Noviembre, el mes en que se celebrará la sexta versión de la Bienal del Cartel Bolivia (BICeBé), justamente en tiempos donde encontrarse y plantearse interrogantes es de vital importancia. El diseño en Bolivia también atraviesa un momento crucial, en el que debe replantearse hacia dónde se dirige, cuáles son sus prioridades y cuál será la identidad que adoptará para el futuro y lo que éste nos depara. El espacio que la Bienal brinda a artistas y visitantes es idóneo para discutir, aportar y formar estos conceptos.

Para hablar de manera crítica sobre el diseño boliviano primero tenemos que entender qué es el diseño. Éste es un proceso previo de configuración mental que busca la solución a un problema en cualquier campo, para esto se necesitan ejercicios creativos y diversas herramientas; sin embargo, para encontrar la solución correcta al problema se deben realizar estudios previos en diferentes áreas, tanto a nivel político, social, cultural y geográfico para que a partir de éstos se pueda obtener una visión y conciencia sobre el entorno y crear una solución específica. El diseñador debe estar al tanto de todo de  lo que sucede en su entorno (región, país, ciudad, etc.) y analizar la coyuntura para poder crear soluciones concretas para las personas que serán el usuario final.

Debido a que cualquier producto de nuestra creatividad forma parte de la educación colectiva, el diseñador tiene una responsabilidad muy grande con y para la sociedad. El diseño involucra varias dimensiones que van más allá del aspecto, de la forma y el color, abarca también la función del objetivo y su interacción con los usuarios, cada persona está relacionada directamente con el diseño ya sea publicitario, de vía pública o mobiliario.

El diseño es la cara de la realidad social de cada lugar, esto quiere decir que no solo tiene la función de ser parte del arte, de la estética o de la decoración sino que va más allá de eso, podemos pensar en esto y concluir en que el diseño es una interfaz entre el hombre y el mundo que lo rodea. Nuestro objetivo principal como diseñadores debe ser facilitar la vida de los usuarios, enseñar y comunicar de una manera objetiva para que el mensaje correcto pueda llegar al público adecuado.

Para logar un buen trabajo, con un fin común, es de suma importancia conformar un equipo de profesionales que conozcan a profundidad el tema a tratar, no es solamente responsabilidad del diseñador conceptualizar una idea. Dependiendo del problema a resolver se pueden requerir de diversos profesionales que entiendan sobre el tema para así lograr una solución con fundamentos que brinde una respuesta efectiva. De esta manera el diseño se introduce en las demás disciplinas y medios, articulando estas ramas para logar fines comunes.

Si hablamos con respecto al diseño en Bolivia, del estilo de comunicación de las agencias de publicidad o la de los diseñadores gráficos, siento que ha sido una rama que no ha logrado evolucionar en las últimas dos décadas. El estilo de comunicación que se ha utilizado en estos días sigue siendo el mismo que recuerdo cuando era muy joven y esto resulta preocupante, porque la rama del diseño gráfico no se está explayando de una manera seria. Hay que ver la profesión como un medio de estudio, una herramienta de búsqueda a la solución a un problema social.

Tenemos, como diseñadores, que entender que somos los creadores en los medios con más exposición a la sociedad, el diseño es un medio de educación, acompaña al ser humano moderno desde el momento de despertar hasta el de acostarse, interactuamos con nuestro medio y este está diseñado para nosotros. Como bolivianos debemos encontrar maneras de ser creadores de un estilo de comunicación propio para el público boliviano, desde el mobiliario hasta la publicidad, estudiando a fondo la geografía, el medio social y político en el que estamos actualmente, ser responsables con nuestra creatividad y generar un resultado que derive en un bien común.

Espero que algún día logremos estar tan orgullosos de nosotros mismos que dejemos de imitar para poder ser creadores de nuestra propia comunicación. Nuestro suelo y la cultura es fuente infinita de inspiración, lo que nos puede ayudar a resolver los problemas específicos de nuestra gente, en su día a día. El talento está en nosotros, solo hace falta enfocarse y concentrarse en lo importante.

Estamos en un momento clave en el país, creo que nosotros como creativos tenemos una hoja en blanco para generar y proponer ideas que ayuden y transformen a Bolivia.

Pensemos como bolivianos y creemos para bolivianos.

* Diana Ramírez es la creadora de la identidad Bienal del Cartel 2019. Directora de Arte en la agencia publicitaria RAZA; ha trabajado con marcas como Coca Cola, Paceña, Tigo, Classic Skateboard y Jagermeister, entre otros. Dará la charla denominada ‘Nuestra identidad’ el miércoles 20 de noviembre en el teatro Albina Patiño del Centro Simón I Patiño (Av. Ecuador y Rosendo Gutiérrez) a las 10.00.