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Qué desnuda el 5%

¿Cuál es la razón de fondo que ha motivado la disminución a la mitad del 10% de aumento salarial, como promedio en los anteriores cuatro años? La respuesta le corresponde al propio gobierno con el horizonte económico del país en frente. Por lo pronto, la decisión del 3 y 5% de aumento salarial —hasta el momento inalterable— deja al descubierto elementos a ser considerados.

Sin presiones de ninguna naturaleza y menos movilizaciones callejeras como las que retornaron estos días y tal vez con alguna dosis de entusiasmo demagógico, fue el Ejecutivo el que dispuso aumentos significativos en la primera gestión, sin prever que estaba acostumbrando a los asalariados a porcentajes de dos dígitos y que la época de vacas gordas no sería para siempre.

Precisamente esos incrementos alimentaron una alianza entre los sectores sociales y el Gobierno con rasgos de identificación social y lealtad política. Pero, al parecer se trata de una alianza frágil que depende de cuánto abre las manos el Órgano Ejecutivo para mantener de su lado a los denominados movimientos sociales. Y si a ello se suman las obras del programa Evo Cumple, queda claro que los componentes ideológicos y orgánicos no son los que definen la preservación o, en su caso, la consolidación de la unión entre trabajadores y el gobierno de Evo Morales.

El rechazado 5% también muestra que el mismo gobierno cortó su interlocución con los sectores asalariados del país con la designación de una ministra cuestionada por trabajadores de su sector (fabriles) y de otras organizaciones sociales, al extremo de que se tuvo que echar mano de otro ministro, que estuvo al mando de la cartera de Trabajo, para que pueda explicar en los medios de comunicación la posición sobre un tema que no es de su directa competencia.

Por último, pese a que organismos extranjeros como el Fondo Monetario Internacional señala en sus previsiones que la economía de Bolivia crecerá en un 4%, el alza salarial programado para este año puede ser una señal de que el tiempo de la bonanza se está agotando y, por tanto, es de exigir al Gobierno que se arme de honestidad con los sectores que viven de un salario mensual, y explique las verdaderas razones que le impiden subir los porcentajes anunciados. Así evitará un desgaste acelerado como el que se está produciendo porque, más allá de una conspiración de la derecha, es un tema que hace al bolsillo de miles de bolivianos.