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Memorias de un colectivo pop

Es arte, es reflexión filosófica y económica. Mercadito Pop, hábitat para una economía creativa, es un libro que se transforma. Es un catálogo, una memoria y casi una crónica de un sueño común. La plataforma itinerante liderizada por Gabriela Durán reúne sus experiencias, incluye ensayos y arte visual, y propone una obra que se ch’allará el 20 de diciembre —primer día de la feria que permanecerá hasta el 22— a las 20.00 en Ser, Centro de Apoyo a la Familia (Fuerza Naval 359, casi Calle 24 de Calacoto).

“Desde hace unos tres años que comenzamos a plantearnos hacer un catálogo. Pero el Mercadito Pop no es solo una vitrina, es una comunidad unida y solidaria. Así que decidimos crear un libro que abarque todas las conversaciones que han nacido ahí”, describe la gestora cultural.

Con el apoyo de A ediciones y su directora, Eloísa Paz, el proyecto fue tomando forma a lo largo del año. 50 marcas —que participaron en esta iniciativa— crearon un fondo económico para ayudar a financiar el libro y a la vez tener un espacio en él, contando la historia de su emprendimiento. Además se obtuvo apoyo del Fondo Concursable Municipal de Promoción al Desarrollo, Salvaguarda y Difusión de las Culturas y las Artes (Focuart) y del Programa Intervenciones Urbanas (PIU). 

La primera parte del libro está dedicada a la historia de esta feria de economía creativa, que comenzó en 2012. Durán escribió una introducción que explica el trabajo que guía. Luego, cada evento realizado está retratado con fotografías que forman una memoria colectiva. Las historias de vida empresarial de los emprendimientos cooperantes forman un tercer capítulo, que cierra las memorias del Mercadito Pop. 

Textos escritos por Lala Deheizelin (experta brasileña en economías creativas), Galo Coca (gestor y artista), Militza Bedoya (emprendedora), Raquel Schwartz (artista y gestora) y Susana Mahicao (diseñadora y directora de la Bienal del Cartel), entre otros, tejen diálogos motivados por procesos creativos, los emprendimientos y el impacto que tienen en la economía y en la sociedad.

El arte no solo es un tópico que se discute, también está presente en diferentes partes del libro.

“La diseñadora en papel, Marion Macedo, creó una pieza de arte pop-up, en 3D, especialmente para el libro. Este también tiene un afiche desplegable, ilustrado por Leo Pantoja y una estampilla de Martes de C’halla. Ambas impresas por Estudio Dos Serigrafía”.

El consumo responsable y el cuidado del medio ambiente fueron pilares de este proyecto desde el principio, es por eso que se prestó atención al proceso de impresión.

“Artes Gráficas Sagitario es una de las pocas imprentas que tiene tecnología amigable con el medio ambiente. Las tintas para la impresión offset son ecológicas y las que se usan en la serigrafía son a base de agua. Además, el papel es completamente reciclado”.

El diseño busca ingeniosamente seguir este mismo camino. Las contratapas se desdoblan y forman dos agarradores por los que se puede tomar el libro, sin necesidad de ninguna bolsa.

El Mercadito Pop empezó como un espacio en el cual artistas, artesanos y emprendedores intentaron apostar por “vivir de lo que nos gusta hacer y hacemos bien”, y se convirtió en una plataforma desde la que muchas iniciativas lograron establecerse.

“Sin embargo, las microempresas creativas aún tienen un alto grado de fracaso, no se han creado políticas que reconozcan el potencial de este mercado y menos aún que lo fortalezcan. Por eso queremos buscar formas de llevar el Mercadito Pop al exterior, de abrir oportunidades y que se haga más sostenible”. Y el libro, que está en preventa hasta hoy en su página web, es una forma importante de darse a conocer y de instaurar memoria y creatividad.