I am Patrick Swayze
Este mes se recuerdan los 10 años de la partida prematura de una figura promisoria de Hollywood
En agosto de 1991 se estrenaba en La Paz Point Break (Punto de quiebre), donde Patrick Swayze interpreta a un ladrón de bancos surfista que es un espíritu libre y desafiante de las normas sociales. Su nombre es Bodhi, concepto surgido del budismo que significa “iluminación” o “despertar”, llegar a conocer la verdadera naturaleza de las cosas. Esta es una de las tres actuaciones por las cuales este actor es y será recordado, las otras son Dirty Dancing y Ghost. Swayze dejó este mundo hace 10 años, un 14 de septiembre de 2009 a la edad de 57 años, víctima de un cáncer de páncreas. Mito sexual en los años 80 y 90, su vida no fue la típica de una estrella de Hollywood.
Patrick Wayne Swayze nació el 18 de agosto de 1952 en Houston Texas. Fue el segundo de cinco hermanos, nacidos y criados en Houston bajo la tutela de sus padres, Jesse y Patsy Swayze. Su familia estaba vinculada con el espectáculo: su madre era una coreógrafa destacada y quiso que su hijo estudiara danza en la Harkness Ballet School. El documental I Am Patrick Swayze que se estrenó este año relata los abusos que sufrió de niño por parte de su madre, quien al tener altas expectativas sobre su hijo le exigió perfeccionismo en todas sus actividades, llegando a convertir la presión en abuso físico.
Con los años, Patrick ingresó a la compañía de Eliot Felden, práctica que después le sería útil para las interpretaciones cinematográficas que tendría más adelante.
Una lesión de rodilla fue el motivo por el que dejó el baile y empezó a participar en montajes musicales como Goodtime Charlie o West Side Story, entre otros.
Su debut en el cine fue en 1979 en el filme La fiebre del patín, de William A. Levey. En 1983, Francis Ford Coppola le dio su gran oportunidad al incluirle en el reparto de Rebeldes junto con unos adolescentes Tom Cruise, Matt Dillon y Rob Lowe. Tras esa película fue reconocido como uno de los jóvenes galanes que emergían en
Hollywood. Ese mismo año fue extra en la pista de baile en la cinta musical Stayin'g Alive, dirigida por Sylvester Stallone.
Sus logros en la gran pantalla fueron respaldados por las actuaciones en Tv, donde obtuvo un gran éxito como protagonista de la serie Norte y Sur.
Swayze pasó los siguientes años participando en varias películas hasta que en 1987 le llegó su gran oportunidad: Dirty Dancing, de Emile Ardolino, donde pudo exhibir sus dotes de gran bailarín, además de componer y cantar She’s Like the Wind, número uno durante varias semanas en la lista de sencillos en EEUU.
Entre 1988 y 1989, el actor fue imagen de diferentes marcas de ropa y perfumes. Durante ese periodo protagonizó Roadhouse, que lo catapultó como estrella de acción.
La década de los 90 le dio otra oportunidad para marcar un hito taquillero mundial al con el personaje de un fantasma en la película Ghost, junto a Demi Moore y Whoopi Goldberg. Pese a que su actuación recibió críticas favorables, ciertos sectores de Hollywood no lo consideraban como un artista de verdad, hecho que molestaba y preocupaba a Swayze, quien quería demostrar que no era solo una cara bonita. Y aunque fue nombrado en 1991 como el hombre más sexy del mundo por la revista People, él trato por todos los medios de destacar como un actor con un amplio y sólido registro.
Al igual que muchas estrellas, Swayze tuvo que lidiar con una adicción: el alcohol se convirtió en un verdadero problema a lo largo de su vida; ingresó a varias clínicas de desintoxicación. Su esposa Lisa Niemi, a quien conoció en la escuela de danza de su madre, afirmó a la revista Time (meses después de su muerte) que “tenía una personalidad diferente cuando bebía mucho. Era el mejor hombre sobre el planeta, a menos que se tomara una copa”. En 2005, aburrida de los problemas de alcohol de Swayze, Niemi le dio un ultimátum; o cambiaba o ella se iba. Patrick ingresó por última vez a rehabilitación y abandonó el alcohol de forma definitiva.
