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Blues de Bentonia con sabor boliviano

En lugar de esconder las variaciones melódicas y el ritmo que delatan sus raíces latinoamericanas y bolivianas, el guitarrista Nico Mavrich decidió resaltarlas a la hora de interpretar y componer blues. Es por eso que decidió darle un toque personal a Catfish —tema clásico de este género estadounidense— que rebautizó como Surubí.

La pieza, cuyo video filmado en 2019 está en Youtube —escaneando el código QR—, es parte del disco Camino a Bentonia, que se grabó en 2018. “Estamos planificando la presentación del videoclip en los próximos meses. La teníamos preparada para el año pasado, pero por los conflictos preferimos suspenderla”, detalla.

Catfish es una pieza recurrente en el repertorio de los grandes músicos del blues. Y la transformación es parte de su esencia. Robert Petway, su compositor, nació en EEUU, cerca al río Mississippi. Si bien el tema está fechado en 1941, el tópico de su letra —desear ser un pez en el océano— aparece en canciones ya en 1928, según el portal especializado americanbluesscene.com

Mavrich la tocó infinidad de veces, hasta que decidió hacer una versión propia. Para eso, mantuvo la afinación que se utiliza en el blues que los intérpretes de Bentonia (Mississippi) mantienen y la fusionó con elementos de música latina y nacional. “Mantuve la primera estrofa en inglés, con la melodía original tocada por Jack Owens, por respeto. Es mi forma de rendir homenaje a una forma de tocar que me influenció muchísimo desde que conocí a Jimmy Duck Holmes,  quien es mi amigo y maestro”. Narra el guitarrista que tocó en festivales de blues en EEUU y lidera la banda Bolivia Bentonia Blues.

La segunda parte adapta la letra al español, tratando de mantener algo de la poesía de la original. Así, la canción sintetiza un poco del acervo cultural de ambos lugares, con un sonido propio. “El video es un testimonio de este recorrido. Muchos videos de blues ponen imágenes clichés de una carretera cualquiera, con un paisaje parecido al de Mississippi. Nosotros pusimos filmaciones de nuestro viaje a Estados Unidos,   en blanco y negro. Luego todo toma color cuando llegamos a Bentonia y comienzo a aprender”.

El videoclip —dirigido por Mauricio Guibert— termina con Mavrisch tocando en un escenario cubierto por iconografía andina, llena de color, y con el retrato de un atardecer paceño. “La mejor manera de tocar blues es tener una forma propia. Como en Surubí, antes me sentía como un pez que no ha salido de su río y, tras mis experiencias en Bentonia, conocí el mar”.