurence Fishburne) cree que hay alguien que es el Elegido, la persona que acabará con la guerra, con las máquinas, según una profecía. Morfeo se fija en Neo (Keanu Reeves), un pirata informático que vive atrapado en Matrix, creyendo que él puede ser el elegido. Neo, junto al resto de humanos liberados, se enfrentará a una batalla contra las máquinas que antaño le mantenían cautivo en pos de liberar a toda la humanidad de su yugo.

La cinta fue un prodigio que ganó cuatro premios Oscar, recaudó más de $us 460 millones, batió el récord de ventas en DVD y arrastró tras de sí a millones de fans convirtiéndose en una de las mejores películas de ciencia ficción y que en la actualidad es considerada de culto. Lo curioso es que la cinta no era fácil de entender. Paradójicamente, ese fue su mayor aliciente, ya que no bastaba con verla una sola vez.

La técnica llamada bullet-time photography, una extremada ralentización asistida por ordenador que registra hasta 12.000 fotogramas por segundo, usada en escenas como en la que Neo esquiva las balas de uno de sus enemigos, fue la sensación en el público de que vio el filme en los cines. Esta técnica fue inventada por Michel Gondry, que la había usado por primera vez en el videoclip Like A Rolling Stone de los Rolling Stones en 1995.

El éxito originó que años después se realizaran dos secuelas conocidas como Matrix Reloaded y Matrix Revolution, completando la historia planteada en la primera entrega. Como complementos adicionales al universo Matrix, se realizó la serie de cortometrajes de animación Animatrix, así como videojuegos como Enter the Matrix, donde se daban más detalles de sucesos acontecidos entre las dos primeras películas de la saga.

Resulta difícil resumir todos los puntos dignos de análisis que aparecen en la película. Cuando Morfeo afirma a Neo: “es el mundo que ha sido puesto ante tus ojos para ocultarte la verdad”, está señalando que Matrix es una mentira, un engaño a los sentidos; no es real, pero se percibe como real. Esto, sin duda, nos remite al mito de la caverna de Platón quien decía que los sentidos no son fiables y engañan.

El mito de la caverna presenta a unos humanos que viven atados de pies y manos observando el fondo de una caverna, tras ellos, un fuego encendido proyecta unas sombras en el fondo que ellos contemplan. Para estos humanos, ese fondo es la realidad, pues es lo único que conocen, lo único a lo que tienen acceso y lo que perciben desde los sentidos. Si uno de los humanos escapa accederá al mundo real, al conocimiento, y si por algún motivo regresara a la caverna, sus compañeros negarían lo visto por éste, pues solo conocen esa realidad y, como consecuencia, la protegerán; es su realidad y no quieren que peligre.

En el filme, Neo es el esclavo que saldrá de la caverna y rescatará a su gente. Por eso Morfeo le advierte: “Son las mentes de los mismos que intentamos salvar.

Pero hasta que no lo hagamos, siguen formando parte de ese sistema y eso hace que sean nuestros enemigos”.

A lo largo de la película ocurren algunos cambios dentro de la temperatura y la saturación del color, sin embargo, la tonalidad que prevalece es el verde, que es un medio para transmitir maldad, culpa, corrupción y deterioro, algo que se convertirá en un elemento fundamental dentro de la narrativa de la historia.

Matrix es una historia que refleja el camino del héroe, una pugna entre el bien y el mal, expresada éticamente. La partida, la iniciación, la apoteosis y el regreso son componentes esenciales de la aventura de Neo, personaje que sigue la tradición de leyendas y rituales de muchas culturas, desde los mitos polinesios o griegos, leyendas africanas, cuentos de hadas y aún en ciertos símbolos de las grandes religiones actuales.

Utilizando los estudios de Joseph Campbell se puede afirmar que los sistemas simbólicos representan creaciones naturales de la mente humana. En la actualidad hay un descrédito progresivo de las mitologías y leyendas a causa de la racionalidad que han sufrido la mayoría de las sociedades, con lo cual las imágenes simbólicas se refugian en su lugar de origen —el inconsciente— y el individuo aislado ha de enfrentarse a los dilemas que en un tiempo resolvían satisfactoriamente gracias a los sistemas mitológicos colectivos.