En 1991, protagonizó Point Break, (Punto de Quiebre) dirigida por Kathryn Bigelow, coprotagonizada por Keanu Reeves y la pequeña aparición de Anthony Kiedis (vocalista del grupo de rock Red Hot Chili Peppers). El filme narra las aventuras de un surfista asalta bancos que entabla amistad con un agente del FBI.
Al año siguiente protagonizó La ciudad de la alegría, dirigida por Roland Joffé y basada en la novela de Dominique Lapierre. En la cinta interpretó a Max Lowe, un médico que viaja a la India para dar un nuevo significado a su vida. Para ese tiempo los medios se complacían mostrando cómo el actor cultivaba un aire de vaquero y aventurero que le hizo alejarse de Los Ángeles (EEUU) para vivir en paz en el campo y rodeado de caballos.
A lo largo de la década de los 90 realizó varias películas como Tres deseos, A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar (1995); Black Dog, Cartas de un asesino (1998). Ingresando al nuevo siglo Swayze fue perdiendo posiciones en la industria con películas cuya actuación no fue destacada, como Donnie Darko (2001). En 2004 retornó a la televisión para rodar la miniserie Las minas del rey Salomón. Y ese mismo año tuvo una pequeña aparición en la película Dirty Dancing 2.
Finalizando 2007, después de filmar el piloto de la serie The Beast comenzó a sufrir una sensación de ardor en el estómago, motivo por el cual se realizó unos exámenes médicos. Tres semanas después, a mediados de enero de 2008, fue diagnosticado con un cáncer de páncreas en estadio IV. Desde ese momento comenzó una lucha por doble partida contra su enfermedad y los tabloides sensacionalistas que hablaban sobre su inminente muerte. Esta etapa fue muy dura para él, pues la prensa informaba los pormenores de su salud y situación personal. En julio de 2008, cuando los periodistas en un aeropuerto le preguntaron sobre su salud respondió: “Estoy cocinando. Soy un milagro, amigo. No sé por qué”. Un mes antes, ante el acoso dijo: “Mis tratamientos están funcionando y estoy ganando la batalla”.
La biografía Patrick Swayze: One Last Dance explica que el actor estaba decidido a trabajar tan duro como siempre en el drama criminal The Beast, “su ética laboral era tal que, incluso cuando sufría terribles dolores en el rodaje de la serie solo se tomó un día libre y no quiso tomar analgésicos”, dijo la autora Wendy Leigh.
En septiembre de 2008, Swayze apareció en la transmisión simultánea de ABC, NBC y CBS de Stand Up to Cancer para pedir al público donaciones contra este mal.
Swayze dijo ante una ovación de pie: “Sueño con que la palabra ‘curar’ ya no será seguida por las palabras ‘es imposible’. Juntos, podemos hacer un mundo donde el cáncer no signifique vivir con miedo, sin esperanza, o peor”.
Para abril de 2009 su salud fue deteriorándose cada vez más, hasta que el 14 de septiembre Swayze falleció con la familia a su lado. Su cuerpo fue incinerado y sus cenizas esparcidas por su rancho de Nuevo México.
Con el paso de los años, en la cultura popular el nombre Swayze fue usado en letras de hip hop, con la frase “… y yo soy Swayze”, que significa que el hablante se ha convertido en un fantasma, alguien que ha desaparecido. En un episodio de Mystery Science Theatre 3000, el personaje Crow T. Robot escribe un villancico centrado en la película Road House de Swayze titulado Let's Have a Patrick Swayze Christmas.
A lo largo de su vida Patrick Swayze trabajó en más de 30 películas y 14 series de televisión, además fue un deportista, bailarín, actor y cantante. Demi Moore, su compañera de reparto en Ghost, expresó: “fue triste ver a alguien tan lleno de vida irse tan pronto”. Muchos fans piensan igual que ella. Al escribir este artículo alzo la mirada hacia el televisor y puedo ver que están pasando una de sus películas, y comprendo que en tanto se vean sus filmes o se siga escuchando su voz en alguna canción, Patrick Swayze seguirá presente.