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El salto a la telemedicina

Realizar juntas médicas utilizando la internet, dejar para la historia las placas radiográficas e incorporar la monitorización de pacientes críticos con equipos de última generación, colocan al país en la medicina del siglo XXI.
El mérito es de la Fundación Arco Iris que presentó el proyecto de telemedicina. Esto, en términos conceptuales, busca reducir la inequidad y falta de acceso al sistema de salud, y pone al país a la altura de otras naciones que han amalgamado exitosamente la informática y la práctica médica y ya están explorando la robótica en intervenciones quirúrgicas.

La telemedicina es, por tanto, el camino que debe seguir el país para mejorar la atención a pacientes, optimizar los diagnósticos médicos, facilitar la toma de decisiones una vez identificadas las patologías y reducir el riesgo de complicaciones para los enfermos. La telemedicina es traer la modernidad para satisfacer una necesidad de todos.

Proyectos como el presentado por la fundación conducida por el sacerdote José Neuenhofer bien podrían ser replicados en complejos hospitalarios públicos que siguen recibiendo la mayor cantidad de pacientes en promedio, pero al mismo tiempo mantienen deficiencias, sobre todo en la incorporación de sistemas informáticos.