El Cuervo, 25 años de una maldición
La película de culto de 1994 fue dirigida por Alex Proyas. Un halo mítico rodea a esta producción
Todavía recuerdo mayo de 1994, época de colegio, cuando estrenaban El Cuervo (The Crow) adaptación del cómic homónimo de James O’ Barr. La película venía con un velo de morbosidad, que atraía más que la misma trama o el género, por ver el filme donde había encontrado la muerte Brandon Lee, hijo del mítico Bruce Lee.
Pero este largometraje tiene más elementos que una muerte para convertirse en material de culto. Ha pasado con éxito por los formatos caseros —VHS, DVD y Blu-ray— como una película de acción de fantasía negra que cuenta la historia de Eric Draven (Brandon Lee), un músico de rock que es resucitado de entre los muertos para vengar su propia muerte, así como la violación y el asesinato de su prometida. El Cuervo (The Crow) es un filme que resistió el paso del tiempo, gran amigo/enemigo del séptimo arte, porque posee esa extraña particularidad de ofrecer al mismo tiempo lo mejor y lo peor que uno se pueden encontrar en una película de estas características.
Alfred Hitchcock decía que cuanto más villano es el villano del filme, mejor será éste. Uno de los elementos más flojos de El Cuervo son los asesinos de la pareja: no son todo lo que uno espera, incluso algunos son ridículos, en especial el último en morir que llega a niveles bufonescos. Si habría que rescatar alguno se elegiría a Michael Wincott (Top Dollar), líder de la banda.
Pero entonces, ¿qué hace que esta película sea de culto? La respuesta se puede encontrar en la dirección que propone un deleite visual de una ciudad a oscuras con sus amenazantes calles y rincones, que proponen un lugar sin esperanza donde la inocencia camina en la forma de una niña que busca amor materno y un policía que es el único en su género. El paisaje urbano diseñado por McDowell muestra una de las mejores versiones de un universo de cómic que se ha visto.
La estética del filme se encuentra delimitada por un periodo de cambio, donde los temores de la sociedad ya no vienen de agentes externos, como la guerra o un desastre nuclear, sino de la misma naturaleza humana y su degradación dentro de las grandes ciudades. Aquí la distopía proviene de la autodestrucción de los modelos y las instituciones establecidas. Prevalece la delincuencia sobre la justicia, el abuso de las drogas sobre un empleo honesto y el modelo familiar se socava ante seres que buscan de manera egoísta la satisfacción de sus placeres antes que preocuparse sobre el paradero de sus hijos. Ni siquiera Batman ha logrado películas tan oscuras y llenas de energía. La cinta se menciona en la lista de Empire de las 500 mejores películas de todos los tiempos; se clasificó en el número 468.
La banda sonora es otro elemento inolvidable, pues complementa el estilo visual de tal manera que varias melodías con solo escucharlas transportan a diferentes momentos de la historia, tanto la música compuesta por Graeme Revell, que cubre la trama con un manto posmoderno, como los grandes grupos de rock que están presentes como The Cure, Nine Inch Nails, Rage Against the Machine o Pantera.
The Cure escribió la canción Burn para esta película, algo similar hizo Rage Against the Machine, que regrabó Darkness of Greed y le cambió el nombre a Darkness para que aparezca en esta banda sonora, los Stone Temple Pilots regrabaron una canción del demo de Mighty Joe Young de título Solo Dying, pero la retiraron cuando murió Brandon Lee. Esta misma agrupación, que estaba conformada por los difuntos Scott Weiland y Chester Bennington, han confirmado a través de Twitter que celebrando los 25 años del lanzamiento del filme y la banda sonora se lanzará una reedición de forma exclusiva de RSD, limitada a 8.000 copias en todo el mundo. Este hecho no descarta que el tiraje se amplíe para llegar a un número más grande de seguidores.
Finalmente, una supuesta maldición apunta al filme en sí. La muerte de Brandon Lee no fue la única tragedia ocurrida en el rodaje. Meses antes un carpintero sufrió quemaduras graves en un accidente con cables de alta tensión; después, una tormenta destruyó gran parte de los escenarios para la película, retrasándola; y, por último, cuando un especialista de iluminación cayó desde el techo de un set, se rompió algunas costillas.
Aunque Michael Massee no fue acusado de la muerte de Brandon Lee y el incidente se registró como una muerte accidental, a lo largo de su carrera el actor nunca realizó papeles importantes. En 2005 en una entrevista declaró que nunca se recuperó del incidente y que siempre en sus entrevistas de trabajo era reconocido por ser quien accidentalmente mató al protagonista. Massee aseguró que jamás vio la película por estar demasiado traumatizado. Falleció de cáncer en 2016, hecho que aumento más la llama de los rumores sobre una maldición.
En la actualidad, el remake El cuervo parece mantener el halo de desgracia que persiguió a la original. La primera productora que iba a levantar el filme, Relativity Media, se declaró en bancarrota. Después se hizo con los derechos Samuel Hadida, que llamó al director Corin Hardy al proyecto después de que varios directores hubieran sido tentados, entre ellos los españoles Juan Carlos Fresnadillo o Francisco Javier Gutiérrez. Hardy convenció a Jason Momoa (el nuevo Aquaman) para homenajear con su actuación al hijo de Bruce Lee. Antes, actores como Jack Huston o Luke Evans recibieron igual encargo, pero finalmente todos desecharon el papel.
Son 25 años de una de las películas más controversiales de los años 1990 que todavía mantiene vigencia y atracción como ocurrió en 1994. Más allá de las trágicas muertes y las posibles maldiciones, El Cuervo es un filme que habla de la posibilidad de que un día podemos perder todo aquello que tenemos, todo aquello que amamos por sobre todas las cosas.