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Periodismo gastronómico en tiempo de Instagram

El periodismo gastronómico no termina en el plato. Los periodistas, a diferencia de críticos y blogueros, van más a profundidad, llegan a los productos y también a los productores”, explica Raquel Telias, periodista gastronómica chilena. Esta aclaración llega en un momento en el cual escribir sobre comida ha inundado los medios de comunicación y el internet, con redes sociales abarrotadas con imágenes y con reseñas de platillos de todo tipo, tradición cultural y especialidad.

Telias comenzó su carrera hace 15 años, como parte de una segunda generación de cronistas y reporteros que le siguen los pasos a la gastronomía de aquel país.

Ahora es directora de contenidos de Ñam Santiago y llegó para ser parte de las actividades que organizó esta plataforma en La Paz, el 3, 4, 5 y 6 de octubre.

Ñam crea diversas actividades en Latinoamérica, enfocadas en la gastronomía social, es decir, que entiende a la producción, preparado y consumo de comida como una herramienta para generar cambios sociales positivos.

En Bolivia se montó un encuentro que reunió a actores de la cadena alimenticia de todo Latinoamérica, quienes explicaron en qué consisten sus proyectos actuales, experiencias pasadas y modelaron discusiones con participación ciudadana. Tras aquello —que se realizó en el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef, Ingavi 916)—, se puso en pie una feria de comidas que se llevó a cabo en el Montículo (Presbítero Medina).

Como no es la primera vez que la cronista chilena llega al país, esta visita le permitió observar un gran avance en el trabajo de revalorización de los productos locales. Su uso, además, ha logrado permear diferentes niveles y espacios de la cocina nacional. “La Paz es un lugar como no hay otro, con una carga identitaria muy fuerte. Ahora lo que toca es darle atención a la forma en la que se cocina en las casas, a la manera en que se presenta la comida en los mercados y en espacios más populares”, describe.

Al evento también asistió Paola Miglio, periodista y crítica gastronómica peruana, quien se encarga de las ediciones de Latinoamérica 50 Best restaurantes. Este evento premia a los mejores restaurantes y chefs en la región, en el que el restaurante Gustu representó a Bolivia en varias versiones.

“El aporte de 50 Best… es que ha logrado poner en el mapa internacional a países que tienen una gastronomía de muy buen nivel, pero que no se publicitaba con fuerza. Ese fue el caso de Perú — que tenía una imagen muy relacionada a su política interna— y recientemente de Bolivia, por ejemplo”.

La experta encuentra que el cuidadoso trabajo de investigación que se viene llevando a cabo en el país dará sus frutos y que la cocina nacional está muy bien encaminada.