‘Compañía’, la película es el viaje
El filme de Miguel Hilari se verá desde el 5 de marzo en la Cinemateca Boliviana.
Compañía es un viaje. De ida, de vuelta; un adiós y un retorno. Es un registro del trayecto místico que se realiza cada año los primeros días de noviembre.
Nació cuando el director de cine Miguel Hilari (1985) visitó por casualidad la comunidad Compañía, ubicada en el municipio de Aucapata, en la provincia Muñecas de La Paz, durante las fiestas de Todos Santos de 2013. Otro periplo. El mediometraje ha pasado por el Festival Radical 2019, con un estreno nacional que incluyó la presentación de los músicos de Muñecas en vivo, y por eventos internacionales, trayendo el premio a Mejor Película en el reconocido Festival Internacional de Cine Visions du Réel en Nyon (Suiza). Una nueva parada: ahora el público paceño podrá ver la cinta en la Cinemateca Boliviana (Óscar Soria 100) a partir del 5 de marzo.
“Compañía es una película pequeña en cuanto a la producción, de bajo presupuesto y que nace a partir de las impresiones particulares que un primer viaje al pueblo de Compañía me ha generado. Más que seguir una línea narrativa a partir del desarrollo de un personaje, he buscado reunir fragmentos que puedan transmitir experiencias de la migración del campo a la ciudad desde una comunidad rural”, explica el cineasta que se ha formado en La Paz (Bolivia), Santiago de Chile y Barcelona (España).
“La película tiene una forma particular, tiene algo de un diario, algo de cine-ensayo, y mucho de acompañar a personas y prestar atención a su entorno. Tengo la esperanza de que la película no solamente se refiera al movimiento entre Compañía y La Paz, sino también al movimiento del campo a la ciudad en general y a experiencias de vida que quizás muchos tenemos en común”.
Impresionado por el paisaje y las tradiciones del pueblo de Compañía, sobre todo por la música de la Cambraya, que se toca en esas fechas. Hilari regresó durante varios años para grabar las imágenes de este filme. Fue conociendo a diferentes personas, de vital importancia para la cinta, como Urbano Mamani Lizárraga —el protagonista— así como a Benita Valero Paucara, Jaime y don Leonardo Valero.
“Para mí hacer la película ha sido un camino muy interesante, de aprender mucho sobre un lugar nuevo y sobre el hacer cine. Obviamente estoy muy feliz de poder mostrar la película ahora a públicos diversos, pero la experiencia central ha sido hacerla”.
Entre la urbe y lo rural
En la cinta, Hilari ha registrado lo que genera la Cambraya en la gente: hace que se recuerde a las personas que se fueron, invoca sus almas, les permite viajar a este mundo, la música es un puente.
Y la película también ha servido de puente, ha planteado otro viaje a los habitantes del pueblo, que se han encontrado en la pantalla y han llevado sus tradiciones a la urbe. “Pienso que a todos les ha gustado mucho presentarse con música y danza el día del estreno, porque Muñecas es una provincia con mucha riqueza cultural, pero casi desconocida en la ciudad de La Paz. En cuanto a la película, varios me la pidieron para volverla a ver, otra persona ha expresado dudas sobre la inclusión de las escenas de la iglesia evangélica… Pienso que al que más le gustó fue a un adolescente de 16 años, su abuelo aparece en unas escenas con caballos. Y me ha llamado la atención porque él tiene la misma relación con el campo que yo: una parte nuestra es de ahí, pero hemos crecido en la ciudad”, expresa el también director de El corral y el viento (2014) y Bocamina (2019).
Recorrer varios lugares con la cinta ha llevado a Hilari a pensar en factores que afectan a su adecuada apreciación por parte de los espectadores, como las diferentes calidades de proyección que se tuvo con el filme. “En los lugares donde mejor se recibió la película fue donde la proyección estuvo técnicamente mejor cuidada. Quizás resulte obvio, pero hay una directa relación entre la proyección y la concentración del público. Cuando la proyección es buena, uno puede entrar realmente en la película. Las multisalas lo saben muy bien, por eso cuidan su técnica. Pero en los circuitos alternativos a veces se proyecta como sea y eso está mal”.
Tras un óptimo recibimiento en festivales reconocidos, la siguiente parada del viaje es el estreno “comercial” —así, entre comillas— de la cinta en la Cinemateca Boliviana. “Bueno, estoy consciente de que no he hecho Avengers. Pero espero que la gente a la que le interesa el cine o que ha visto o escuchado algo por aquí o por allá, se acerque a verla”.
El trayecto de Compañía continúa, así como también el de Miguel Hilari. “Estoy empezando a desarrollar una nueva película. Ojalá también pueda filmar un nuevo corto este año. También quiero seguir dando talleres de cine en escuelas públicas, el año pasado hemos iniciado un proyecto junto a un grupo de amigos. Aparte de eso, estoy trabajando en proyectos de amigos como productor y editor. Y mientras se pueda, quiero seguir viajando”.
Ficha Técnica: COMPAÑÍA 60’, color, Bolivia, 2019
Realización y cámara: Miguel Hilari. Montaje: Miguel Hilari
Gilmar Gonzales, Joaquín Tapia
Mezcla de sonido: Eduardo Chávez
Corrección de color: Pablo Paniagua
Basada en testimonios de: Urbano Mamani Lizárraga
Benita Valero Paucara
Con el apoyo de la Fundación Simon I. Patiño.