Los mitos son vehículos de expresión del inconsciente colectivo que muestran sus contenidos con sus arquetipos (Carl Jung) y la necesidad de su expresión a través de figuras mitológicas en una elaboración cultural con una problemática esencialmente humana y eso es lo que el filme plantea.

La saga se ha convertido en un referente en la ciencia ficción y algunas de sus escenas de lucha y desafío de las leyes naturales han sido ampliamente emuladas y reflejadas tanto en otras películas como en trabajos de aficionados y fanáticos, pasando a ser un elemento de la cultura popular.

Henry Jenkins, en su libro La cultura de la convergencia de los medios de comunicación expone que con Matrix y el resto de la trilogía se desarrolló la narración transmediática, un fenómeno que no se quedó solo en los filmes, sino que incluyó producción de cómics y animé en internet y un videojuego. Pero lo más interesante es que estas producciones fueron pensadas en forma complementaria: unas se citan a otras en una suerte de texto global. Jenkins señala al respecto que “Matrix es un entretenimiento para la era de la convergencia mediática, integrando múltiples textos para crear una narración de tales dimensiones que no puede confinarse a un único medio”.

Para su celebración, distintas salas del mundo realizaron su reestreno donde acudieron miles, porque no decir millones, de fanáticos para verla, es que la clave del éxito de Matrix fue y es la combinación de efectos extraordinarios con un guion elaborado; que en la actualidad la ha convertido en un ícono de la ciencia ficción, pues incluso después de 20 años las teorías de las pastillas azules y rojas, y la gran habilidad de esquivar balas de Neo siguen siendo las preferidas de los fans.

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Los Soprano, un antes y un después en las series de televisión

Hace 20 años fue el estreno del programa que narraba la vida del mafioso Tony Soprano

/ 7 de marzo de 2019 / 16:36

Cuando estamos a unos meses para el estreno de la temporada final de Juego de tronos (Game of Thrones) los seguidores de todo el mundo califican a esta exitosa serie como un ícono que cambió la forma de ver la televisión. Retrocediendo 20 años, estas mismas palabras empezaron a sonar con la aparición de otra serie que curiosamente también fue emitida por HBO.

Los Soprano salió al aire el 10 de enero de 1999, y se transmitió de forma ininterrumpida hasta su desenlace, el 10 de junio de 2007. La idea fue del productor David Chase. La trama de la serie gira en torno al mafioso de Nueva Jersey Tony Soprano (James Gandolfini) y las dificultades que enfrenta tanto en su hogar como en la organización criminal que dirige. A su vez, esta producción también va girando en otras historias de personajes cercanos a Tony, especialmente su esposa Carmela (Edie Falco) y su sobrino y protegido Christopher Moltisanti (Michael Imperioli).

En 1995 David Chase buscaba el financiamiento para un largometraje sobre un mafioso en terapia que tiene problemas con su madre. Ese mismo año logró un contrato con la compañía de producción Brillstein-Grey y escribió el guion original del episodio piloto, basándose en gran medida en su vida personal y en sus experiencias creciendo en Nueva Jersey. En gran medida, la historia de la serie está inspirada en la auténtica familia criminal DeCavalcante, que se convirtió en la principal familia del crimen organizado de su ciudad. El nombre de Los Soprano proviene de unos amigos suyos del instituto.

Una vez se tuvo el guion en la mano, tanto Chase como el productor Brad Grey ofrecieron la serie a varias cadenas. Los ejecutivos de FOX mostraron interés, pero decidieron rechazar la propuesta hasta que finalmente el director de contenidos de HBO, Chris Albrecht, que reconoció la originalidad y el potencial de Los Soprano, decidió financiar el rodaje de un episodio piloto. Éste se terminó de filmar en 1997 y tras mostrarlo a los directivos de HBO, la serie quedó a expensas durante un año, hasta que finalmente se decidió producir una temporada completa de 13 episodios.

En este punto es bueno recordar que a lo largo de los años 1990, la producción de series de televisión en EEUU estaba construida en torno a las cuatro grandes cadenas generalistas (CBS, ABC, FOX y NBC), con una estructura económica dependiente totalmente de los anunciantes y de las audiencias.

Así, en esa década se creó un paradigma donde al estrenar una serie, ésta debía buscar complacer a la mayor cantidad de público posible. Una de las mayores preocupaciones por parte de las cadenas en aquella época era que los espectadores rechazaran al protagonista de una serie porque no les caía bien, o porque no les parecía correcto (a su juicio) lo que hacían y dejaran de verla.

Antes de Los Soprano, el defecto en los protagonistas solo tenía cabida en el género de la comedia (pensemos, por ejemplo, en el cascarrabias de Al Bundy el padre de la disfuncional familia de Matrimonio con hijos), pero todo cambió con la llegada de Tony Soprano.

Por esta razón HBO será recordada como la cadena que dio luz verde a una serie protagonizada por un mafioso, un asesino y un hombre brutalmente violento que siempre intentaba satisfacer sus impulsos más primarios, era algo simplemente impensable. En Los Soprano seguimos el punto de vista del que sería el villano en cualquier otra historia.

La existencia de Tony Soprano fue la que hizo posible que después conociéramos a los célebres Walter White (Breaking Bad), Dexter Morgan (Dexter), Don Draper (Mad Men) o Vic Mackey (The Shield). Son ejemplos de una masculinidad que marcó una época: la del antihéroe.

El éxito de Los Soprano demostró que, dentro de esa masa informe, había una audiencia dispuesta a dejar entrar en sus hogares historias adultas que cuestionaran su escala de valores.

Los guionistas comenzaron a darse cuenta de que el público no requería constantes giros de guion para mantener el interés, porque la conexión principal con la serie eran sus personajes, sus conflictos y su evolución. David Chase y su equipo supieron retratar la complejidad y contradicciones del ser humano a través de los protagonistas de sus historias.

Gracias a Los Soprano, las ficciones (la mayoría) en la actualidad miran a su público sin condescendencia. Con esta serie no bastaba con que alguien te contara qué había pasado en el episodio anterior si te lo habías perdido, porque el espectador había aprendido que cada hora tenía tantas capas, que lo que parecía una simple mirada o un silencio, podía resignificarse tres o cuatro semanas después. Un ejemplo claro, en la actualidad, de esto se produjo en la séptima temporada en The Walking Dead donde más de 17 millones de espectadores vieron su estreno en los Estados Unidos (y solo contando a quienes lo vieron en su emisión en el canal AMC). Otra de las influencias de Los Soprano en las ficciones posteriores es la pérdida del temor a romper las expectativas del público.

A simple vista, la serie parecía un relato sobre la mafia contemporánea, pero a quienes buscaban solo la representación de la violencia, fueron sorprendidos con largas conversaciones de Tony y su psiquiatra, con un amplio desarrollo de sus conflictos domésticos, con escenas llenas de subtexto y simbolismo, y con episodios oníricos.

Su escena final influyó en la forma en la que otras series han decidido abordar sus cierres, como ocurrió con Mad Men o The Leftovers. Y también educó al televidente. Ahora, es normal aceptar finales abiertos sin que nadie crea que hubo un fallo técnico.

Esta serie ha recibido varios premios y reconocimientos, entre ellos, 21 Premios Emmy y cinco Globos de Oro. En 2009 fue elegida la mejor serie de los años 2000 por la publicación The Hollywood Reporter. Además de los elogios y los premios, la Writers Guild Association la seleccionó como la serie mejor escrita de la historia en el top de “Las 101 series mejor escritas de la historia de la Tv”. En septiembre de 2016, la revista Rolling Stone elaboró la lista de “Las 100 mejores series de Tv de todos los tiempos”, donde Los Soprano ocupó el primer lugar.

Así también Hollywood comprendió que la Tv era un medio en el que actores, directores y guionistas de renombre tenían libertad creativa. Fue un cambio en el manejo del lenguaje narrativo. Las series permitieron que se pueda hacer evolucionar personajes e historias por un largo periodo que, sencillamente, no es posible en el cine.

Este 2019, ya recordándose 20 años de su estreno se habla de la película The Many Saints of Newark, precuela que adaptará la ya mítica serie a la gran pantalla. Y donde actuará Michael Gandolfini, el hijo del icónico actor que encarnó a Tony Soprano.

Son varios los motivos por los que Los Soprano marcó el inicio de una nueva era. Se suele identificar su estreno como el inicio de lo que hoy se conoce como la Edad Dorada de las series de televisión. Este breve análisis nos permite volver a afirmar que fue la primera gran serie del siglo XXI, que hizo posible el cambio de manera global, naciendo la televisión que disfrutamos en la actualidad.

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Los Soprano, un antes y un después en las series de televisión

Hace 20 años fue el estreno del programa que narraba la vida del mafioso Tony Soprano

/ 7 de marzo de 2019 / 16:36

Cuando estamos a unos meses para el estreno de la temporada final de Juego de tronos (Game of Thrones) los seguidores de todo el mundo califican a esta exitosa serie como un ícono que cambió la forma de ver la televisión. Retrocediendo 20 años, estas mismas palabras empezaron a sonar con la aparición de otra serie que curiosamente también fue emitida por HBO.

Los Soprano salió al aire el 10 de enero de 1999, y se transmitió de forma ininterrumpida hasta su desenlace, el 10 de junio de 2007. La idea fue del productor David Chase. La trama de la serie gira en torno al mafioso de Nueva Jersey Tony Soprano (James Gandolfini) y las dificultades que enfrenta tanto en su hogar como en la organización criminal que dirige. A su vez, esta producción también va girando en otras historias de personajes cercanos a Tony, especialmente su esposa Carmela (Edie Falco) y su sobrino y protegido Christopher Moltisanti (Michael Imperioli).

En 1995 David Chase buscaba el financiamiento para un largometraje sobre un mafioso en terapia que tiene problemas con su madre. Ese mismo año logró un contrato con la compañía de producción Brillstein-Grey y escribió el guion original del episodio piloto, basándose en gran medida en su vida personal y en sus experiencias creciendo en Nueva Jersey. En gran medida, la historia de la serie está inspirada en la auténtica familia criminal DeCavalcante, que se convirtió en la principal familia del crimen organizado de su ciudad. El nombre de Los Soprano proviene de unos amigos suyos del instituto.

Una vez se tuvo el guion en la mano, tanto Chase como el productor Brad Grey ofrecieron la serie a varias cadenas. Los ejecutivos de FOX mostraron interés, pero decidieron rechazar la propuesta hasta que finalmente el director de contenidos de HBO, Chris Albrecht, que reconoció la originalidad y el potencial de Los Soprano, decidió financiar el rodaje de un episodio piloto. Éste se terminó de filmar en 1997 y tras mostrarlo a los directivos de HBO, la serie quedó a expensas durante un año, hasta que finalmente se decidió producir una temporada completa de 13 episodios.

En este punto es bueno recordar que a lo largo de los años 1990, la producción de series de televisión en EEUU estaba construida en torno a las cuatro grandes cadenas generalistas (CBS, ABC, FOX y NBC), con una estructura económica dependiente totalmente de los anunciantes y de las audiencias.

Así, en esa década se creó un paradigma donde al estrenar una serie, ésta debía buscar complacer a la mayor cantidad de público posible. Una de las mayores preocupaciones por parte de las cadenas en aquella época era que los espectadores rechazaran al protagonista de una serie porque no les caía bien, o porque no les parecía correcto (a su juicio) lo que hacían y dejaran de verla.

Antes de Los Soprano, el defecto en los protagonistas solo tenía cabida en el género de la comedia (pensemos, por ejemplo, en el cascarrabias de Al Bundy el padre de la disfuncional familia de Matrimonio con hijos), pero todo cambió con la llegada de Tony Soprano.

Por esta razón HBO será recordada como la cadena que dio luz verde a una serie protagonizada por un mafioso, un asesino y un hombre brutalmente violento que siempre intentaba satisfacer sus impulsos más primarios, era algo simplemente impensable. En Los Soprano seguimos el punto de vista del que sería el villano en cualquier otra historia.

La existencia de Tony Soprano fue la que hizo posible que después conociéramos a los célebres Walter White (Breaking Bad), Dexter Morgan (Dexter), Don Draper (Mad Men) o Vic Mackey (The Shield). Son ejemplos de una masculinidad que marcó una época: la del antihéroe.

El éxito de Los Soprano demostró que, dentro de esa masa informe, había una audiencia dispuesta a dejar entrar en sus hogares historias adultas que cuestionaran su escala de valores.

Los guionistas comenzaron a darse cuenta de que el público no requería constantes giros de guion para mantener el interés, porque la conexión principal con la serie eran sus personajes, sus conflictos y su evolución. David Chase y su equipo supieron retratar la complejidad y contradicciones del ser humano a través de los protagonistas de sus historias.

Gracias a Los Soprano, las ficciones (la mayoría) en la actualidad miran a su público sin condescendencia. Con esta serie no bastaba con que alguien te contara qué había pasado en el episodio anterior si te lo habías perdido, porque el espectador había aprendido que cada hora tenía tantas capas, que lo que parecía una simple mirada o un silencio, podía resignificarse tres o cuatro semanas después. Un ejemplo claro, en la actualidad, de esto se produjo en la séptima temporada en The Walking Dead donde más de 17 millones de espectadores vieron su estreno en los Estados Unidos (y solo contando a quienes lo vieron en su emisión en el canal AMC). Otra de las influencias de Los Soprano en las ficciones posteriores es la pérdida del temor a romper las expectativas del público.

A simple vista, la serie parecía un relato sobre la mafia contemporánea, pero a quienes buscaban solo la representación de la violencia, fueron sorprendidos con largas conversaciones de Tony y su psiquiatra, con un amplio desarrollo de sus conflictos domésticos, con escenas llenas de subtexto y simbolismo, y con episodios oníricos.

Su escena final influyó en la forma en la que otras series han decidido abordar sus cierres, como ocurrió con Mad Men o The Leftovers. Y también educó al televidente. Ahora, es normal aceptar finales abiertos sin que nadie crea que hubo un fallo técnico.

Esta serie ha recibido varios premios y reconocimientos, entre ellos, 21 Premios Emmy y cinco Globos de Oro. En 2009 fue elegida la mejor serie de los años 2000 por la publicación The Hollywood Reporter. Además de los elogios y los premios, la Writers Guild Association la seleccionó como la serie mejor escrita de la historia en el top de “Las 101 series mejor escritas de la historia de la Tv”. En septiembre de 2016, la revista Rolling Stone elaboró la lista de “Las 100 mejores series de Tv de todos los tiempos”, donde Los Soprano ocupó el primer lugar.

Así también Hollywood comprendió que la Tv era un medio en el que actores, directores y guionistas de renombre tenían libertad creativa. Fue un cambio en el manejo del lenguaje narrativo. Las series permitieron que se pueda hacer evolucionar personajes e historias por un largo periodo que, sencillamente, no es posible en el cine.

Este 2019, ya recordándose 20 años de su estreno se habla de la película The Many Saints of Newark, precuela que adaptará la ya mítica serie a la gran pantalla. Y donde actuará Michael Gandolfini, el hijo del icónico actor que encarnó a Tony Soprano.

Son varios los motivos por los que Los Soprano marcó el inicio de una nueva era. Se suele identificar su estreno como el inicio de lo que hoy se conoce como la Edad Dorada de las series de televisión. Este breve análisis nos permite volver a afirmar que fue la primera gran serie del siglo XXI, que hizo posible el cambio de manera global, naciendo la televisión que disfrutamos en la actualidad.

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